El doctor José Luis
Díaz, jefe de pediatría de los hospitales Quirón Campo de Gibraltar y Quirón
Marbella,
aconseja no bajar nunca la guardia con la exposición al sol. Las quemaduras
solares en la infancia o en la adolescencia son un factor importante para
sufrir en la edad adulta problemas cutáneos, como el envejecimiento o el cáncer
de piel. De ahí que en el cuidado del niño resulte primordial una adecuada
fotoprotección y tener muy en cuenta los peligros de exponer a los más pequeños
al sol sin mecanismos de defensa.
Según el doctor Díaz, “es fundamental que los
niños usen protectores específicos, ya que su piel es especialmente fina y
delicada y se quema con suma facilidad. La protección infantil dispone de
fotoprotectores con un FPS de 25 a 50+. Son ricos en filtros biológicos, muy
hidratantes, resistentes al agua y al roce, y con un perfume adecuado al uso
pediátrico”. Igualmente, incide el especialista, “hay que prestar especial
atención a la piel en los días nublados, pues la sensación térmica baja y hace
que los niños resistan más tiempo bajo el sol, lo que les puede ocasionar
quemaduras”.
El
pediatra aporta una serie de consejos para disfrutar del verano sin que tener
que lamentar lesiones en la piel de nuestros pequeños:
- Evita su
exposición solar entre las 12 y las 16 horas.
- Ponles gafas de
sol homologadas y específicas para niños, pues evitan la aparición de
cataratas.
- Ponles camiseta, gorro y prendas con capacidad para
filtrar los rayos solares cuando realicen actividades al aire libre.
- Aplícales fotoprotectores (cremas, leches solares...)
siempre adaptados a ellos.
- Da correctamente
el protector, siempre media hora antes de la exposición al sol, extendiendo una cantidad generosa por todas las
zonas de su cuerpo.
- Renueva la aplicación
del fotoprotector cada dos horas y, muy especialmente, después de cada
baño, aunque en el envase indique que es resistente al agua.
- ABCD: sistema práctico para identificar nosotros mismos posibles melanomasSegún el doctor Díaz, si tenemos dudas sobre la aparición de un posible melanoma es muy útil recurrir al sistema ABCD. “Se trata de una guía muy útil y fácil para identificar manchas en la piel que deberían ser comprobadas por el médico: A. Asimetría; B. Bordes desiguales o irregulares; C. Color -estas afecciones presentan muchas sombras de marrón o negro-; y, por último, D. Diámetro, normalmente de unos seis milímetros”.“Siguiendo estos sencillos consejos, preservaremos la piel de nuestros hijos quienes, en el futuro, nos lo agradecerán. La piel tiene memoria y las quemaduras que se han producido durante la infancia pueden tener consecuencias muy negativas en la edad adulta. Siempre que se detecte una lesión sospechosa en la piel del niño debemos acudir al especialista”, concluye el doctor.
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