El Capítulo Español de Flebología y Linfología (CEFyL) de
la Sociedad
Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV), instituyó
hace un año el Premio Alberto Masegosa a la mejor publicación en temas
relacionados con la patología venosa y linfática. El Comité Científico del CEFyL
ha declarado ganador del I Premio Alberto Masegosa al trabajo de investigación
“CHIVA method for the treatment of chronic venous insufficiency” (Tratamiento de
la insuficiencia venosa crónica mediante la técnica CHIVA) (1). Publicada en la
revista Cochrane Database of Systematic Reviews. Se trata de una revisión que ha
tenido como autor principal al doctor Sergi Bellmunt-Montoya, del Hospital de
la Santa
Creu i Sant Pau de Barcelona. El premio ha sido entregado
dentro del programa del 22.º Congreso Nacional de Flebología y Linfología en el
seno del 60.º Congreso de la
SEACV, celebrado del 4 al 6 de junio en
Madrid.
El galardón, dotado con 2.500
euros y patrocinado por Laboratorios Servier, sirve a un doble objetivo:
promocionar la actividad científica dentro de los campos de la Flebología y
la
Linfología, y recordar la memoria del doctor Alberto Masegosa,
querido ex presidente del CEFyL entre 2005 y 2007 y fallecido prematuramente en
2012, a
los 53 años.
La revisión sistemática ha
tenido como objetivo comparar la eficacia y seguridad de la técnica CHIVA con
técnicas terapéuticas alternativas en el tratamiento de las venas varicosas.
Para ello, se recogieron datos de diversos ensayos clínicos aleatorizados que
comparaban dicha técnica frente a otros tratamientos.
Los investigadores contaron para
su revisión sistemática con un total de cuatro ensayos clínicos aleatorizados,
de un total de 434 publicaciones científicas identificadas para el estudio. Así,
se analizó a un total de 796 personas, de las que el 70,5% correspondió a
mujeres.
De los cuatro ensayos clínicos
aleatorizados, tres de ellos comparaban la técnica CHIVA con la extirpación de
las venas varicosas mediante cirugía convencional. El cuarto y último comparaba
el empleo de la técnica CHIVA con el uso de vendajes compresivos en pacientes
con úlceras venosas.
De los resultados se observó
que, en lo relativo a la recurrencia de las varices, una vez tratadas, los datos
de la técnica CHIVA eran más favorables que los de la cirugía convencional o los
vendajes compresivos (las varices volvían a aparecer con menos frecuencia). Sólo
un estudio aportó datos relativos a la calidad de vida y estos resultados se
mostraban significativamente favorables a la técnica
CHIVA.
El grupo de pacientes tratados
de varices mediante cirugía convencional mostró un riesgo mayor de efectos
secundarios, comparado con el correspondiente a los tratados con la técnica
CHIVA. Por otra parte, no se observó diferencias estadísticamente significativas
en la incidencia de infecciones y de trombosis venosa
superficial.
Así, la revisión sistemática
concluye afirmando que la técnica CHIVA reduce la recurrencia de venas varicosas
y produce menos efectos secundarios que la extracción de las venas varicosas
mediante cirugía convencional.
Debido al escaso número de
estudios, existe un riesgo de sesgo en los resultados obtenidos en la revisión.
En este sentido, los autores señalan la necesidad de contar con un mayor número
de ensayos clínicos aleatorizados para confirmar estos resultados y para
comparar la técnica CHIVA con otros tratamientos existentes, además de con la
fleboextracción por cirugía convencional.
Además
de Sergi Bellmunt-Montoya, en la investigación han participado José María Escribano, Jaume
Dilme y María José Martínez-Zapata, de los hospitales barceloneses Hospital de
la Santa
Creu i Sant Pau, y Vall d'Hebron y el Centro
Cochrane.
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