La mayoría de los pacientes con dolor están infratratados o no están en tratamiento del dolor. Así se ha puesto de relieve en el simposio
“Aproximación multidisciplinar en el manejo del Dolor Irruptivo Oncológico (DIO)”, patrocinado por TEVA Oncología durante el XII congreso Nacional de la Sociedad Española de Hospitalización a Domicilio (SEHAD) en Burgos. En este simposio, los miembros de la
Unidad del Dolor de la Clínica IMQ Zorrozaure, la Dra. Mercedes Mozas Calabaza y Jose Manuel Sáez Castresana, moderados por el Dr. Pedro Sanroma Mendizábal, coordinador médico de la Unidad de Hospitalización a Domicilio del Hospital Universitario Marqués de
Valdecilla, compartieron su experiencia con el resto de asistentes a través de la presentación de varios casos clínicos.
“Los
costes
asociados
al
dolor
en Estados Unidos
superan a
los
referidos
al cáncer,
diabetes
y otras
patologías
de mayor
prevalencia”,
comenzó
el Dr.
Pedro
Sanroma,
haciendo
ver
la importancia
que
tienen
estos pacientes
para nuestro
sistema
de salud
que
“en
la
mayoría
de los
casos
están infratratados,
o no están
en tratamiento
para
el dolor, como
ocurre en
el 40%
de los
pacientes
oncológicos.”
La
Dra.
Mercedes
Mozas
comentó
que “la
mayoría
de las
personas
que
acuden
al médico
realizan
consultas
por
dolor,
y hay
que
distinguir
entre
el dolor
agudo y
el crónico,
ya que
requieren
tratamientos
diferentes”.
Algo que resaltó mucho de cara a la personalización
de los
tratamientos,
fue que
“el dolor es el
que dice el paciente,
y cada paciente
necesita un tratamiento”.
Durante
la
presentación
de los
cinco casos
clínicos
por
parte
del
enfermero
de la
unidad de
la
Clínica
IMQ
Zorrozaure,
Jose Manuel
Sáez,
se destacó
que
los episodios de
dolor
irruptivo
oncológico
“en
el 87%
de los casos
suelen
ser de
corta duración, entre
1 y
60 minutos,
mientras
que sólo en
un 7%
duran
más
de una
hora.”
Ante
este tipo
de episodios, “el
fentanilo
de liberación
inmediata
ha de
ser el
tratamiento
de
elección,
no sólo por
su demostrada
eficacia y
rapidez
de acción,
sino
también por
la
comodidad de administración
que supone
para
el paciente”,
coincidiendo
en este
aspecto
con la
Dra.
Mercedes
Mozas.
El comprimido bucal
de fentanilo destaca
por su doble vía de administración,
al poderse
colocar
tanto
cerca
de un
molar,
en la
encía
superior
o inferior
y la
mejilla,
o bien debajo
de la
lengua.
“El
dolor
crónico,
a veces
oncológico,
normalmente
está
infratratado.
Y hay
tratamientos
para
mejorar,
sino
a todos,
a la
mayoría
de pacientes.
Debemos
hacer
mayor
difusión
del
uso de opioides
en este
tipo
de pacientes
bajo
un
tratamiento
controlado”, coincidía
la
Dra.
Mercedes
Mozas
con el
Dr.
Pedro
Sanroma
en este aspecto.
En
este sentido,
“el principal
objetivo
de este simposio
organizado
por TEVA
es potenciar
el conocimiento
de los
profesionales
en
el manejo
de los
opioides
mayores
y del
reconocimiento
del
DIO
como
elemento
importante
dentro
de los
diferentes
tipos de dolor
que puede
padecer el paciente
oncológico”, concluyó
la
doctora Mozas.
Entre
el 40%
y el
80%
de
los
pacientes
con cáncer
padecen
dolor
irruptivo
oncológico. La
variabilidad
entre
estas dos
cifras
depende del
diagnóstico
del
paciente,
de la presencia
tumoral y
su repercusión en
la posible
irritación o compresión
de una estructura
vital.
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