Uno de los Simposios más destacados en el marco del Congreso de Enfermedades
Cardiovasculares de la SEC (Sociedad Española de Cardiología), celebrado estos
días en Valencia, es el organizado por Área Científica de Menarini España bajo el título “Angina estable. Nuevas guías, nuevos
retos”, que tendrá lugar
mañana. Moderado por el Dr. José Luis López-Sendón, miembro
del Comité Científico y jefe del Servicio de Cardiología del Hospital La Paz de
Madrid, y por el Dr. Andrés Iñiguez,
Jefe de Servicio de Cardiología y Director del Área de Gestión de Cardiología
del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo, en él se debaten las novedades
más destacadas en referencia al diagnóstico y tratamiento de la angina estable.
Asimismo, en esta edición se presentan las nuevas guías de la Sociedad Europea
de Cardiología, con recomendaciones para el manejo de esta
patología.
Los
expertos coinciden en destacar que, en los últimos años, se está produciendo un
cambio de rumbo en el tratamiento farmacológico de la cardiopatía isquémica,
gracias a la acción de nuevos fármacos. Asimismo, aseguran que es preciso
continuar insistiendo en la necesidad de un mayor compromiso tanto de médicos
como pacientes en el control de los factores de riesgo cardiovascular. Así se ha
señalado en este Congreso anual, el mayor en español dirigido a profesionales
involucrados en la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades
cardiovasculares. El Simposio contará con la participación del Dr. José Ramón González-Juanatey (Santiago
de Compostela), el Dr. José Luis Zamorano (Madrid) y el Dr. Ángel Cequier
(Barcelona), además del Dr. López-Sendón.
El
diagnóstico de la angina estable, punto de partida y auténtico
reto
La
prevalencia de la angina estable en la población general es superior al 10% en
hombres mayores de 65 años, representa un 5% de las mujeres en esa misma franja
de edad y no deja de aumentar, debido al envejecimiento progresivo, la mayor
esperanza de vida y el aumento de
la
obesidad, entre otros factores. Además, aproximadamente el 50% de los pacientes
que han sufrido infarto de miocardio también presentan angina estable, así como
entre el 30 y 40% de los pacientes que han sido sometidos a revascularización o
cateterismo. Sin embargo, según el Dr. López-Sendón, “su diagnóstico es todavía un reto, a causa
de las diversas comorbilidades que presentan los pacientes de edades avanzadas y
a una tendencia general a dar importancia al dolor sólo cuando es realmente
intenso. Por tanto, todavía es preciso avanzar en ese sentido, ya que el
diagnóstico es el punto de partida para garantizar un tratamiento adecuado en
cada caso, confirmando o descartando la existencia de posibles lesiones
coronarias”.
Esta
necesidad de un correcto diagnóstico es uno de los principales temas tratados en
las nuevas guías de la Sociedad Europea de Cardiología, que recoge el conjunto
de recomendaciones y necesidades en el tratamiento de la angina crónica estable.
Ranolazina,
nuevos tratamiento de la angina estable
En
cuanto al tratamiento médico, se están produciendo muchos cambios en los últimos
años. Si bien los fármacos de primera línea (betabloqueantes, nitratos,
antagonistas del calcio, IECAs (inhibidores de la enzima convertidora de
angiotensina), estatinas y antiagretantes no han cambiado, hoy existen nuevos
tratamientos, como la ranolazina
(1,2), especialmente indicada en pacientes
diabéticos debido a su capacidad para reducir los niveles de hemoglobina
glicosilada.
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