Las infecciones vaginales son muy comunes entre las mujeres. Los especialistas
médicos aseguran que un 75% de las mujeres de entre 14 y 50 años sufre alguna
vez en su vida infección vaginal y la mitad de ellas tiene una recaída en los
meses posteriores. De hecho, son el motivo de una de cada cinco visitas al
ginecólogo. Aunque no es una enfermedad grave, éstas pueden ser muy molestas
para las mujeres que las padecen ya que provocan irritación, picor y malestar.
Entre las principales causas destacan una higiene íntima inadecuada, el estrés,
el embarazo, el tratamiento con antibióticos e incluso el uso de anticonceptivos
orales.
El consumo de probióticos y prebióticos favorece el equilibrio de
la flora vaginal y combate las bacterias dañinas lo que ayuda a prevenir
infecciones. Probióticos como los Lactobacilos, no sólo contribuyen a mantener
su equilibro sino también a un pH adecuado y a una correcta lubricación. A pesar
de que en ginecología su administración suele ser vía vaginal, su uso oral es
una alternativa que cada vez tiene más relevancia, debido a su comodidad,
facilidad de uso y eficacia demostrada mediante varios estudios clínicos. En
este sentido, su administración oral permite que estos probióticos se desplacen
desde el intestino hacia la zona vaginal, ayudando a aliviar las molestias de la
infección y reduciendo la probabilidad de infecciones de repetición. La
combinación de estos Lactobacilos con prebióticos como los fructooligosacáridos
(FOS) favorece el crecimiento y supervivencia de los mismos en la flora
vaginal.
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