Con motivo del Día Europeo de la Obesidad 2015, la Sociedad
Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), ha incidido en la importancia
de aclarar los conceptos erróneos que la sociedad percibe en relación con la
obesidad y que, año tras año, cuestan vidas entre la población.
La principal conclusión a la que se ha llegado a través
del estudio, ‘La obesidad: una amenaza
subestimada ' apunta a que el sobrepeso y la obesidad suponen una creciente
amenaza para la salud. Además, según los datos presentados en el Congreso
Europeo de Obesidad celebrado recientemente en Praga, revelan que, de cara al
2030, el 21% de las mujeres y el 36% de los hombres en nuestro país padecerán
obesidad. Estas cifras aumentan si hablamos de sobrepeso: el 58% de las
españolas y el 80% de los españoles
tendrán unos cuantos kilos de más.
En palabras de la Dra.
Susana Monereo, Jefa de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital
General Universitario Gregorio Marañón y Secretaria General de SEEDO, “Aproximadamente,
el 60% de la población española tiene sobrepeso y, entre ellos, un 20% son
considerados obesos. Las personas con obesidad solo se preocupan por su exceso
de peso cuando ello desemboca en una baja autoestima, rechazo social o malestar
personal debido a su apariencia física. Únicamente consideran la obesidad una
enfermedad al aparecer complicaciones graves asociadas, tales como la diabetes,
un infarto de miocardio o una artrosis severa de rodilla”, asegura Monereo.
Por su parte, el Dr.
Felipe de la Cruz, Presidente de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO), destaca que “el
paciente obeso mórbido, que ha sido decepcionado, y frecuentemente engañado por
diferentes métodos para adelgazar, ve en la cirugía bariátrica su última
opción. Generalmente, dicho paciente conoce a otras personas que tenían su
problema y lo han solucionado en quirófano. Ésta suele ser la forma más
frecuente de acercarse al cirujano.
En el estudio, se señala la obesidad como un problema
creciente de salud pública, unido a una serie de ideas genéricas erróneas
acerca de la naturaleza, impacto, causas y remedios de una lacra cada vez más
presente en la vida de las personas.
Los datos que se desprenden del estudio muestran las
siguientes conclusiones en cuanto a los europeos:
1.
Consideran que las personas de su entorno tienen un peso
saludable
Muchos europeos que piensan que
disfrutan de un peso saludable, en realidad sufren de sobrepeso, y sólo una de
cada cuatro personas obesas son conscientes de su situación. Estudios recientes
han demostrado que los padres a menudo no tienen en cuenta el peso de sus
hijos.
2.
Restan importancia
a un seguimiento de su peso
El estudio muestra que, aproximadamente,
una de cada cinco personas no toma medidas para controlar su peso y, aún menos,
su ingesta de calorías. Los resultados de la encuesta indican que pocas
personas adoptan una actitud correcta para prevenir el aumento de peso, cuidando
su alimentación - incluyendo bebidas
alcohólicas -, y la energía que gastan cuando hacen ejercicio.
3.
Piensan que la obesidad no es una enfermedad
Entre la comunidad médica
existe un creciente reconocimiento de la
obesidad como una enfermedad, pero el público en general no es consciente de
ello. La obesidad se asocia principalmente con el estilo de vida y hay poca
conciencia de la importancia que tienen factores como la genética, los
desequilibrios hormonales o la salud mental.
1.
No son conscientes de que la obesidad causa muchas
enfermedades graves
La obesidad aumenta
significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades potencialmente
mortales, como el cáncer, los accidentes cerebro-vasculares y las enfermedades
del corazón, así como las condiciones que afectan la calidad de vida, como la
apnea del sueño; sin embargo, muchas
personas no son conscientes de estos riesgos.
2.
Piensan que la obesidad es menos peligrosa que el
tabaquismo
Los estudios han demostrado que
la obesidad puede reducir la esperanza de vida hasta diez años, lo cual es
comparable al impacto para la salud que supone fumar tabaco. A pesar de esto,
muchas personas piensan que ser obeso entraña menos riesgos que ser fumador.
3.
Creen que la dieta y el ejercicio son normalmente el
remedio más adecuado para la obesidad
El control de la dieta y el
aumento de ejercicio puede ayudar a las personas a perder peso pero, en algunos
casos - en particular los casos más severos -, tienen un efecto limitado. Los tratamientos
deben adaptarse a cada paciente, teniendo en cuenta los factores detrás de su
obesidad y la presencia de comorbilidades como la diabetes tipo II. Estos casos
pueden requerir cirugía, medicamentos, apoyo psicológico, alteraciones de
estilo de vida o cualquier combinación de los anteriores.
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