Una colaboración entre investigadores
clínicos del Grupo de Tumores Torácicos del Vall d’Hebron Instituto de
Oncología (VHIO) y el Grupo de Genómica del Cáncer del VHIO, junto con investigadores
del Dana-Farber Cancer Institute (Boston, Estados Unidos), entre otros, ha
permitido identificar por primera vez uno de los mecanismos de resistencia a un
nuevo fármaco en ensayo clínico para cáncer de pulmón avanzado. El hallazgo, publicado
hoy en la revista Nature Medicine, ha estudiado el ADN circulante en plasma
(cfDNA) y en biopsias de tumores de pacientes con cáncer de pulmón no
microcítico avanzado procedentes de un ensayo clínico, y ha detectado
mutaciones de resistencia a este nuevo tratamiento con inhibidores de la
mutación de la proteína EGFR.
Hace pocos años la
historia del cáncer de pulmón empezó a cambiar gracias al descubrimiento de alteraciones
moleculares que permitieron iniciar el tratamiento con fármacos mucho más dirigidos,
como ya ocurría en otros tumores. Este es el caso de la mutación en la proteína
EGFR, un receptor de tirosina cinasa, presente en aproximadamente el 10% de los
pacientes afectados por un cáncer de pulmón no microcítico avanzado y que
conduce a la activación de esta proteína. A raíz de este hallazgo aparecieron
los primeros fármacos inhibidores de EGFR, que se aplicaron con éxito para este
subtipo de tumor de pulmón. Así, fármacos orales como el gefitinib, el erlotinib
o el afatinib entraron en los esquemas de tratamiento de estos tumores.
De mutaciones de activación a mutaciones de resistencia
Pero, al igual que en
otras terapias dirigidas a eventos moleculares, al cabo de cierto tiempo de uso
aparecen resistencias. La forma de resolver este problema es disponer de un cierto
número de moléculas activas contra las formas resistentes y que se puedan usar
de forma consecutiva. Así pues, los pacientes con estas mutaciones activadoras que
reciben tratamiento con inhibidores de tirosina cinasa EGFR, tras un período de
9 a 14 meses, desarrollan resistencias debidas a nuevas mutaciones –adquiridas
con el tiempo. Y aproximadamente en el 50% de los pacientes con resistencia
adquirida a los inhibidores de tirosina cinasa EGFR se detecta la mutación de
resistencia conocida como T790M. Para este subgrupo de pacientes, el fármaco
objeto del ensayo en el que el VHIO participa desde su desarrollo precoz, tiene
franca utilidad y ofrece tasas de respuesta muy esperanzadoras, según los
resultados del ensayo clínico AURA publicados el pasado jueves 30 de abril en el
New England Journal of Medicine
(NEJM).
El estudio, en el que
han participado de manera conjunta el grupo de investigación clínica de Tumores
Torácicos y el Grupo de Genómica del Cáncer, ambos del VHIO, sumados al grupo
del Dana-Farber Cancer Institute, ha identificado uno de los mecanismos
principales de resistencia a este nuevo fármaco, lo que permitirá conocer con
mucha más precisión qué ocurrirá y, por lo tanto, saber qué mutaciones
adquiridas de resistencia hay que buscar ante estos tratamientos y definir así la
estrategia para desarrollar las nuevas moléculas a utilizar en este tipo de
cáncer.
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