Traductor

Showing posts with label Pilar Sáiz. Show all posts
Showing posts with label Pilar Sáiz. Show all posts

16 March 2010

Más del 90% de los suicidios presentan patología psiquiátrica

Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), el suicidio se situó en nuestro país, en 2008, como la primera causa no natural de defunción, con 3.421 personas fallecidas. Por sexo, los varones consuman el suicidio con una frecuencia entre 2 y 4 veces mayor que las mujeres, mientras que éstas realizan intentos de suicidio con una frecuencia 2-3 veces superior a la de los varones. Estas cifras suponen un número de muertes superior al de personas fallecidas en accidentes de tráfico.
Asimismo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente un millón de personas fallece por suicido en el mundo, y el número de tentativas suicidas es unas 10-20 veces mayor. Es decir, se produciría una muerte por suicidio cada 40 segundos y una tentativa cada 3 segundos.
En este sentido, según la Dra. Pilar Saiz Martínez, Profesora Titular del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo, "la puesta en marcha de programas preventivos de diversa índole es fundamental a la hora de reducir las tasas de comportamientos suicidas. A pesar de que el suicidio se ha convertido en uno de los focos prioritarios de la política sanitaria en la Unión Europea y la primera línea de Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud, la prevención de suicidio en la población general es uno de los objetivos principales".
Con el objetivo de abordar este problema de gran relevancia, expertos de reconocido prestigio se han dado cita en la Jornada "La conducta suicida". El acto, presentado y moderado por D. José Manuel González-Huesa, Presidente de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), cuenta con la presencia de los profesores Jerónimo Saiz, Presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP); Julio Bobes, Presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB); y José Giner, Presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM). Asimismo, en el acto intervienen la Dra. Pilar Sáiz Martínez, Profesora Titular del departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo-CIBERSAM; el Dr. José Luis Ayuso Mateos, Catedrático de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid y Hospital Universitario de la Princesa; el Dr. Enrique Baca García, Jefe del Servicio de Psiquiatría de la Fundación Jiménez Díaz y Profesor del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Columbia de Nueva York; y el Dr. Lucas Giner Jiménez, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Sevilla.
Existen una serie de factores considerados como predictores de riesgo suicida: padecer un trastorno mental (siendo los que se acompañan de un mayor riesgo), la presencia de pensamiento suicida, las verbalizaciones suicidas y la planificación del acto, los antecedentes personales de tentativa suicida (constituye el mejor factor predictor conocido hasta la fecha), el aislamiento social, los sentimientos de desesperanza, factores sociodemográficos entre los que se incluye el sexo masculino y la edad por encima de los 55-60 años, los antecedentes familiares de suicidio consumado, la presencia de factores estresantes agudos o crónicos (entre los que se puede incluir enfermedades físicas de tipo crónico o discapacitante), etc.
Entre las recomendaciones para la prevención del suicidio, la Dra. Saiz recomienda: incrementar la formación de los profesionales de la salud; restringir el acceso a los principales métodos suicidas; fomentar la concienciación sobre el problema a nivel comunitario y entre profesionales sanitarios y de otros sectores relevantes; implementar medidas para reducir los principales factores de riesgo asociados a los comportamientos suicidas (consumo excesivo de alcohol y drogas, depresión y estrés) y, por último, facilitar las medidas de soporte adecuadas a aquellas personas que hayan realizado tentativas suicidas o que, de modo indirecto, se hayan visto afectadas por ellas.
En este sentido, el Dr. Ayuso subraya que "es necesario la utilización de un protocolo estandarizado en los hospitales para la recogida de información asociada al suicidio que sirva de guía para la toma de decisiones de las intervenciones, la creación de una red centinela en las urgencias de los hospitales para tener un observatorio permanente de la conducta suicida y poder monitorizarla de forma cercana y detallada. Y por último, garantizar que una vez dados de alta, los pacientes que han cometido intentos de suicidio acudan al seguimiento ambulatorio pautado".

