La recién estrenada estación de la primavera trae
consigo el inicio de la temporada de alergias, sobre todo al polen, de los que
se calcula que hay unos 12 millones de pacientes alérgicos, es decir, 1 de cada
4 españoles es polínico. Además, los expertos apuntan que cada vez son más las
personas que padecen algún tipo de afección alérgica por motivos ambientales o
alimenticios, aumentando cada año un 2% el número de alérgicos entre la
población infantil. “La principal causa del número elevado de alérgicos al
polen parece hallarse en el efecto de la contaminación y el cambio climático
sobre los pólenes. La contaminación debida a los motores de los vehículos y las
calefacciones producen un ambiente hostil para las plantas y para poder
subsistir tienen que modificar su metabolismo produciendo nuevas proteínas
denominadas stress, haciéndolos más agresivos. Esto explica el hecho de que en
las ciudades haya más alérgicos que en las zonas rurales”, explica Dr. Ángel del
Moral de Gregorio, alergólogo y miembro de Top Doctors.es®.
Este año, como ya
ocurrió en el 2020, habrá un elemento que proteja a los alérgicos de los
efectos de la alergia primaveral: la mascarilla. Sin embargo, los expertos
comentan que, durante la pasada primavera, los pacientes alérgicos se quejaron
de mayores síntomas oculares derivados del uso de las mascarillas. “Las
mascarillas afectan sobre todo a la superficie del ojo ya que los ojos se secan
por la desviación del aire hacia el globo ocular. Por este motivo, han
aumentado de manera considerable las patologías que afectan a la superficie del
ojo como las conjuntivitis, los orzuelos o las queratitis. El ojo seco es
siempre mucho más vulnerable, al faltarle las defensas que la lágrima tiene”, explica
Dr. Javier Araiz Iribarren, oftalmólogo en el Instituto Clínico
Quirúrgico de Oftalmología y miembro de Top Doctors.
El
uso de las mascarillas por el contrario reduce las infecciones respiratorias de
la gripe común, y de las infecciones bacterianas en los pacientes con
bronquitis. “Durante la pasada primavera se notó una importante reducción de
la exposición a los pólenes y, por lo tanto, la intensidad de los síntomas
alérgicos fue menor. Este año se prevé esa mima mejora gracias al uso las
mascarillas. Debemos utilizar las del tipo FFP2 con un tamaño de poro de 2,5
micras o mascarillas con filtros para pólenes y ácaros como las 3M”,
explica el Dr. Ángel Ferrer Torres, Alergólogo y miembro de Top Doctors.es®.
Otras medidas de
prevención contra la COVID-19 como la mayor higiene personal y de los espacios,
el uso de purificadores de aire, el confinamiento o las gafas de protección
ocular, también reducen los síntomas de la alergia al polen y hongos “la
higiene de manos evita otras infecciones en las vías respiratorias que pueden
desarrollar asma en alérgicos o sinusitis en pacientes con rinitis. También
conjuntivitis infecciosa”, puntualiza el Dr. Ferrer.
Una
nueva alergia entre la población: a las mascarillas faciales
Un año más, tarde el
20% de la población asegura haber notado alteraciones cutáneas como granos y
acné, así como rojeces y eccemas en la cara, tal y como aseguran los datos del
último estudio realizado por la plataforma Top Doctors.es®. Pero, además, los expertos aseguran que
incluso hay personas que han desarrollado alergia a la propia mascarilla, y de
ahí la aparición de ese tipo de alteraciones en la piel de la cara. “Las
reacciones alérgicas a las mascarillas faciales se producen por
hipersensibilidad de contacto o hipersensibilidad retardada a resinas y
aditivos empleados en el proceso de fabricación de la propia mascarilla. Para
diagnosticar la alergia hay que hacer pruebas epicutáneas”, explica la Dra. Inmaculada
Herrera Mozo, alergóloga y miembro de Top Doctors.
Las reacciones
cutáneas por el uso de las mascarillas se presentan con síntomas como picor y
erupciones como los eccemas, enrojecimiento o urticaria, y pueden aparecer en
no solo en las zonas en las que entra en contacto la mascarilla, sino también
en cara, cuello o escote. “Hay que tener precaución con la contaminación por esporas de hongos en
mascarillas reutilizadas de una forma no adecuada. La inhalación de estas
esporas puede dar lugar a síntomas respiratorios en forma de Rinitis e incluso
de Asma”, explica la
Dra. Herrera Mozo.
5
consejos para reducir los efectos de las alergias primaverales
En los últimos 5 años
las técnicas de diagnóstico y los tratamientos control de patologías alérgicas
han avanzado mucho permitiendo a los especialistas establecer un perfil
alérgico exacto de cada paciente. Además, para mitigar los síntomas de las
alergias primaverales, los expertos de Top Doctors dan 5 consejos:
- Es recomendable consultar los niveles
de polen en aplicaciones y webs avaladas por la Sociedad Española de
Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), de cara a evitar las salidas al
campo o las actividades al aire libre en días de alta polinización.
- Ventilar la vivienda durante las
primeras horas del día o por la noche, ya que las horas de mayor
incidencia de pólenes suelen ser entre las 12 de la mañana y las 5 de la
tarde. Esa ventilación debe ser durante un breve instante de tiempo.
- Al llegar a casa, es importante
ducharse y cambiarse la ropa, para eliminar resto de polen. Tras lavar la
ropa, no se debe tender en el exterior durante los días de viento.
- Viajar con las ventillas del coche
subidas y usar filtro antipolen en los vehículos.
- Si los síntomas persisten, es
recomendable acudir al especialista para valorar la administración de
inmunoterapia específica para los alérgenos.
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