Según el doctor Félix Viñuela, responsable
del Grupo de Trabajo de Deterioro Cognitivo de la SAN, se trata de una
población de riesgo, donde las consecuencias del Covid-19 son potencialmente
muy graves. Además, “estos pacientes, por su estado neurológico, no son capaces
de gestionar el confinamiento, las emociones y otros aspectos que rodean esta
situación”
Seguir las recomendaciones sanitarias de las
autoridades y mantener la cuarentena.
· Lavarse las manos de forma muy frecuente, con
agua y jabón al menos 40-60 segundos. También la solución hidro-alcohólica es
válida a tal efecto.
· No tocarse la cara, los ojos, los labios o la
boca con las manos sin antes desinfectarlas.
· Limpieza del entorno del enfermo, enseres y
otros objetos con toallitas desinfectantes o agua con lejía.
· Evitar contactos de familiares o visitantes
no convivientes, sobre todo si tienen riesgo de ser portadores o están
infectados.
Actualmente no hay evidencia de que el
padecer una demencia degenerativa aumente el riesgo de infección por el
SARS-CoV-2 y padecer el Covid-19.
Tampoco hay evidencia de que los tratamientos
que se suelen utilizar en las demencias degenerativas, tales como donepezilo,
rivastigmina, galantamina y memantina aumenten el riesgo de padecer Covid-19.
Los pacientes con demencias degenerativas,
sobre todo en fases más avanzadas de la enfermedad, son población de riesgo de
padecer enfermedades más severas, aunque hay que aclarar lo siguiente:
· No hay evidencia de que la enfermedad
neurodegenerativa por sí mismo empeore el pronóstico de la infección.
· Los pacientes con demencia suelen ser de edad
avanzada, mayores de 65 años y presentan comorbilidades como hipertensión,
diabetes, problemas cardíacos, etc; lo que sí supone mayor riesgo de complicaciones
y mayor mortalidad en caso de infección.
· Los pacientes con demencia, sobre todo en
fases avanzadas, suelen presentar alteraciones de movilidad, deglución,
alimentación… que sí supone un aumento del riesgo de complicaciones y mayor
mortalidad en caso de infección.
Durante el confinamiento en el domicilio es
capital que los pacientes mantengan una rutina diaria bien establecida,
estable, que incluyan actividad física y cognitiva, dentro de un ambiente
distendido y amable por parte de los cuidadores/familiares/convivientes,
debiendo ser aún más pacientes y cariñosos si cabe; mucho contacto físico
cariñoso como abrazos, caricias, etc… con las debidas medidas de higiene para
evitar la infección.
· Rutina diaria de andar por la casa y/o hacer
algún ejercicio con pedales o bailar, por ejemplo.
· Rutina diaria de deberes y juegos, por
ejemplo: puzles, cuadernos de escritura, juegos de adivinanzas, dados, parchís,
cartas…
· Rutina a la hora de realizar tareas del hogar
si es posible.
· Rutina para escuchar música tranquila, sobre
todo si es de su época.
· Rutina en el horario de comidas, de siesta,
de sueño, de baño…
· Evitar estar “todo el día sentado en el sofá
viendo la TV”
· Comunicarse con el paciente usando un
lenguaje sencillo, frases cortas y fáciles de entender.
· Mantener la casa bien iluminada durante el
día, con luz tenue al anochecer y por la noche silencio y oscuridad para
mantener el ciclo vigilia-sueño de forma adecuada.
Es importante que se administre la medicación
como siempre y que se realice el control médico por medios telemáticos, como el
teléfono o vídeo-conferencia (si está disponible) con su neurólogo o médico de
familia. Es importante evitar que los pacientes se desplacen a lugares del alto
riesgo de contagio como hospitales, a no ser que sea estrictamente necesario, o
bien por alguna emergencia médica. Los números 112 y 061 siguen disponibles a
este efecto.
Tener siempre a mano la documentación del
paciente, su tarjeta sanitaria y la lista de medicamentos.
Ante todo, hay que tener en cuenta que esta
situación es dinámica, cambiante, y que según vayamos sabiendo más de la
enfermedad y del virus, iremos dando nuevos consejos si son necesarios.
que increíble iniciativa y mas en estos momentos de crisis pelisplay
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