El Observatorio de la salud de la infancia y la adolescencia Faros, impulsado por el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, ha presentado un informe que analiza la incidencia de los accidentes –caídas, asfixia, quemaduras, accidentes de tráfico e intoxicaciones- en la mortalidad y hospitalización de la población infantil en España.
Los accidentes que sufren niños y adolescentes constituyen un grave problema de salud. Son una de las principales causas de mortalidad en la población infantil española (la primera en el caso de los niños). En España la tasa de defunción por accidente es de 4,55 por cada 100.000 en el caso de los bebés menores de un año, de 4,40 en el grupo de niños de 1-4 años; 2,81 en el grupo de 5-9 años, 3,04 en el grupo de 10-14 años y de 18,35 en el caso de los adolescentes de entre 15 y 19 años.
Las muertes son sólo la punta del iceberg de un problema social y sanitario más grave que afecta también a un gran número de menores que tendrán que ser hospitalizados y/o sufrirán discapacidades a consecuencia del accidente. El impacto sanitario de estas lesiones se puede representar gráficamente mediante una pirámide en la que las defunciones ocupan el vértice y las lesiones no mortales, la base.
De los datos recopilados en este informe se desprende que por cada niño que muere en España a consecuencia de un accidente, 64 son ingresados en el Hospital y 3.500 requieren algún tipo de atención sanitaria o ve dificultada su actividad diaria.
Los accidentes infantiles, según la edad
Los atragantamientos y las intoxicaciones se dan con más frecuencia en los niños más pequeños mientras que al final de la infancia y al inicio de la adolescencia son más frecuentes los golpes contra personas y objetos. Las caídas y los accidentes de tráfico tienen un papel destacado en todas las edades.
Niños menores de un año
El 10% de los niños sufre un accidente durante su primer año de vida, principalmente caídas, quemaduras o golpes.
La tasa de mortalidad en España por accidentes en menores de un año es de 8 bebés por cada 100.000, una de las más altas de Europa Occidental. La asfixia por atragantamiento o por inmersión, los accidentes de coche, las caídas y las quemaduras son las principales causas de estas muertes.
Niños de 1-4 años
Según la Encuesta Nacional de Salud de 2006, un 9,63% ha sufrido un accidente en los últimos 12 meses.
Los accidentes son ya la primera causa de mortalidad en esta franja de edad (representan el 23,53% de las defunciones). Los accidentes de tráfico, las caídas y las quemaduras están detrás de la mayoría de estas muertes.
Niños de 5-9 años
El 13,79% de los niños ha sufrido un accidente en los últimos doce meses, principalmente una caída o un golpe con un objeto, según la Encuesta Nacional de Salud de 2006.
Uno de cada tres menores de entre 5 y 9 años mueren a consecuencia de una lesión no intencionada: un accidente de tráfico en más de la mitad de los casos (52%), ahogamiento (15,94%) o a consecuencia de quemaduras (6,09%).
Niños de 10-14 años
El 61% de los niños de entre 10 y 14 años que mueren, fallecen a consecuencia de una lesión no intencionada. El 63% de estas muertes son por accidentes de tráfico, el 9% por ahogamientos y el 5% por caídas.
La tasa de mortalidad en España en esta franja de edad es alta respecto a la de otros países de Europa Occidental.
Adolescentes de 14-19 años
Los accidentes son la primera causa de mortalidad en la adolescencia en España. El 61% de las muertes en la población adolescente son a consecuencia de una lesión no intencionada. Es una de las tasas de mortalidad más altas en Europa.
En un 76% de estas muertes, la causa es un accidente de tráfico y en un 5%, un ahogamiento.
El género
Los niños sufren más accidentes que las niñas.
Los factores socioeconómicos
Los niños que proceden de familias monoparentales, los hijos de madres muy jóvenes o con un bajo nivel educativo, viven en una vivienda deficiente o tienen una historia familiar de abuso de alcohol y otras drogas corren más peligro de sufrir un accidente.
