La mayoría de las enfermedades autoinmunes sistémicas pueden tener entre
sus manifestaciones la afectación pulmonar, en forma de neumopatía intersticial
(también llamada enfermedad pulmonar intersticial difusa o EPID, por sus
siglas). Esta complicación es más frecuente en la esclerosis sistémica y en
algunos tipos de miositis inflamatorias. También puede aparecer en la artritis
reumatoide (AR), en la cual puede tener una prevalencia de hasta un 30% de los
casos; sin embargo, solo es clínicamente relevante en aproximadamente un 5% de
los mismos y suele aparecer antes en pacientes con peor control de la actividad
articular, según ha puesto de manifiesto la Dra. Patricia Carreira, reumatóloga
del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y una de las coordinadoras
del IV Curso de Neumopatía Intersticial de la Sociedad Española de
Reumatología, que se ha celebrado el 4 y 5 de octubre, con la colaboración de
Bristol Myers Squibb (BMS).
A
juicio de la especialista, “se ha descrito, además, que algunos tratamientos utilizados
frecuentemente en las enfermedades reumáticas, pueden producir afectación
intersticial pulmonar. En este sentido, es difícil establecer si la neumopatía
es consecuencia de la propia enfermedad o es secundaria al tratamiento
empleado”.
Manifestaciones
y detección precoz
La
neumopatía intersticial es una complicación grave, ya que puede evolucionar
hasta producir insuficiencia respiratoria, y se asocia con mayor mortalidad en
todas estas enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas en las que aparece.
Por eso es muy importante detectarla precozmente, para establecer lo más pronto
posible una estrategia terapéutica adaptada a cada paciente. “Es importante
también conocer los factores de riesgo asociados al desarrollo de afectación
pulmonar en cada una de las enfermedades en las que puede aparecer, y
establecer mecanismos para detectar aquellos pacientes que pueden presentar una
forma de neumopatía intersticial más grave y progresiva”, precisa la Dra.
Carreira, quién insiste en que “el patrón oro para el diagnóstico de la
neumopatía intersticial es el TAC torácico de alta resolución”.
Para
su seguimiento –añade- “es imprescindible realizar de forma secuencial las
pruebas de función respiratoria. Este seguimiento es esencial para objetivar la
progresión o estabilidad de la neumopatía intersticial, lo que indicará si se
debe modificar o ‘escalar’ el tratamiento”.
Por
otro lado, el Dr. Iván Castellví, reumatólogo del Hospital Santa Creu i Sant
Pau (Barcelona) y también coordinador del curso, insiste en que “sin duda, el
paciente es una parte clave del tratamiento y se tiene que implicar activamente
en el mismo. Los profesionales deben incidir en el cumplimiento de hábitos de
vida saludable en los que se evite fumar y se fomente la realización de
ejercicio de manera moderada, así como ejercicios de fisioterapia respiratoria
cuando se requiera. Además, no habría que olvidar la recomendación de la vacuna
frente a la gripe y el neumococo (y probablemente frente la COVID- 19 cuando
esté disponible)”.
Avances
y abordaje multidisciplinar
Respecto
a los tratamientos, los especialistas destacan que hay experiencias positivas
de algunos inmunosupresores sintéticos, terapias biológicas y antifibróticos
que “permiten mejorar el pronóstico y la calidad de vida de nuestros pacientes
y se está avanzando en la investigación en este campo”.
El Dr.
Castellví recalca que “en este ámbito el abordaje multidisciplinar es clave”.
En muchas ocasiones la enfermedad reumatológica debuta con clínica pulmonar,
por lo que el enfermo probablemente acuda en primer lugar al neumólogo. Otras
veces, el paciente con una enfermedad autoinmune sistémica ya diagnosticada
presentará disnea, pero sin relación a neumopatía intersticial. Y
radiológicamente e histológicamente existen muchas variantes de la enfermedad
intersticial pulmonar que no siempre se comportan de la misma manera en todas
las enfermedades reumatológicas. Estos hechos hacen que el trabajo entre
neumólogos, radiólogos, anatomo-patólogos y reumatólogos tenga que ser estrecho
y accesible, en beneficio de los pacientes”, señala el especialista.
IV
Curso de Neumopatía Intersticial
En
muchos casos, esta complicación pasa desapercibida al inicio, y solo se
diagnostica cuando ya ha tenido una progresión importante y el paciente presenta
síntomas que interfieren con su vida cotidiana, como la tos o la disnea de
esfuerzo. La lesión patológica (histológica) de la enfermedad intersticial
pulmonar es una fibrosis pulmonar, habitualmente irreversible. Por tanto, “es
imprescindible aumentar el conocimiento de esta complicación tanto en la
comunidad reumatológica como en la neumológica, con el fin de realizar un
diagnóstico lo más precozmente posible, que permita establecer la estrategia
terapéutica más adecuada en cada paciente”. De ahí la importancia de este IV
Curso de Neumopatía Intersticial de la Sociedad Española de Reumatología, que
cuenta con el apoyo de BMS.
En
opinión del Dr. Castellví, “se trata de un curso fresco y dinámico, donde se
abordan todos los temas principales relacionados con las diferentes caras que
puede presentar la neumopatía intersticial dentro de las enfermedades
reumatológicas, las técnicas relevantes y los tratamientos que podemos ofrecer
a nuestros enfermos, valorando todos estos aspectos desde diferentes puntos de
vista enriquecedores”. Además, también participa como coordinador el Dr. José
Antonio Rodríguez Portal, de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía
Torácica (SEPAR), una sociedad científica con la que existe una estrecha y
fructífera relación.
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