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18 November 2009

RITUXIMAB consigue frenar la Leucemia Linfática Crónica

El anticuerpo monoclonal MabThera® (Rituximab), que hace diez años revolucionó el tratamiento de los linfomas, comienza a cambiar ahora el tratamiento de la Leucemia Linfática Crónica (LLC), que es la forma más común de leucemia en el adulto. Su uso en pacientes no tratados previamente, que se ha incorporado recientemente a la cobertura del Sistema Nacional de Salud, aporta a los pacientes un mayor control de la enfermedad, es decir, más tiempo sin que la leucemia progrese, evitando así la aparición de síntomas y mejorando, por tanto, la calidad de vida. La aportación de este innovador tratamiento ha sido objeto de análisis en el simposio ‘Nuevos avances en el tratamiento de la Leucemia Linfática Crónica. Presente y Futuro’, celebrado en la 51 Reunión Nacional de la Asociación Española de Hematología y Hemoterapia (Barcelona, 12-14 de noviembre).
Uno de los expertos participantes en el simposio, el doctor José Antonio García-Marco, responsable de la Unidad de Citogenética Molecular del Servicio de Hematología del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, ha destacado que la incorporación de Rituximab al arsenal terapéutico supone "un avance esencial porque los pacientes consiguen remisiones completas de mayor calidad y con un tiempo de duración de respuesta muy superior a otros tratamientos. Es imprescindible disponer de nuevas opciones capaces de lograr buenos resultados, tanto en primera línea de tratamiento como en aquellos pacientes que han recaído o son refractarios a la quimioterapia".
La nueva indicación de Rituximab como tratamiento de primera línea,- pacientes que no han sido tratados previamente,- se ha basado en los resultados del estudio CLL8 que ha demostrado que añadir Rituximab a la quimioterapia convencional consigue que la LLC remita, representando una gran esperanza para los pacientes que van a poder controlar su enfermedad de forma prolongada. Las investigaciones realizadas contribuirán a que el fármaco no sólo pueda ser un tratamiento estándar inicial, sino también una solución para aquellos que han sufrido alguna recaída, una situación por la que en algún momento pasan la mayoría de los afectados.
En el tratamiento de la LLC la edad debe ser tenida en cuenta porque cuanto mayor es un paciente, más enfermedades asociadas puede presentar. En ese sentido, el doctor García-Marco ha comentado que no se puede desaconsejar por norma el uso de nuevas terapias como Rituximab en los grupos de edad más avanzada. Por el contrario, es aconsejable valorar en profundidad caso por caso. "Existen datos específicos en subgrupos de pacientes con más de 70 años que no muestran una tolerancia peor. También se ha observado en distintos ensayos clínicos que el uso conjunto de Rituximab con quimioterapia a dosis más bajas de las habituales favorecía tasas de respuestas muy elevadas, con una buena tolerancia clínica en general y calidad de vida".
El paciente anciano está poco representado en los ensayos clínicos a pesar de que la edad media de diagnóstico es 72 años. Como ha señalado el doctor García Marco, "un 43% de los pacientes tiene más de 75 años en el momento en el que se le detecta la enfermedad. Un 27% de los diagnósticos se producen entre los 65 y los 74 años y un 19% entre los 55 y los 64 años. Hay que tener cuenta que a medida que el paciente va cumpliendo años va siendo más vulnerable a otros problemas de salud y por tanto tiende a ser más frágil, con una peor capacidad fisiológica funcional".
La presencia de otras complicaciones o comorbilidades en el paciente mayor requieren, según este experto, una valoración exhaustiva y la identificación del mejor tratamiento posible para las mismas. "También debe tenerse en cuenta una posible adaptación de las dosis terapéuticas acorde con el grado de cormorbilidad de cada paciente. A pesar de que hay más comorbilidad en la población anciana, sabemos que la mayor calidad de vida se obtiene en aquellos pacientes que consiguen una remisión completa de la enfermedad independientemente de la edad", añadió este experto.

-Acerca de los estudios CLL8 y Reach
En el simposio celebrado en Barcelona, se analizaron los resultados de dos estudios de referencia sobre las ventajas que aporta Rituximab. El citado estudio CLL8 demostró el beneficio del fármaco sobre la supervivencia libre de progresión como tratamiento de primera línea. Realizado en 191 centros de 11 países, contó con la participación de 817 pacientes y demostró que a los dos años de seguimiento más de las tres cuartas partes de los afectados (76.6%) tratados con Rituximab más quimioterapia (fludarabina más ciclofosfamida) no habían experimentado ninguna progresión o recaída en su enfermedad frente al 63.3% del grupo que sólo recibió quimioterapia.
El otro estudio es el ensayo REACH, una investigación internacional randomizada en el que participaron 552 pacientes con LLC de 88 centros pertenecientes a 17 países. El objetivo en este caso fue determinar si el tratamiento con Rituximab en combinación con quimioterapia (fludarabina y ciclofosfamida) mejoraba el resultado de la quimioterapia en solitario cuando se aplicaba a pacientes con LLC que habían recaído o bien eran resistentes al tratamiento quimioterápico. "Esta investigación nos sirvió para confirmar que Rituximab supone para el paciente vivir una media de 10 meses más sin progresión de enfermedad, en comparación con aquellos que eran tratados únicamente con quimioterapia (30,6 meses frente a 20,6 meses) tras un periodo de observación de 25 meses", comentó el doctor García-Marco. En este sentido, Rituximab ya cuenta con la aprobación a nivel europeo como tratamiento para las recaídas y se estima que el fármaco podría estar disponible en España en esta nueva indicación, como tratamiento cubierto por el Sistema Nacional de Salud, a comienzos de 2010.

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