Estrategias para la prevención de los accidentes
Las lesiones no intencionadas no son acontecimientos fortuitos como el término accidente parece sugerir sino problemas de salud causados por la exposición a agentes físicos conocidos (exposición a la energía mecánica). Por ello, aplicando el conocimiento científico, se pueden prevenir de manera efectiva de la misma manera que se previenen otros problemas de salud:
Evitando la exposición de los niños a ciertos incidentes que pueden conducir a una transferencia de energía que podría causar una lesión
Reduciendo las consecuencias de estos incidentes
Proporcionar el tratamiento más efectivo para reducir la gravedad y las secuelas de las lesiones
Las políticas para prevenir los accidentes no pueden limitarse a la modificación del comportamiento individual. Las acciones destinadas a educar y sensibilizar la población han de ir acompañadas de otras actuaciones en el ámbito normativo y la mejora de productos e infraestructuras.
El último informe sobre seguridad infantil elaborado por la Alianza Europea para la Seguridad Infantil, España ha avanzado mucho en la mejora de la seguridad de los niños y adolescentes ocupantes de vehículos a motor pero no ha progresado suficiente en la prevención de atragantamientos, caídas, quemaduras, ahogamientos, protección de ciclistas y peatones.
Si la tasa de mortalidad en la población infantil y adolescente en España se situara en los niveles más bajos de otros países europeos, cada año se registrarían 454 defunciones menos de niños y adolescentes.
Caídas
Las caídas son un accidente frecuente en todas las edades. No obstante, la mortalidad por estos accidentes es particularmente elevada en los bebés menores de un año y disminuye con la edad hasta la adolescencia.
Algunas medidas especialmente efectivas para la prevención de las caídas son:
implementación de programas comunitarios multicomponente
diseño de mobiliario y otros productos más seguros para los niños
establecimiento de estándares para los parques infantiles que incluyan normas en relación a su superficie, altura y mantenimiento de los elementos utilizados
regular legalmente la instalación de protecciones para las ventanas
Lesiones por tráfico
Los accidentes de tráfico causan la mayoría de las lesiones graves que afectan a la infancia y la adolescencia en todas las edades, aunque su incidencia aumenta significativamente a partir de los 14 años.
Las estrategias efectivas para prevenir estos accidentes son:
- leyes de tolerancia cero en relación al alcohol
- regulación legal de la edad mínima para consumir alcohol
- disminución de los niveles de alcoholemia permitidos a los conductores
- campañas en los medios de comunicación
- dispositivos de retención infantiles
- cascos para motoristas y ciclistas
- ocupación de los asientos posteriores
Asfixia por inmersión
Son una causa relativamente frecuente de mortalidad infantil.
Las estrategias más efectivas para la prevención de ahogamientos son:
- instalación de vallas alrededor de las piscinas
- uso de flotadores
- asegurar la aplicación inmediata de técnicas de resucitación
Intoxicaciones
Son especialmente frecuentes alrededor del primer año de vida y durante la adolescencia.
Algunas medidas muy efectivas para prevenirlas son:
eliminación de los componentes tóxicos de los productos
regulación eficaz del uso de contenedores protegidos contra la manipulación infantil para los medicamentos y otros productos tóxicos
comercialización de los medicamentos en envases que contenga una cantidad no letal
establecimiento de centros de control toxicológico
Quemaduras
Los niños menores de cinco años son los más expuestos a sufrir quemaduras, ya sea por contacto con líquidos calientes o con objetos calientes como radiadores, estufas o planchas.
Las estrategias más efectivas para prevenirlas son:
establecimiento de normas para la instalación de alarmas de humo
normas para la comercialización de encendedores resistentes para los niños
regulación legal de la temperatura del agua caliente sanitaria
tratamiento de los pacientes quemados en unidades especializadas
Estadísticamente, los accidentes infantiles son el principal problema de salud en nuestra sociedad. Si se ha podido erradicar enfermedades, curar lo incurable ¿por qué cada vez hay más accidentes que afectan a los niños?, la buena noticia es que la mayoría son evitables, ¿cómo?, gestionando la seguridad de los más pequeños, con unos buenos planes de prevención, adecuados a su edad, no a la de los adultos, con formación específica a profesionales y familias y con productos que realmente sean eficaces y asesorados por profesionales.http://www.segurbaby.com/c23/informacion-de-interes.html
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