--Bases biológicas de la conducta suicida
"El 90% de personas que fallecen por suicidio sufren algún trastorno mental, en los intentos de suicidio este porcentaje se mantiene", según explica la Dr. Baca. Hay que tener presente que todos los trastornos mentales incrementan el riesgo de suicidio en relación al de la población general, "pero dicho riesgo varía en función del trastorno mental padecido, de modo que los que más influyen -son los trastornos afectivos, la dependencia de alcohol y/o de otras drogas y las psicosis no afectivas".
Asimismo, según el Dr. Baca, las evidencias que apuntan a que los genes tienen un papel relevante en la predisposición a la conducta suicida son cada vez mayores. "Los estudios familiares, de adopción y de gemelos muestran que aproximadamente el 40% de la variabilidad en la conducta suicida podría tener una base genética. El riesgo genético para fenómenos complejos como los trastornos mentales y la conducta suicida no es el resultado de un único gen, sino de varios genes dispersos a lo largo de todo el genoma".
"En el momento actual no existen dudas de que el suicidio es un comportamiento determinado por factores bio-psico-sociales. En los últimos años se ha realizado un gran esfuerzo investigador para tratar de conocer los posibles biomarcadores de este tipo de comportamiento y hasta la fecha los hallazgos más sólidos provienen de la presencia de niveles bajos de ácido 5-hidroxiindolacético (5-HIAA), el principal metabolito de la serotonina, en el líquido cefalorraquídeo", añade el Dr. Baca.
No obstante, el Dr. Baca explica que la asociación entre la disfunción serotonérgica y el suicidio es independiente del diagnóstico psiquiátrico. "Hay estudios que demuestran que las alteraciones de la respuesta al estrés, en particular la hiperactivación del eje hipotálamo-hipofisario-adrenal, en pacientes con conductas suicidas".
También se ha encontrado una relación entre comportamientos violentos, conductas suicidas y pobre control de impulsos, y la tendencia a presentar hipoglucemias en el test de sobrecarga oral de glucosa. "Se ha sugerido que el déficit de serotonina podría disponer a los individuos a la falta de control de impulsos, la alteración del metabolismo de la glucosa y los comportamientos violentos", añade el Dr. Baca.
Por otro lado, los lípidos son componentes fundamentales de las membranas biológicas teniendo un efecto estabilizador en ellas y regulando receptores específicos. En este sentido, el Dr. Baca señala que "distintos trabajos abordan la posible relación entre los niveles bajos de colesterol total (160 mg/dl o menos) y del LDL-colesterol con un mayor riesgo de suicidio."

