
Con la llegada del calor y la consiguiente subida de temperatura durante los meses estivales, los bebés se ven especialmente expuestos a sufrir golpes de calor y deshidratación. Es importante tener presente que ellos no son conscientes de sus necesidades y, además, les es imposible transmitirlas.
Belén Benito, farmacéutica de Laboratorios Suavinex explica que un lactante sano pierde, en proporción a su peso corporal, más líquidos que un adulto. A esto hay que añadirle la inmadurez de su sistema renal, "lo cierto -apunta la experta- es que los bebés no son capaces de crear orina igual de concentrada que los adultos, por lo que para eliminar la misma cantidad de impurezas necesitan eliminar más líquido, lo que contribuye a una deshidratación mayor". Por ello, y para mantener un equilibrio, lo ideal es que un bebé ingiera aproximadamente el líquido equivalente a un 15% de su peso corporal.
"Los recién nacidos alimentados con leche materna no suelen necesitar un aporte extra de líquido. No obstante, cuando suben las temperaturas es importante ofrecerle el pecho al bebé con mayor frecuencia para asegurarnos que tiene cubierto el aporte de líquido necesario", señala Benito.
Sin embargo, a los bebés alimentados con lactancia artificial, se les puede ofrecer un biberón con agua entre las tomas, "aunque siempre sin forzarle". Además, en este caso hay que cuidar la correcta preparación de los biberones de leche adaptada, dado que si están demasiado concentrados se limita el correcto aporte de líquidos.
Asimismo, en verano hay que prestar especial atención a la piel de los bebés, dado que su función barrera no está del todo madura y pierden agua con mayor facilidad. Por esta razón, conviene hidratar diariamente su piel mediante productos "que contengan principios activos humectantes, emolientes y lo más naturales posible, de manera que no resulten agresivos frente a su delicada piel", según indica la experta de Suavinex.
Belén Benito, farmacéutica de Laboratorios Suavinex explica que un lactante sano pierde, en proporción a su peso corporal, más líquidos que un adulto. A esto hay que añadirle la inmadurez de su sistema renal, "lo cierto -apunta la experta- es que los bebés no son capaces de crear orina igual de concentrada que los adultos, por lo que para eliminar la misma cantidad de impurezas necesitan eliminar más líquido, lo que contribuye a una deshidratación mayor". Por ello, y para mantener un equilibrio, lo ideal es que un bebé ingiera aproximadamente el líquido equivalente a un 15% de su peso corporal.
"Los recién nacidos alimentados con leche materna no suelen necesitar un aporte extra de líquido. No obstante, cuando suben las temperaturas es importante ofrecerle el pecho al bebé con mayor frecuencia para asegurarnos que tiene cubierto el aporte de líquido necesario", señala Benito.
Sin embargo, a los bebés alimentados con lactancia artificial, se les puede ofrecer un biberón con agua entre las tomas, "aunque siempre sin forzarle". Además, en este caso hay que cuidar la correcta preparación de los biberones de leche adaptada, dado que si están demasiado concentrados se limita el correcto aporte de líquidos.
Asimismo, en verano hay que prestar especial atención a la piel de los bebés, dado que su función barrera no está del todo madura y pierden agua con mayor facilidad. Por esta razón, conviene hidratar diariamente su piel mediante productos "que contengan principios activos humectantes, emolientes y lo más naturales posible, de manera que no resulten agresivos frente a su delicada piel", según indica la experta de Suavinex.
-Síntomas de la deshidratación en el bebé
Belén Benito también asegura que "la prevención es el mejor tratamiento para la deshidratación, aunque hay que prestar especial atención a indicadores que señalan que al bebé necesita aporte de líquidos como la ausencia de lágrimas; sequedad en piel, boca y lengua; una disminución en la secreción de orina y deposiciones menos blandas".
También es importante rehidratar de manera abundante al bebé en el caso de que sufra diarrea o vómitos, ya que cursan con una pérdida importante de líquidos, y se trata de trastornos muy frecuentes en los recién nacidos, que se producen al contar todavía con un sistema inmune poco maduro.
Belén Benito también asegura que "la prevención es el mejor tratamiento para la deshidratación, aunque hay que prestar especial atención a indicadores que señalan que al bebé necesita aporte de líquidos como la ausencia de lágrimas; sequedad en piel, boca y lengua; una disminución en la secreción de orina y deposiciones menos blandas".
También es importante rehidratar de manera abundante al bebé en el caso de que sufra diarrea o vómitos, ya que cursan con una pérdida importante de líquidos, y se trata de trastornos muy frecuentes en los recién nacidos, que se producen al contar todavía con un sistema inmune poco maduro.
