Los problemas de visión condicionan en gran medida
nuestra actividad diaria a la hora de acometer tareas básicas como leer, escribir,
comprar o cocinar. Multitud de soluciones a nuestra disposición, como gafas,
lentes de contacto o cirugía, posibilitan que ciertas dificultades visuales no
se conviertan en limitantes. Aún así, existen factores como la genética, la
edad o los accidentes que afectan sobremanera hasta el punto de producir una
discapacidad visual, una disminución significativa de la agudeza o del campo
visual del ojo. Las principales causas son enfermedades relacionadas con el
envejecimiento, como las cataratas.
Según el doctor Nabil Ragaei
Kamel, jefe del servicio de Oftalmología del Hospital Quirón Marbella, “con la
edad, el cristalino va perdiendo transparencia y elasticidad, por lo que no
consigue enfocar de cerca y se presenta la presbicia o vista cansada. Este deterioro
continúa y a la vista cansada le sigue la esclerosis y, posteriormente, la
catarata”. Las cataratas son las opacidades que surgen en una lente natural que
tenemos dentro del ojo que se conoce como cristalino. Este ha de ser
transparente y, además, tiene elasticidad, por lo que consigue cambiar la
potencia para enfocar a diferentes distancias. Cuando esto empieza a
perturbarse, se producen las complicaciones. “La esclerosis reduce mucho la
calidad de visión, la sensibilidad al contraste, las tonalidades de colores y
la visión nocturna. Con la catarata, a estos problemas se suma un empeoramiento
de la agudeza visual, es decir, la capacidad de lectura a distancia, que es
como se valora”, añade el doctor Nabil Ragaei.
Hay diversos tipos de cataratas,
en función de cómo se presenten y según la zona del cristalino que comprometan.
Algunas quitan agudeza visual muy lentamente, por lo que la persona se va
acostumbrando a ello y lo achaca al deterioro general por la edad. Otras restan
visión más rápidamente o a edades más tempranas, por lo que el paciente lo
detecta enseguida. En cualquier caso, mientras antes se diagnostique y trate la
pérdida de la visión, más posibilidades hay de preservar lo que quede de vista.
Para ello, los especialistas recomiendan someterse a exámenes oculares
completos regularmente.
Tratamiento con lentes intraoculares para presbicia y
cataratas
El tratamiento de las cataratas
siempre es quirúrgico y consiste, mediante microcirugía, en abrir una ventana
en la cápsula anterior del cristalino y vaciar el cristalino esclerótico o cataratoso
donde se implanta una lente intraocular. Un procedimiento idéntico se aplica en
cristalinos transparentes o escleróticos que han perdido cierta elasticidad y,
por lo tanto, presentan presbicia con dependencia de gafas para visión
intermedia y cercana, condición que se corrige con un implante de lente
intraocular multifocal.
El jefe de Oftalmología del
Hospital Quirón Marbella subraya que, “actualmente, lo más novedoso son las
lentes intraoculares trifocales, con las que se consigue una buena visión para
cerca, lejos, así como para una distancia intermedia, que hasta ahora no
permitían las monofocales y bifocales”. Así, el avance tecnológico ha
contribuido al desarrollo de las lentes, hasta conseguir modelos que enfoquen
diferentes distancias, con variantes que rebajan los halos en las luces y
mejoran mucho la sensibilidad al contraste, con lo que la visión en penumbra es
mejor.
Ventajas frente a lentes monofocales y bifocales:
• Capacidad para mejorar la visión de todas las distancias
• Mayor rapidez en la recuperación y adaptación al cambio
• La población que puede ser tratada con este tipo de
lentes es más amplia
• Los halos de luz quedan erradicados con esta nueva
tecnología
• También corrigen el astigmatismo
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