--La autopsia psicológica: estudio del suicidio consumado
La autopsia psicológica (AP) consiste en una entrevista diagnóstica con familiares y personas del entorno del individuo que se ha suicidado un tiempo después de la muerte. Según explica el Dr. Lucas Giner, "además se pueden obtener datos clínicos que pueden ser interesantes estudiar en la conducta suicida".
"En la actualidad, es considerado internacionalmente como el mejor método de estudio del suicido consumado, como indica el creciente número de trabajos que siguen esta metodología y la gran cantidad de información que se obtiene", comenta el Dr. Giner.
El análisis de la conducta suicida, según el Dr. Giner, "es complejo, puesto que es el resultado de factores psicológicos, sociales, culturales y biológicos. Por tanto, el acercamiento debe ser lo más exhaustivo posible. La autopsia psicológica (AP), término acuñado por Schneidman en la década de los 60, es un método que se ha usado desde hace casi un siglo".
Lo más específico de la AP es que la información que se obtiene es procedente de suicidios consumados, en lugar de intentos de suicidio, como se hace en la gran mayoría de trabajos, que pueden tener características clínicas distintas.
Además de las ventajas expuestas de la caracterización del suicidio consumado están la oportunidad de atender a los familiares de una forma sistemática y la posibilidad de recoger muestras biológicas del cadáver, completando la visión psicobiosocial de una conducta tan compleja como es el suicidio.
En 2006 se comenzó en Sevilla el estudio mediante AP denominado FRIENDS (Factores de Riesgo en Defunciones por Suicidio), que está coordinado por el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Sevilla y el Instituto de Medicina Legal de Sevilla y el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Granada, con la financiación del American Foundation for Suicide Prevention y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental. En la actualidad se han realizado más de 300 AP en suicidio consumado y se tiene muestras genéticas en más de 400 casos.
Asimismo, el Dr. Giner señala que "el factor de riesgo más importante de suicidio consumado es la historia de intentos de suicidio previos. Las cifras de antecedentes de conducta suicida en suicidas están entre un 30% y un 50%".
"Otra variable que también se ha relacionado con los suicidios en todo el mundo es la existencia de situaciones estresantes previas, desde el ultimo año, últimos 6 meses o días previos, principalmente se trata de conflictos personales, de pareja y problemas de salud", añade.
Por último, el Dr. Giner señala la importancia que tiene atención primaria en la prevención de la conducta suicida. "Hay hechos que reflejan que la mayoría de los intentos de suicidio y de suicidio consumado habían tenido contacto previo con el médico de atención primaria (MAP). Una proporción importante de suicidios no tiene contacto con los dispositivos de Salud Mental porque la derivación a Salud Mental tras un intento no siempre es aceptada por los pacientes, por lo que deja al MAP como el primer nivel de prevención para evitar nuevas conductas suicidas".

23 October 2009

El consumo de alcohol y drogas son factores de riesgo asociado a los comportamientos suicidas


