El término “cefalea” hace referencia a cualquier dolor localizado en la región craneal, en la parte alta de la región cervical o la nuca y en la mitad superior de la cara. Es lo que comúnmente se denomina “dolor de cabeza”, y este lunes, 19 de abril, se conmemora su día nacional con el objetivo de concienciar sobre la forma más frecuente de dolor en el ser humano y uno de los principales motivos de consulta tanto en Atención Primaria como en los Servicios de Neurología: la cefalea supone el 25% de las consultas que se realizan a los neurólogos españoles.
Según datos
de la Sociedad Española de Neurología (SEN), hasta un 89% de la población
masculina y un 99% de la femenina asegura padecer o haber padecido dolores de
cabeza. Además, la SEN también calcula que hasta el 46% de la población
presenta algún tipo de cefalea primaria activa.
“En el 90%
de los casos, el dolor de cabeza se debe a una cefalea primaria, es decir que
se trata de un dolor de cabeza que no está asociado a otra enfermedad. Existen
diferentes cefaleas primarias que se diagnostican basándose en aspectos como
las características del dolor, su localización y la presencia o no de otros
síntomas asociados que caracterizan a cada tipo de dolor de cabeza. Pero dentro
de las cefaleas primarias, al menos un 60% de la población padece cefalea
tensional y un 14% migraña, lo que las convierte en los tipos de cefalea más
frecuentes”, explica el Dr. Pablo Irimia, Coordinador del Grupo de Estudio de
Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología.
Si algo
caracteriza a las cefaleas primarias es que tienen una gran variabilidad
interindividual con diferencias significativas entre quienes las sufren,
pudiendo oscilar entre una cefalea ocasional en algunos pacientes, hasta crisis
repetidas y frecuentes de gran intensidad que generan una gran discapacidad. “Pero
días como hoy sirven para concienciar de que para muchas personas, las crisis
de dolor de cabeza provocan un gran impacto en el funcionamiento diario, tanto
en aspectos físicos, emocionales y sociales, como con la familia, trabajo y
relaciones sociales”, destaca el Dr. Pablo Irimia. “Por lo tanto,
estamos hablando de entidades que pueden ser muy discapacitantes, sobre todo
cuando el dolor se cronifica”.
La Sociedad
Española de Neurología estima que el 4% de la población española sufre algún
tipo de cefalea primaria de forma crónica, lo que significa que casi 2 millones
de españoles experimentan dolor de cabeza más de 15 días al mes. La presencia
de cefalea crónica se asocia de forma consistente con una mayor discapacidad y
pérdida de productividad, un mayor número de consultas médicas,
hospitalizaciones y mayores costes económicos directos. Por otra parte, los
pacientes con cefalea crónica y con uso excesivo de medicación analgésica
presentan una puntuación inferior en los parámetros de medición de la calidad
de vida.
Cerca del
50% de los pacientes españoles que padecen cefalea crónica sufren migraña. Las
migrañas son el tipo de cefalea que con más frecuencia provoca un uso excesivo
de analgésicos como antiinflamatorios, paracetamol, opiáceos, cafeína y los
triptanes. Se estima que cada año, un 3% de los pacientes que padecen
migraña de forma ocasional o episódica, pasan a padecerla de forma crónica.
“Es
importante trasmitir a la población la importancia de consultar con su médico
cualquier dolor de cabeza que tenga un inicio brusco o cuando se acompañe de
otros síntomas como fiebre, pérdida de fuerza o alteraciones en el lenguaje o
en la conducta, porque podemos estar ante algún tipo de urgencia neurológica.
Pero también es importante consultar cuando nuestro dolor de cabeza empiece a
ser recurrente o incapacitante”, destaca el Dr. Pablo Irimia. “Un diagnóstico y
un tratamiento correcto de nuestro dolor de cabeza, sin caer en la automedicación,
permite un mejor control de la enfermedad, mejora la calidad de vida y sobre
todo, evita que este se cronifique”. A pesar de esto, la SEN estima que
alrededor del 50% de los pacientes con cefalea se automedica con analgésicos
sin receta y más de un 40% está aún sin diagnosticar.
Cefaleas y
COVID-19
Aunque el
número de pacientes con cefalea crónica vaya en aumento, según los últimos
estudios que se han llevado a cabo en España, el número de pacientes que padece
algún tipo de cefalea no ha variado en los últimos 20 años. En todo caso, y a
pesar de que aún no existen datos que lo avalen, la pandemia por COVID-19 puede
estar cambiando esta tendencia, al menos de forma puntual.
“El estrés
emocional, los cambios en los hábitos de vida, las alteraciones en el sueño,…
son factores que con mucha frecuencia desencadenan dolor de cabeza, por lo que
no sería extraño que en los próximos meses aparezcan estudios que señalen un
aumento de la prevalencia de la cefalea entre la población”, comenta el
Dr. Pablo Irimia. “En todo caso, estos mismos factores también actúan como
agravantes del dolor de cabeza. Por esa razón, ya hay varios estudios españoles
que apuntan a que, al menos en los primeros meses de la pandemia, más del 70%
de los pacientes sufrió un empeoramiento en su dolor de cabeza, tanto en
intensidad, como en frecuencia”.
Por otra
parte, la COVID-19 puede causar cefalea. Es uno de los síntomas más frecuentes
pero también una de las secuelas más habituales entre las personas que ya lo
han superado. Y, sobre todo en personas que padecen migraña, se ha visto
que la COVID-19 ha empeorado el dolor de cabeza previo o que incluso ha
incrementado su intensidad.
Desde el
Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN se recomienda a todos los pacientes de
cefaleas, la vacunación contra la COVID-19. Las vacunas son compatibles con
todos los fármacos utilizados habitualmente para el tratamiento de los
diferentes tipos de dolor de cabeza. Y más concretamente, no existe
contraindicación en vacunar a las personas estén recibiendo tratamientos más
específicos para su cefalea como la toxina botulínica o los anticuerpos
monoclonales.
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