La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, SEGG, ha lanzado un año más la campaña de vacunación frente a la gripe, que trata de sensibilizar sobre la importancia de la inmunización entre los mayores de 60 años, personal sanitario y cuidadores. Para los mayores, las tres vacunas claves son la de neumococo, tétanos y, por supuesto, gripe.
También el personal sanitario y los trabajadores al cuidado de los mayores y personas que conviven con éstos son beneficiarios de estas vacunas. El Grupo de Vacunas de la SEGG insiste en que las vacunas son seguras, eficaces y proporcionan beneficios no solo personales, sino también comunitarios. Se ha podido comprobar que la vacuna de la gripe reduce la hospitalización de personas mayores en más de un 30%, y la mortalidad por todas sus causas en un 50%.
La gripe es una de las causas más importantes de morbimortalidad de las personas mayores de 60 años, ya que directa o indirectamente provoca un aumento del riesgo de complicaciones y de hospitalizaciones más frecuentes y prolongadas. Solo en España se producen entre 1.400 y 4.000 muertes al año causadas por la gripe y sus complicaciones.
La edad avanzada supone en sí misma un importante factor de riesgo añadido en la enfermedad gripal, incluso sin existir otras afecciones subyacentes. Esto es debido al declive de la inmunidad celular. Si a esto le unimos que con los años hay mayor incidencia de otras condiciones de carácter crónico, entendemos que las muertes por gripe se incrementan en los mayores.
Grupo de riesgo
"Los mayores de 65 años son un grupo importante de riesgo frente a la gripe y especialmente vulnerable si presentan un proceso crónico o si viven en residencias", explica el Dr. José Antonio López Trigo, presidente de la SEGG, quien advierte además de que "la gripe puede causar neumonías, bronquitis, otitis y sinusitis, y puede suponer un riesgo para la vida de las personas mayores y grupos con patología crónica y factores de riesgo"
Por eso, el Grupo de Vacunas de esta sociedad científica recomienda la vacunación de la gripe a todas las personas mayores de 60 años, pero también a las personas menores de 60 años que padezcan alguna enfermedad crónica como enfermedades cardiovasculares o pulmonares, entre otras, enfermedades hepáticas o renales crónicas, metabolopatías crónicas, enfermedades crónicas sanguíneas, neuropatías crónicas, inmunodeprimidos, mujeres embarazadas y trabajadores sanitarios y cuidadores.
La enfermedad neumocócica y herpes zóster
La enfermedad neumocócica es un importante problema de salud pública, principalmente en la población de edad avanzada, ya que induce a una amplia gama de patologías, como la neumonía, la meningitis y la septicemia. En concreto, en pacientes de edad avanzada, la tasa de mortalidad está entre un 20 y un 40%. El neumococo es el responsable de hasta el 50% de las neumonías extrahospitalarias adquiridas por adultos y hasta el 36% de las neumonías que requieren hospitalización.
En esta línea, el Grupo de Vacunas de la SEGG incluye este año la recomendación de la novedosa vacuna contra el herpes zóster para adultos y mayores. El herpes zóster proviene del virus de la varicela que, tras quedar acantonado en los ganglios sensoriales, espera el momento en el que un descenso de la inmunidad celular desencadene la reactivación del virus que provoca la característica "culebrilla" que, en pacientes inmunodeprimidos, la infección se puede extender y producir enfermedad sistémica, envolviendo varios órganos y múltiples dermatomas, dando lugar al llamado zóster diseminado.
"El herpes zóster raramente provoca la muerte de los pacientes inmunocompetentes, pero el zóster diseminado sí puede producir la muerte por encefalitis, hepatitis o neumonitis y cuenta con una mortalidad de entre el 5 y el 10% de los pacientes que lo padecen", asegura el Dr. Luis Salleras, catedrático de Medicina Preventiva de la U. de Barcelona y miembro del Grupo de Vacunas de la SEGG.
Otras vacunas recomendables
La SEGG también ha presentado un documento con las recomendaciones de vacunación para las personas mayores frente a otro tipo de enfermedades como, por ejemplo el tétanos. Según explica el Dr. Luis Salleras "las personas mayores, sobre todo las que tienen heridas, por ejemplo por estar hospitalizados, son muy susceptibles a contraer el tétanos. De hecho, la gran mayoría de las personas mayores no están protegidos frente a esta enfermedad, sobre todo los que nacieron antes de las campañas de vacunación del año 1965".
La SEG insiste también en la importancia de vacunar al personal sanitario, lo cual, según el presidente de la SEGG, José Antonio López Trigo, es un "ejercicio de responsabilidad", porque están en contacto con muchas enfermedades que pueden transmitir a sus pacientes; además, añade, "el personal sanitario es un vector social; si el paciente ve que el médico se vacuna pensará que no es algo tan malo. Los profesionales sanitarios a veces creemos que a este lado de la bata blanca no hay enfermedades, y es un modo de pensar que debemos cambiar", asegura.
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