La Sociedad Española de Reumatología (SER) y Menarini España han puesto en
marcha este año la campaña “No des pie a la gota” con el objetivo de
concienciar a la población sobre una enfermedad que en España puede afectar a
entre el 1% y el 2% de la población, habiéndose convertido ya en la principal
causa de artritis en adultos, siendo el 85% de afectados hombres.
La
campaña, que se ha presentado hoy en la céntrica plaza madrileña de Felipe II y
que ha contado con el cantante y presentador Bertín Osborne como padrino del
acto, tiene como principal objetivo informar y desmontar mitos entorno a una
enfermedad que aún es muy desconocida entre la población, según un estudio impulsado
por ambas entidades sobre la gota.
En
cifras, casi uno de cada tres encuestados reconoce no saber nada sobre la gota,
una enfermedad ocasionada por un exceso de ácido úrico en sangre que provoca la
formación de unas sales que se depositan en las articulaciones y causan
episodios de dolor intenso que, a menudo, se inician en el dedo gordo del pie. “Si
no se trata, puede dar lugar a lesiones articulares permanentes y afectar
directamente a la calidad de vida del paciente”, según el Dr. Fernando Pérez
Ruiz, portavoz de la SER.
“Se
trata de una enfermedad todavía desconocida por una gran parte de la población
española”, asegura Javier
Hidalgo, director de Relaciones Institucionales de Menarini España, “aunque
actualmente puede afectar a 400.000 españoles”, añade. En la Unión Europea,
la prevalencia de la gota ha aumentado un 50% en las dos últimas décadas y hoy
en día puede alcanzar hasta el 5% entre los hombres mayores de 70 años. Por su
parte, las mujeres cuentan con hormonas que favorecen la eliminación del ácido
úrico por el riñón, por lo que tienen unos niveles de urato más bajos hasta la
menopausia.
Un
59% de los encuestados sí considera a la gota como una enfermedad vigente en la
actualidad, siendo los más jóvenes (entre 16 y 24 años) los que aún la asocian
a una patología del pasado (38%) y que se presenta muy raramente hoy en día. En
relación con su origen, el 39% relaciona a la gota con un problema de las
articulaciones, pero sólo el 29% sabe que es una enfermedad reumatológica.
El ‘Paseo de la gota’
Para
concienciar a la población española de que cualquier persona puede sufrir gota
en algún momento de su vida, la Sociedad Española de Reumatología (SER) y
Menarini España han ideado el ‘Paseo de la gota’ para que los ciudadanos dejen
“simbólicamente” su huella contra esta enfermedad. “Una patología reumática
que se puede curar, pero para ello es necesario un diagnóstico precoz y un
tratamiento adecuado y prolongado en el tiempo”, afirma el Dr. Pérez Ruiz, reumatólogo del Hospital
Universitario Cruces e Instituto de Investigación Biomédica Biocruces de
Baracaldo (Vizcaya).
“El
objetivo de esta campaña es informar a la población y desmontar ciertos mitos
sobre la gota”, comenta
Hidalgo, “como, por ejemplo, que se trata de una enfermedad del pasado
provocada por excesos en la alimentación”.
Desmitificando
la enfermedad
La
gota se ha relacionado históricamente con los más poderosos y aquellos que
podían permitirse ciertos lujos. Sin embargo, no es necesario llevar una vida
de excesos para padecerla. “Se piensa que es una enfermedad autoinflingida
por malos hábitos y la realidad es que no es así. El problema real se debe en
muchos casos a una ineficaz eliminación del ácido úrico por parte del riñón”,
indica el experto.
Los
especialistas destacan el paulatino abandono de la dieta mediterránea y el
aumento de la ingesta de bebidas azucaradas y alcohol como algunos factores de
riesgo, pero no los únicos ni los principales. “Algunos estudios han llegado
a afirmar incluso que el estilo de vida del paciente tiene influencia sobre su
enfermedad en tan sólo en el 15% de los casos”, señala el reumatólogo.
A
su juicio, “además de la dieta, hay que tener en cuenta que la población
está envejeciendo y por tanto, cada vez hay más personas con enfermedad renal
crónica o que toman medicamentos, algunos de los cuales favorecen el aumento de
los niveles de ácido úrico en sangre”.
Consecuencias más allá del pie
La
percepción de muchos pacientes y profesionales es que la gota sólo se reduce a una
inflamación aguda de las articulaciones, cuando no es así. Es una enfermedad
con síntomas intermitentes en el estado inicial y que, en aquellos pacientes en
los que el tratamiento no es efectivo, avanza provocando lesiones graves en la
mitad de los afectados al cabo de una o dos décadas.
El
78% de los españoles cree que se limita a la inflamación del dedo gordo del pie
o a un dolor intenso en las articulaciones (58%) y sólo la mitad de los
encuestados sabe que la gota también es un factor de riesgo para padecer un infarto
de miocardio. No obstante, la mayoría de la población sí es consciente de que esta
enfermedad afecta a la vida diaria de los pacientes (79%), provocando un
deterioro en su calidad de vida (78%).
La
gota sí tiene cura
Según
el Dr. Pérez Ruiz, “los pacientes suelen tener en cuenta sólo episodios
agudos y creen que si desaparecen los síntomas no hay enfermedad, y esto es
incorrecto. Además, se cree que la gota no se puede curar y no es así. Los
cristales de ácido úrico se pueden eliminar con el tratamiento adecuado”. La terapia tiene como objetivo conseguir alcanzar y mantener unos niveles de
urato al menos por debajo de 6 mg/dl de forma permanente. Prácticamente el 90%
de los pacientes con gota necesitan tratamiento con medicamentos para ayudar a
reducir los niveles a ácido úrico hasta el punto óptimo para el tratamiento.
La
terapia debe ser progresiva y prolongada en el tiempo. “En ocasiones, una
vez el paciente supera la semana de dolor agudo e intenso o aprende a convivir
con el dolor crónico de baja intensidad, no vuelve a revisión. Una parte de la
responsabilidad de estas conductas la podemos tener los sanitarios. El paciente
afectado por la gota debe ser informado sobre las complicaciones de no seguir
un tratamiento a largo plazo y de recibir tratamiento sólo cuando tiene crisis”,
señala el portavoz de la SER.
Para
combatir esta enfermedad, los especialistas están de acuerdo en que es
fundamental un correcto diagnóstico y ofrecer toda la información disponible al
paciente. “La mayoría de afectados deben mentalizarse de que tendrán que
tomar medicamentos durante muchos años, igual que otros pacientes con
enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión, pero también deben
saber que los riesgos asociados o los efectos secundarios del tratamiento están
claramente superados por los beneficios para su salud y su calidad de vida”, concluye
el especialista.
No comments:
Post a Comment