Según datos de la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente un millón de personas fallece por suicido en el mundo, y el número de tentativas suicidas es unas 10-20 veces mayor. Es decir, se produciría una muerte por suicidio cada 40 segundos y una tentativa cada 3 segundos. Concretamente, en nuestro país, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), durante el año 2007, se suicidaron 3.263 personas.
Según la Prof. Pilar Saiz Martínez, del departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo, "estas cifras suponen un número de muertes similiar al de personas fallecidas en accidentes de tráfico e incluso superior al número de defunciones causadas por los conflictos bélicos".
El Pacto Europeo sobre Bienestar y Salud Mental, celebrado en Bruselas, en Junio de 2008, establece cinco áreas prioritarias de acción en Salud Mental, la primera de las cuales hace referencia a la prevención de la depresión y de los comportamientos suicidas.
Entre las medidas prioritarias recomendadas se incluyen: incrementar la formación de los profesionales de la salud; restringir el acceso a los principales métodos suicidas; fomentar la concienciación sobre el problema a nivel comunitario y entre profesionales sanitarios y de otros sectores relevantes; implementar medidas para reducir los principales factores de riesgo asociados a los comportamientos suicidas (consumo excesivo de alcohol y drogas, depresión y estrés) y, por último, facilitar las medidas de soporte adecuadas a aquellas personas que hayan realizado tentativas suicidas o que de modo indirecto se hayan visto afectadas por ellas.
Factores de riesgo
Aproximadamente, en la mayor parte de los países en los que se ha estudiado el fenómeno del suicidio, las mujeres presentan mayores tasas de ideación suicida y de comportamientos suicidas. No obstante, según la Prof. Saiz "la mortalidad producida por estos actos es típicamente más baja en las mujeres que en los hombres. Las tentativas de suicidio son más frecuentes en las mujeres y los suicidios consumados lo son más en los hombres".
"Aproximadamente, los varones consuman el suicidio con una frecuencia entre 2 y 4 veces mayor que las mujeres, mientras que éstas realizan intentos de suidio con una frecuencia 2-3 veces superior a la de los varones. Concretamente, en nuestro país, según datos del INE del año 2007, la tasa de suicidio por 100.000 habitantes fue de 11 para los hombres y de 3,5 para las mujeres", comenta la Prof. Saiz.
Existen una serie de factores que podemos considerar como factores predictores de riesgo suicida, entre ellos estarían los siguientes: padecer un trastorno mental (siendo los señalados previamente los que se acompañan de un mayor riesgo), la presencia de ideación suicida, las verbalizaciones suicidas y la planificación del acto, los antecedentes personales de tentativa suicida (constituye el mejor factor predictor conocido hasta la fecha), el aislamiento social, los sentimientos de desesperanza, factores sociodemográficos entre los que se incluye el sexo masculino y la edad por encima de los 55-60 años, los antecedentes familiares de suicidio consumado, la presencia de factores estresantes agudos o crónicos (entre los que se puede incluir enfermedades físicas de tipo crónico o discapacitante), etc.
"El 90-95% de personas que se suicidan cumplen criterios de trastorno mental en el momento del suicidio", según explica la Prof. Saiz hay que tener presente que todos los trastornos mentales incrementan el riesgo de suicidio en relación al de la población general, "pero dicho riesgo varía en función del trastorno mental padecido, de modo que los trastornos que se acompañan de mayor riesgo son los trastornos afectivos, la dependencia de alcohol y/o de otras drogas y las psicosis no afectivas".
Actualmente, se está tratando de conocer mejor aquellos factores que pueden tener un papel protector evitando la comisión de dichas conductas, tales como la ausencia de variantes genéticas que confieren susceptibilidad, presencia de soporte socio-familiar adecuado, tratamiento adecuado de la enfermedad de base, etc.
"En el caso de los trastornos esquizofrénicos son momentos de especial riesgo los primeros años de la enfermedad o las semanas subsiguientes a un alta hospitalaria", añade la Prof. Saiz.
El suicidio es un comportamiento determinado por factores bio-psico-sociales
Según la Prof. Saiz, "en el momento actual no existen dudas de que el suicidio es un comportamiento determinado por factores bio-psico-sociales. En los últimos años se ha realizado un gran esfuerzo investigador para tratar de conocer los posibles biomarcadores de este tipo de comportamiento y hasta la fecha los hallazgos más sólidos provienen de la presencia de niveles bajos de ácido 5-hidroxiindolacético (5-HIAA), el principal metabolito de la serotonina, en el líquido cefalorraquídeo".
En relación a las bases genéticas del suicidio, "el conocer cuáles son los genes responsables, en última instancia de este comportamiento es algo muy complicado, ya que el suicidio, como la inmensa mayoría de los trastornos mentales se incluyen dentro de lo que se denominan enfermedades genéticamente complejas (no se transmiten según un patrón de herencia mendeliana)", asegura la Prof. Saiz.
"Dichas enfermedades tienen un claro componente genético (descrito en estudios de familia, gemelares y de adopción), pero la susceptibilidad para el comportamiento viene dada por el efecto combinado de muchos genes (genes de efecto menor) y de diversos factores ambientales actuando conjuntamente", señala la Prof. Saiz.
Según la Prof. Saiz, la investigación genética en suicidio se ha centrado principalmente en el sistema serotoninérgico, "cuya implicación ha demostrado ser la más consistente hasta el momento, siendo el gen más estudiados y, con el que quizás se han obtenido más resultados positivos, el transportador de serotonina (SLC6A4)". No obstante, señala que en los últimos años se han obtenido resultados prometedores con otros genes, como por ejemplo el del BDNF. Quizás uno de los hallazgos más destacables en los últimos años es el realizado por el grupo de Caspi que ha puesto de manifiesto que existe una interacción entre los comportamientos suicidas, los acontecimientos vitales estresantes y determinadas variantes polimórficas del gen del transportador de serotonina. Habiendo sido, este hallazgo, replicado posteriormente por numerosos grupos de investigación.
"No obstante, hay que señalar que estos posibles biomarcadores están aún en fase de consolidación y no se utilizan en la práctica clínica cotidiana", afirma la Prof. Saiz.

CONTACTO · Aviso Legal · Política de Privacidad · Política de Cookies

Copyright © Noticia de Salud