La histamina
desempeña un papel fundamental en nuestro organismo. "Tiene una acción
sobre el sistema endocrino y la hormona antidiurética", afirma Marta
Fernández de Angulo Martínez, de la Unidad de Nutrición y Dietética del
Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz, de Sevilla.
Cuando se da
un caso de sensibilidad alimentaria no mediada por anticuerpos se produce una
liberación de histamina que actúa en nuestro organismo de forma local o
general. A este proceso lo denominamos histaminosis de causa alimentaria.
Este aumento
de los niveles de histamina mantenidos en el tiempo puede desencadenar, entre
otros síntomas: inflamación
generalizada, trastorno del manejo de líquidos, retención de líquidos e incluso
cierta disminución de la tasa metabólica basal, "produciendo de este
modo sobrepeso o dificultad para disminuir de peso a pesar de realizar dietas
bajas en calorías y ejercicio físico", explica Fernández de Angulo.
Al llevar a
cabo una dieta de exclusión total de aquellos alimentos que se muestran
positivos a sensibilidad alimentaria, a medio plazo se puede conseguir reducir
los niveles de histamina en el organismo y, por lo tanto, remitir la inflamación generalizada y la retención hídrica, así como
favorecer el proceso de pérdida de peso.
Según los
últimos datos obtenidos por la Unidad de Nutrición y Dietética del Hospital
Viamed Santa Ángela de la Cruz, "observamos cómo en pacientes con
sobrepeso u obesidad, que además tienen una clara dificultad para bajar de
peso, tras realizar la alimentación de
exclusión consiguen bajar una media de 3,5 kilos en el primer mes",
concluye la nutricionista.
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