-Suavinex
La marca Suavinex cuenta con más de tres millones de consumidores al año, cifras que le convierten en líder en el mercado de puericultura ligera en farmacia. Cuenta con una amplia gama de productos de lactancia, succión, alimentación infantil y cosmética que destacan por su aportación en diseño y tecnología. Además, Suavinex es un referente dentro del mundo de la puericultura, como miembro del Comité Europeo "Child Use and Care Articles", organismo encargado de elaborar la normativa para los artículos de puericultura.
--Recomendaciones útiles Suavinex para la correcta hidratación del bebé
1.- Las madres que opten por la lactancia materna deberán ofrecer a sus bebés el pecho a demanda en momentos de calor extremo, ya que les aporta el agua, las sales y los nutrientes necesarios para evitar la deshidratación.
2.- En el caso de la lactancia con biberón se recomienda reforzar el aporte de líquidos con biberones de agua mineral, aunque no hay que obligarles a ingerir líquidos.
3.- Cuidar la correcta preparación de los biberones de leche adaptada, dado que una concentración excesiva limita la correcta aportación entre líquidos y sales minerales que debe ingerir el lactante.
4.- Vigilar las señales que pueden indicar la deshidratación del bebé: ausencia de lágrimas; sequedad en piel, boca y lengua; disminución en la secreción de orina o deposiciones menos blandas.
5.- Debido a la inmadurez de su sistema inmunitario, los bebés presentan más problemas gastrointestinales, otra fuente importante de pérdida de líquido para el lactante. En este caso, al igual que en el momento que se localicen señales de deshidratación en el bebé, es importante comenzar inmediatamente a rehidratarle, si fuera necesario con suero oral.
6.- Es importante mantener hidratada la piel del bebé para evitar una mayor pérdida de agua, debido a que su función barrera no está aún madura.
7.- Los lactantes son propensos a sufrir golpes de calor, por lo que además de asegurar la ingesta de líquidos necesaria, es importante evitar la exposición prolongada al sol, las horas centrales del día.
8.- Es importante no someterlo a cambios bruscos de temperatura ni ofrecerles líquidos fríos.
9.- Los bebés tienen una mayor relación superficie cutánea/ peso corporal que un adulto. Por esta razón eliminan más líquidos. Por esta razón, es importante vestirles con ropa ligera cuando suben las temperaturas.
10.- Para los expertos el mejor tratamiento para evitar la deshidratación es la prevención: ofrecer al bebé el líquido necesario, evitar su exposición al calor y acudir al pediatra si pierde más liquido del normal.
La marca Suavinex cuenta con más de tres millones de consumidores al año, cifras que le convierten en líder en el mercado de puericultura ligera en farmacia. Cuenta con una amplia gama de productos de lactancia, succión, alimentación infantil y cosmética que destacan por su aportación en diseño y tecnología. Además, Suavinex es un referente dentro del mundo de la puericultura, como miembro del Comité Europeo "Child Use and Care Articles", organismo encargado de elaborar la normativa para los artículos de puericultura.
--Recomendaciones útiles Suavinex para la correcta hidratación del bebé
1.- Las madres que opten por la lactancia materna deberán ofrecer a sus bebés el pecho a demanda en momentos de calor extremo, ya que les aporta el agua, las sales y los nutrientes necesarios para evitar la deshidratación.
2.- En el caso de la lactancia con biberón se recomienda reforzar el aporte de líquidos con biberones de agua mineral, aunque no hay que obligarles a ingerir líquidos.
3.- Cuidar la correcta preparación de los biberones de leche adaptada, dado que una concentración excesiva limita la correcta aportación entre líquidos y sales minerales que debe ingerir el lactante.
4.- Vigilar las señales que pueden indicar la deshidratación del bebé: ausencia de lágrimas; sequedad en piel, boca y lengua; disminución en la secreción de orina o deposiciones menos blandas.
5.- Debido a la inmadurez de su sistema inmunitario, los bebés presentan más problemas gastrointestinales, otra fuente importante de pérdida de líquido para el lactante. En este caso, al igual que en el momento que se localicen señales de deshidratación en el bebé, es importante comenzar inmediatamente a rehidratarle, si fuera necesario con suero oral.
6.- Es importante mantener hidratada la piel del bebé para evitar una mayor pérdida de agua, debido a que su función barrera no está aún madura.
7.- Los lactantes son propensos a sufrir golpes de calor, por lo que además de asegurar la ingesta de líquidos necesaria, es importante evitar la exposición prolongada al sol, las horas centrales del día.
8.- Es importante no someterlo a cambios bruscos de temperatura ni ofrecerles líquidos fríos.
9.- Los bebés tienen una mayor relación superficie cutánea/ peso corporal que un adulto. Por esta razón eliminan más líquidos. Por esta razón, es importante vestirles con ropa ligera cuando suben las temperaturas.
10.- Para los expertos el mejor tratamiento para evitar la deshidratación es la prevención: ofrecer al bebé el líquido necesario, evitar su exposición al calor y acudir al pediatra si pierde más liquido del normal.
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