El ictus isquémico es
la tercera causa de muerte en el mundo y la primera causa de
invalidez permanente, generando un
alto coste socio-sanitario. En España se diagnostican unos 120.000 nuevos casos
anuales de ictus, de los cuales un tercio de los pacientes fallece y otro
tercio necesita rehabilitación y ayuda durante toda su vida. Los datos
estadísticos se antojan necesarios a la hora de analizar las características
clínicas de los pacientes, valorar los tratamientos y observar su evolución
clínica. Con ese objetivo ha trabajado el Grupo de Trabajo de Neurovascular de
la Sociedad Andaluza de Neurología (SAN), cuya primera reunión anual, que tiene
lugar en Málaga entre hoy y mañana, servirá para presentar el primer Registro
de Ictus en Andalucía, basado en las historias clínicas digitales de los
pacientes ingresados en los hospitales andaluces.
No será esa la única novedad que tome
protagonismo durante la 1ª Reunión del Grupo de Trabajo de la SAN, una
cita científica que reúne por primera vez a los neurólogos andaluces especialistas
en ictus. Desde un punto de vista asistencial, la colaboración entre los
centros hospitalarios andaluces resulta clave para unificar protocolos de
tratamiento y derivación, mejorando así la atención al ictus en todo el
territorio andaluz. "Con una población de más de 8 millones de habitantes
en Andalucía, si logramos trabajar unidos podremos obtener resultados
proyectos de relevancia mundial", explica el doctor Francisco Moniche,
neurólogo de la de la Unidad de Ictus del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla
y coordinador de la reunión.
Además del Registro andaluz de Ictus, la reunión
de neurólogos acogerá la presentación de un proyecto que estudiará a los
pacientes andaluces ingresados con ictus para poder de ese modo predecir
quiénes presentarán complicaciones graves durante el ingreso. "Los
resultados de este estudio nos ayudarán a tratar precozmente a los pacientes
con alto riesgo de sufrir estas complicaciones, disminuyendo así
la mortalidad durante el ingreso y la estancia hospitalaria", indica
Moniche.
Una cama cada 680.000 andaluces
El riesgo a padecer un ictus depende
de los factores de riesgo presentes. Algunos factores de riesgo no se
pueden modificar -edad, sexo, genética o historia familiar-, aunque otros sí:
es el caso de la presión arterial alta, la diabetes, el colesterol elevado, el
consumo de tabaco, consumo excesivo de alcohol, la obesidad y algunas
enfermedades del corazón. A la tendencia de la esperanza de vida en Andalucía,
por tanto, le corresponderá una mayor prevalencia de sobrevivientes a episodios
de ictus.
"En esta línea", sostiene el doctor
Moniche, "es necesario aumentar la presencia de unidades de Ictus
coordinadas por neurólogos que permitan un tratamiento multidisciplinar del ictus,
mejorando así la discapacidad que ello conlleva". Sin embargo, hoy sólo
existen tres unidades de Ictus en Andalucía, lo que se traduce en una
cama de Unidad de Ictus por cada 680.000 habitantes. La recomendación, apunta Moniche, es al menos una
cama por cada 100.000 habitantes
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