El área de Oftalmología del Hospital Costa del Sol cuenta con una unidad de acto único de tratamiento intravítreo (UTIV), con consultas diarias, cuyo objetivo es reducir la incidencia de la ceguera evitable por enfermedades de la retina, susceptible de tratamiento intraocular. Con ella pretende mejorar la capacidad funcional de estos pacientes, mejorando la adherencia al tratamiento así como su efectividad y eficiencia. En esta unidad se tratan principalmente enfermedades maculares. La más frecuente, la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una enfermedad ocular progresiva altamente invalidante que se caracteriza por la aparición de lesiones degenerativas en la mácula, la parte más noble de la retina y responsable de que se puedan distinguir detalles. Su afectación conlleva una pérdida más o menos gradual de la visión central. La DMAE es la principal causa de ceguera en España y afecta aproximadamente a 700.000 personas, lo que supone una prevalencia del 1,5% respecto a la población global. Además, se estima que hasta tres millones se encuentran en riesgo de padecerla en España.
En su conjunto se trata de patologías, como el edema macular diabético o secundario a otras enfermedades, cuya consecuencia final es la pérdida de visión, en mayor o menor medida, y con carácter, más o menos, irreversible. De ahí la importancia de contar con esta unidad altamente especializada que ofrece al paciente el acto único, es decir, una atención integral que incluye en el mismo día, el diagnóstico, seguimiento, tratamiento y su próxima cita. El número de visitas que necesitan estos pacientes para tratar esta patología es muy elevado. Con ello, se reduce el número de consultas, se evitan demoras en la instauración de los tratamientos y se mejora la adherencia, puntos vitales para asegurar el mejor resultado posible, minimizando, en lo posible, el avance de la enfermedad y sus efectos invalidantes.
El tratamiento más frecuente para las personas con degeneración macular asociada a la edad es, principalmente, la administración directa en el ojo de un anticuerpo contra el factor de crecimiento del endotelio vascular, los fármacos anti-VEGF, mediante inyección intravítrea. Éstos se inyectan en el ojo en ubicaciones destinadas, de forma exhaustiva, a tal fin.
Esta unidad de tratamiento intravítreo en acto único lleva en funcionamiento en el área de Oftalmología de Consultas Externas del Hospital Costa del Sol desde junio de este año, como resultado de las continuas mejoras que se han ido adoptando en los circuitos, siempre en base a la evidencia científica disponible desde que se comenzara con la administración de estos tratamientos en 2007. Atiende alrededor de 90 pacientes semanales, realizando unas 5000 inyecciones al año. La previsión, no obstante, es que estas cifras sigan aumentando, no sólo por el desarrollo de nuevos fármacos e indicaciones, sino también por el progresivo aumento de la población mayor de 50 años que se está experimentando en la sociedad.
La puesta en marcha de esta unidad ha supuesto un cambio de paradigma. Por un lado, ha sido necesaria la subespecialización de los facultativos y de los profesionales de enfermería –enfermeras y auxiliares- que también han adecuado su formación y competencias. Y, por otro, también requiere del trabajo coordinado con el servicio de Farmacia, responsable de facilitar los fármacos a diario. Además, se ha realizado también un gran esfuerzo en la adecuación de los espacios y equipamientos en una única zona en Consultas Externas, por parte del área de Servicios y Procesos Industriales y de la de Aprovisionamiento.
Esta unidad está compuesta por seis facultativos/as especialistas en Oftalmología y por un amplio equipo de enfermeras y auxiliares de consultas externas. Los celadores de esta área facilitan también la disponibilidad de fármacos sirviendo de enlace con el servicio de Farmacia.
Para la directora del área de Oftalmología, Mercedes Lorenzo, “este tipo de unidades nos permiten disponer de un circuito racional y eficiente que posibilita maximizar la efectividad y mejorar la accesibilidad de los tratamientos, fundamental para poder llevar a cabo cuanto antes estas terapias intravítreas, mejorando el pronóstico y evolución de esta enfermedad”.
En palabras del responsable de unidad de esta especialidad, Saturnino Gismero, “su funcionamiento permite, además, mejorar también la gestión de los recursos disponibles, el registro de datos con el objetivo de aportar valor y poder analizar la calidad del proceso, estimular la investigación e introducir el concepto de resultados en salud, algo especialmente interesante ya que permite humanizar la asistencia, dando voz a los pacientes”.
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