La Atención Primaria es la puerta de entrada de los ciudadanos al sistema de salud en donde confluyen con frecuencia conflictos éticos entre los profesionales y los pacientes, no por
discrepancias en lo que se viene a llamar “hechos”, sino por cuestiones relacionadas con el “valor”, debido a la pluralidad de la sociedad. En este escenario, al profesional sanitario, que necesita gestionar de modo correcto estos conflictos de valor, se le
plantean dos retos principales a veces difíciles de cuadrar: buscar la excelencia en su gestión y, al mismo tiempo, hacer un uso responsable de los recursos.
“La formación en Bioética juega, en la actualidad, un papel muy importante porque el profesional debe tener en cuenta los valores del paciente para
que sus decisiones sean correctas y de calidad”, ha destacado el doctor Tomás Cobo, presidente del Colegio de Médicos de Cantabria, durante su intervención en la Jornada-Debate “Retos éticos en Atención Primaria”, organizada por la Fundación de Ciencias de
la Salud y la Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial (FFOMC), con la colaboración del Colegio Oficial de Médicos de Cantabria y GlaxoSmithKline (GSK). Asimismo, el experto ha resaltado que, “por encima de todo, el médico tiene que mantener
sus valores humanos, pero sin olvidar los avances científicos” y ha recalcado la importancia de diferenciar entre moralidad y ética, pues “la primera ha sido cambiante a lo largo de la historia, mientras que la ética es el equilibrio entre una mente clara
y un corazón tierno”.
En el acto de inauguración de la jornada-debate, el doctor José Francisco Díaz, director general de Salud Pública del Gobierno de Cantabria,
ha hablado del “compromiso de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales en promover y fomentar el desarrollo de la bioética en nuestra comunidad, apoyando iniciativas como la de la Fundación de Ciencias de la Salud, los cursos de formación en este campo
y la elaboración de una legislación que permita llenar el vacío existente, creando y regulando el funcionamiento de los comités de ética asistencial”.
La excelencia es uno de los retos éticos más importantes de nuestro sistema sanitario. “Este objetivo se podría alcanzar cuando cada profesional
se lo proponga de manera individual”, ha apuntado el doctor Víctor J. Suberviola, coordinador del Grupo de Trabajo de Bioética de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria (SVMFiC), durante su intervención. En este contexto, “se hace necesaria
la implementación de estrategias organizativas y de coordinación que persigan esta meta y que cuenten con la participación de la población a la que se atiende”, apunta el experto. “Un médico no se puede conformar con dar un buen tratamiento a su paciente,
sino que debe proporcionarle el mejor que exista”, añade. Por otro lado, la búsqueda de la excelencia “es una obligación de todas las empresas (especialmente las sanitarias), que exigen eficiencia y calidad en sus actuaciones”.
Resolución de conflictos de valores en los centros de salud
Bajo estas mismas premisas se ha presentado la guía de ética “Retos éticos en Atención Primaria”, que pretende contribuir a la resolución de conflictos
de valores en los centros de salud. Editada por la Fundación de Ciencias de la Salud y la FFOMC, en colaboración con GSK, es la sexta de una serie de guías de ética en la práctica médica que estas instituciones vienen publicando conjuntamente en los últimos
años. Las publicaciones previas trataron temas tales como la intimidad y confidencialidad, los cuidados paliativos, la objeción de conciencia, los incentivos a profesionales sanitarios y la planificación anticipada de la asistencia médica.
Otros de los retos éticos de la medicina actual, con especial relevancia en el primer nivel asistencial, es su vertebración en torno al paciente.
Según el doctor Antonio Moya, miembro del Grupo de Bioética de la Sociedad Madrileña de Medicina de Familia y Comunitaria (SoMaMFYC), los profesionales sanitarios “seguimos escorados hacia los aspectos más biológicos de la enfermedad y damos poca relevancia
a los psicosociales”. A este respecto, “es importante escuchar a los pacientes, respetar sus valores y preferencias, y facilitar su participación en la toma de decisiones de forma que compartan la responsabilidad de las mismas. Esto requiere un cambio de actitudes
tanto en profesionales como en pacientes”. En palabras de este experto, “si conseguimos una relación clínica más humana y de mayor calidad, se producirán menos conflictos y mejorará la satisfacción de profesionales y pacientes”. En el caso concreto
de la atención primaria, “debe primar el compromiso con las personas porque es la razón de ser de la medicina de familia”, comenta.
**Pie de foto (de izda. a dcha.): José Francisco Díaz Ruiz, Director General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de Cantabria; Diego Gracia, presidente de la Fundación de Ciencias de la Salud; Tomás Cobo, presidente
del Colegio Oficial de Médicos de Cantabria; Antonio Moya, médico de familia y miembro del Grupo de Bioética de la SoMaMFYC; Carlos León, director general de Ordenación y Atención Sanitaria de la Consejería de Sanidad de Cantabria; Mª Isabel Parra, pediatra
en el centro de salud Barrio del Pilar de Madrid y experta en metodología de Intervención Comunitaria; Víctor J. Suberviola, médico especialista en Medicina de Familia y Comunitaria y coordinador del Grupo de trabajo de Bioética de la SVMFiC; Juan José Rodríguez
Sendín, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos; y José Ignacio Cabellos, de GlaxoSmithKline.
No comments:
Post a Comment