Una vez superada la crisis que ha supuesto la pérdida de la patente de atorvastatina, la multinacional Pfizer ha centrado su actividad en I+D en seis áreas estratégicas: oncología, neurología y dolor, cardiovascular, inmunología e inflamación, enfermedades raras y biosimilares y vacunas.
Precisamente, sobre esta última área cuenta con buenas previsiones la farmacéutica. De hecho, Emilio Emini, vicepresidente de Investigación y Desarrollo de Vacunas, considera que el pipeline actual dará para “la próxima década, puede que incluso dos”.
La ‘perita en dulce’ de los productos en desarrollo es, según Emini, la vacuna para prevenir la enfermedad neumocócica en niños, que se encuentra en Fase III. El directivo explica que esta dolencia es una de las principales causas de mortandad en niños, y que esta es la primera vacuna especialmente diseñada para esta población.
De hecho, cuenta que Pfizer quiere “asegurar que los pacientes de países en vías de desarrollo” puedan tener acceso a la vacuna. Por ello, se trabaja en formulaciones especiales del producto y de diseño de envases pensados para usarse en las condiciones que puedan ser necesarias.
Prevención del tabaco
No es esta la única novedad que se puede observar en el pipeline de vacunas de la compañía de origen estadounidense, que se ha presentado en un encuentro digital vía on line, este martes. En Fase I, la multinacional trabaja en una vacuna para prevenir el tabaco, ni más ni menos. “Se trata de un anticuerpo que evita que la nicotina entre en el sistema nervioso. En este producto, tenemos resultados prometedores y esperamos más a lo largo del próximo año”, apunta Emini.
Asimismo, en preclínica, el laboratorio tiene en marcha un “amplio programa” con el fin de encontrar una ‘vacuna’ contra el cáncer, el de próstata para ser más concretos. “Esperamos entrar en fases clínicas en ocho meses”, calcula.
Fuente: Redacción Médica
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