“El
control clínico de los fármacos anticoagulantes tradicionales ha supuesto un
desbordamiento asistencial en los hospitales que ha afectado de manera
generalizada a las unidades de Hemostasia y Trombosis de todos los servicios de
Hematología”, ha apuntado el doctor Francisco Javier Batlle, jefe del
Servicio de Hematología del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña y
presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Trombosis y
Hemostasia (SETH). “Por ello, y por la incomodidad que dicho control supone para los
pacientes, los nuevos anticoagulantes orales han sido bienvenidos, ya que no
requieren monitorización, entre otras ventajas”. En el momento actual,
están disponibles tres fármacos anticoagulantes orales de nueva generación y
hay varios que todavía están por llegar.
En
base a la experiencia clínica acumulada hasta hoy, “parece obvia la necesidad de una
protocolización consensuada de los criterios de manejo y monitorización de
estos nuevos fármacos, así como de las pruebas más adecuadas que se deben
emplear”, apunta el experto. “Aunque se trata de medicamentos
extraordinariamente interesantes, plantean otros problemas importantes que hay
que resolver: su elevado coste sanitario en comparación con el tratamiento anticoagulante
convencional; la observación de efectos secundarios importantes que acontecen
en algunos pacientes, y el difícil control de las complicaciones hemorrágicas”.
Estos asuntos han sido abordados en varios simposios, además y en el contexto
de un encuentro pre-congreso en el que se han resumido los temas más relevantes
del último Congreso Internacional de Trombosis y Hemostasia, celebrado en
Amsterdam.
Otro
asunto destacado del programa científico SETH ha sido el abordaje del paciente
hemofílico adulto, un grupo de población donde “la experiencia es relativamente
limitada”, y muy especialmente en el caso de comorbilidades tales como
enfermedades cardiovasculares o problemas tumorales. “No cabe duda de que ya se dispone
de notable experiencia en el tratamiento y profilaxis de los episodios
hemorrágicos”, afirma el experto. No obstante, “el notable incremento en la
esperanza de vida de los pacientes hemofílicos plantea la necesidad de afrontar
estas nuevas comorbilidades con estrategias terapéuticas que pueden presentar
especiales complicaciones en el seno de una hemofilia, como es el caso del
tratamiento antitrombótico”, explica. Esta patología está siendo objeto
de “intensa
investigación” en el marco de la terapia génica.
Por
último, el experto ha destacado la participación de la doctora Denisa D.
Wagner, de la Harvard Medical School (Boston), en la XII Lección Conmemorativa
Ricardo Castillo-Antonio López Borrasca, que se celebrará mañana, a partir de
las 11:30 horas, en el Auditorio 1 de FIBES. A lo largo de su carrera
profesional, la doctora Wagner ha sido pionera en diversos trabajos
relacionados con la biología molecular del factor von Willebrand, la trombosis
venosa y el ADAMTS13. “En esta ocasión nos hablará de su última
línea de investigación, que supone una verdadera revolución en el conocimiento
del mecanismo de la trombosis”. Más concretamente, “ha logrado identificar una nueva
relación entre la inflamación y la trombosis que podría explicar, en cierta
medida, la insuficiencia de la terapéutica antitrombótica convencional que se
viene empleando en la práctica clínica”.
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