Más de 150 expertos en
esclerosis múltiple y cognición, tanto clínicos como investigadores y de gran
relevancia a nivel internacional, se han reunido en Barcelona en la tercera
conferencia anual de la IMSCOGS (The International Multiple Sclerosis Cognition
Society), que promueve la investigación sobre el deterioro cognitivo en
esclerosis múltiple (EM) y que ha organizado el Centro de Esclerosis Múltiple
de Catalunya (Cemcat) con el Dr. Xavier Montalban al frente del Comité
Organizador. Neurólogos, psicólogos y logopedas han señalado que los retos clave
en esta área son crear herramientas y protocolos aplicables a la práctica
clínica habitual para la detección precoz e identificar qué mecanismos
intervienen en el deterioro cognitivo para desarrollar estrategias terapéuticas
que permitan controlar su progresión.
El deterioro cognitivo está presente
entre el 20% y el 35% de los pacientes con EM, con un impacto muy importante en
su calidad de vida y la de sus familias, ya que afecta directa e indirectamente
a muchas funciones, como la memoria, la concentración, el habla y la atención,
y también a otras no puramente cognitivas como la movilidad, la visión,…Actualmente
su tratamiento es un reto pendiente en la EM.
“Hace 15 años ni se hablaba del
deterioro cognitivo. Ahora, se han hallado evidencias absolutas de que existe,
incluso en las etapas más precoces de la enfermedad, y que puede ir avanzando
de forma importante en algunos pacientes”, afirma el Dr. Xavier Montalban,
director del Cemcat y jefe del Servicio de Neurología-Neuroimmunología del
Hospital Universitari Vall d’Hebron (HUVH), así como del Grupo de Investigación
en Neuroimmunología Clínica del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR).
En muchos casos el deterioro cognitivo
pasa inadvertido debido a la ausencia de síntomas. Otras características importantes son su
gran variabilidad clínica entre pacientes
individuales y su progresión, que es impredecible. “Algunas personas con EM
pierden la capacidad intelectual temprano, con el impacto que esto supone para
su calidad de vida, y otras no tienen ningún síntoma, a pesar de tener un rendimiento
inferior en las pruebas cognitivas”.
El principal reto en estos momentos “es
disponer de herramientas y protocolos eficaces para poder identificar este
deterioro cognitivo de la forma más precoz posible, incluso antes de los
primeros síntomas. Y no sólo eso. También ver a qué estructuras del cerebro
afecta este deterioro y qué implicaciones supone para la práctica clínica.
Exámenes cognitivos
periódicos para la
detección precoz
La práctica clínica “debería obligarnos a los profesionales
sanitarios a realizar pruebas periódicas cada seis meses aproximadamente en
pacientes con esclerosis múltiple. Por ejemplo, la prueba SDMT (Symbol Digit Modalities
Test) y el PASAT (Paced Auditory Serial Addition Test), que miden la
atención sostenida, la capacidad
de concentración y la velocidad de
procesamiento visual y motora del paciente. Entonces, “en caso de detectar un
posible deterioro cognitivo, hacer una resonancia magnética para ver su alcance”.
El Dr. Montalban no duda en señalar que “la posibilidad de
detectar precozmente estas alteraciones mejorará el
abordaje de los pacientes con EM”.
Aquí los expertos también han hablado de la neuroplasticidad, es decir, de la capacidad del cerebro para compensar las áreas afectadas responsables del deterioro cognitivo “por lo que en ocasiones no hay síntomas”. La neuroplasticidad también estaría relacionada con el hecho de que en algunos estudios científicos se han comprobado que la neurorehabilitación “es capaz de incrementar la activación cerebral. Por ello, ante un deterioro cognitivo es imprescindible empezar la neurorehabilitación cuanto antes, porque es la única herramienta que tenemos para mejorar este problema”.
Las unidades de EM y los centros de
atención integral, como es el caso del Cemcat, “cuentan con neuropsicólogos
en su equipo multidisciplinario, elemento fundamental para ofrecer un abordaje
específico e integral que permita mejorar el día a día de los pacientes de EM”.
La
reserva cognitiva, ¿un factor protector?
Una vez el deterioro cognitivo ha
hecho su aparición, va progresando con el
tiempo, aumentando el grado de discapacidad del paciente con EM. Que su avance
sea más rápido o más lento depende de una
serie de distintos factores que los expertos aún desconocen en su mayoría pero que actualmente ya
están investigando.
Uno de estos factores es la reserva
cognitiva, un concepto relativamente nuevo. “Se refiere, cuenta el Dr.
Montalban, “básicamente al trabajo intelectual que el cerebro ha podido realizar
previamente a lo largo de la vida de cada persona, que en la mayoría de casos
se traduce en una aparición más tardía o una evolución mucho más lenta del
deterioro cognitivo”. A partir de esta premisa, el doctor no duda en
señalar que “el ejercicio intelectual es clave para aumentar la reserva
cognitiva del cerebro y para paliar el avance del deterioro cognitivo en
esclerosis múltiple”.
Los expertos señalan que esta reserva
cognitiva podría contribuir ayudando a
los mecanismos funcionales compensatorios de que dispone nuestro cerebro.
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