La compañía Johnson &
Johnson Medical Devices tiene un firme compromiso con la innovación y la
sostenibilidad del sistema. Por ello ha participado en el 21 Congreso
Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria, organizado por la Sociedad Española
de Directivos de la Salud (SEDISA) y la Asociación Nacional de Directivos de
Enfermería (ANDE), celebrado en Santiago de Compostela bajo el lema
“Innovación: camino de la sostenibilidad”.
Así, mediante la celebración del taller 'Retorno de
la inversión en la prevención de las infecciones quirúrgicas' se ha propiciado
el debate sobre la importancia de este tipo de infecciones, que representan una
de las complicaciones más frecuentes de la cirugía y la infección hospitalaria
más frecuente, influyendo su aparición en la calidad de vida del paciente,
incrementando el coste del tratamiento y afectando de manera significativa a la
organización de los recursos del hospital.
“Las
infecciones del sitio quirúrgico -–aquellas que ocurren en la incisión
quirúrgica o cerca de ella, durante los primeros 30 días, o hasta un año, si se
ha dejado un implante- afectan a la calidad de vida del paciente de
diferentes formas, desde un aumento de su estancia hospitalaria, que necesite
más medicación y curas por un tiempo más prolongado, sufrir una o varias
reintervenciones, reingresos, e incluso fallecer a consecuencia de ésta”,
señala el Dr. Manuel Bustamante Montalvo, jefe de servicio de Cirugía de la
Xerencia de Xestión Integrada de Santiago de Compostela y ponente de este
taller.
“Los
hospitales nos hemos vuelto cada día más complejos atendiendo a una población
envejecida, polimedicada y haciendo unas intervenciones de una dificultad
extrema, pero probablemente entre un 50-60% de estas infecciones sea evitable
con el cumplimiento y conocimiento de las medidas preventivas por parte
de los profesionales sanitarios”, apunta.
Este aspecto es clave, más teniendo en cuenta que este tipo de
infecciones incrementan en más de una semana de media la estancia
hospitalaria del paciente afectado.
La Xerencia
de Xestión Integrada de Santiago de Compostela ha promovido este último año un
estudio con 5.081 pacientes de distintos servicios quirúrgicos (Cirugía
General, Traumatología, Neurocirugía. Urología y Ginecología) para avanzar en
este campo.
El estudio
consistió en dos grupos, utilizando en uno las suturas convencionales y en el otro
unas suturas recubiertas con un antiséptico (Triclosán) con el objetivo de
determinar si había un descenso en las ISQ. Los resultados muestran una
reducción del 29,9% de la tasa de infección con el uso de Triclosán (7,22% de tasa
de infecciones en el grupo de suturas convencionales frente a un 5,06% en las
recubiertas) y se evitó que 61 pacientes en los tres meses del estudio en el
que se usaron las suturas con antiséptico desarrollaran una ISQ.
Para el Dr.
Bustamante, el ahorro observado en el estudio con la puesta en
funcionamiento de las suturas ha sido una disminución significativa en la tasa
de ISQ, “pero derivado de esto en un año se evitaría la infección en 244
pacientes, lo que supondría 3.172 días de estancia que equivalen a 7 camas
disponibles diarias y un “ahorro” calculado por coste de cama día de más de
millón y medio de euros, aunque más que de ahorro tenemos que hablar de
eficiencia en el gasto pues no es un ahorro como tal sino redistribución en el
resto de los procesos”.
Por ello,
“prácticamente todo lo que se haga para prevenir la ISQ es coste-efectivo, pues
el gasto derivado tanto económico (difícil de cuantificar, pero millonario)
como en la calidad de vida del paciente es muy importante”, subraya este
especialista.
Por último, para poder
seguir reduciendo las infecciones de sitio quirúrgico en el futuro, para el Dr.
Bustamante resulta clave medir, saber realmente la cifra exacta de ISQ
para que los Comités de infecciones y los distintos servicios implicados puedan
actuar. “Igualmente, es fundamental continuar avanzando en la
prevención de estas infecciones y apurar al máximo todas las medidas
preventivas demostradas con una política sanitaria que insista e invite al
cumplimiento de éstas”.
Experiencias
en reordenación asistencial
Por su
parte, diferentes profesionales han abordado la reordenación asistencial en
nuestro Sistema de Salud en el marco del 21 Congreso Nacional de
Hospitales y Gestión Sanitaria.
En la mesa ‘Experiencias en reordenación asistencial’,
celebrada con el patrocinio de Johnson & Johnson
Medical Devices Companies como muestra de su compromiso de aportar valor al
sistema de salud, se ha podido profundizar sobre cómo se estructura nuestro
sistema asistencial al tiempo que se han presentado experiencias de automatización
y digitalización dentro del marco quirúrgico.
Asimismo, se han abordado los últimos avances en el
análisis de la variabilidad clínica, experiencias en reordenación de procesos
asistenciales o la eficiencia en la gestión de consultas.
En este sentido,
la Dra. Soledad Romea, directora de Procesos del Hospital
Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, ha indicado que los profesionales
sanitarios “deben liderar, participar y corresponsabilizarse en el cambio
organizativo que requiere el sistema para dar respuesta a los retos del entorno
actual, dado que son quienes están más cerca de la realidad asistencial.
Asimismo, es necesario incorporar a los pacientes en la mejora de procesos,
para así identificar el valor desde su punto de vista y mejorar los resultados
de salud que son importantes para él”.
Para
facilitar esta transformación cultural y organizativa orientada a la mejora de
los resultados en salud que son importantes desde el punto de vista del
paciente, el Hospital Universitario Vall d’Hebron ha desplegado el Modelo de
Procesos Avanzados desde el año 2015 y su aplicación ha obtenido una reducción
de la variabilidad, una eliminación de actividades de ‘no valor’, una mejora en
la eficiencia del flujo (de paciente, de material y de información), en la
seguridad y en la adecuación de la práctica clínica, una mayor trabajo en
equipo y una mayor satisfacción del paciente.
Para obtener estos resultados, se han realizado cambios a 3
niveles: en la organización (con una evolución de un modelo tradicional
jerárquico, estructurado por direcciones y servicios compartimentados, hacia
una estructura matricial); en la manera de trabajar (enfatizando el trabajo en
equipo, una visión compartida y la integración de la mejora continua en la
rutina diaria) y en la relación con los pacientes, los profesionales y los
proveedores (creando un nuevo modelo de relación que permita compartir
conocimiento y evolucionar de compra de producto o servicio, a compra de
resultado en salud).
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