Mañana, 24 de mayo, se celebra el Día Nacional de la Epilepsia,
una enfermedad neurológica que se produce por la descarga excesiva de las
neuronas cerebrales y cuya aparición ocurre antes de los 12 años en uno de cada
cuatro casos. Las crisis más conocidas son las que se acompañan de
convulsiones, el niño pierde bruscamente el conocimiento y se producen
sacudidas en todo el cuerpo, sin embargo, los expertos advierten que existen
diversos tipos de epilepsias y de crisis, dependiendo de la zona del cerebro
donde se localice la descarga.
Según explica el doctor Ignacio Málaga, presidente de la Sociedad
Española de Neurología Pediátrica (SENEP), integrada en la Asociación
Española de Pediatría (AEP), “los síntomas ante los que debemos
alertarnos y acudir al médico son la aparición de movimientos bruscos,
repetitivos o poco habituales, así como periodos breves, segundos generalmente,
de desconexión en los que el niño no responde a estímulos”. Con el fin de
ayudar a los padres a saber cómo actuar en el día a día y ofrecer una
información tranquilizadora sobre la evolución de la enfermedad, la web
EnFamilia de la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha elaborado, con la
colaboración de la SENEP, una serie de artículos sobre la epilepsia.
“El
75% de los pacientes con epilepsia puede mantener bajo control la enfermedad si
sigue las indicaciones médicas y una serie de recomendaciones que ayudan a evitar
la aparición de crisis, como por ejemplo establecer patrones de sueño regulares
que garanticen el descanso del menor”, ha señalado el doctor Málaga. “Esto no
significa que los niños con epilepsia no puedan acostarse tarde algún día, pero
les explicamos que idealmente deben tener un sueño regular e intentar que
duerman las horas aconsejables para cada edad”, ha añadido.
A través de estos artículos, los pediatras aclaran cuáles son
los distintos tipos de epilepsia, si bien las recomendaciones generales son
similares en casi todos los casos. El doctor Málaga ha explicado que “además
de mantener un sueño regular y suficiente es conveniente llevar una vida lo más
normal posible, similar a la de restos de niños de su edad, avisar al colegio
de la condición del menor, para que conozcan la situación y sepan reaccionar en
caso de aparición de crisis, y por supuesto evitar tóxicos, como el alcohol”.
El doctor Málaga aclara la importancia de que los padres
conozcan cómo actuar en cada situación. “En la consulta se les explica que
deben tener cuidado en las situaciones más peligrosas en caso de crisis
cerebral, por ejemplo, en la bañera, el mar o las piscinas. Igualmente
es preciso instruirles sobre la actitud a tener en caso de una convulsión, por
ejemplo, jamás deben meter nada en la boca de su hijo si está sufriendo una
convulsión”.
Un pronóstico esperanzador
En cuanto a la evolución de la enfermedad, los expertos
inciden en los resultados positivos aportados por estudios recientes, los
cuales revelan que en la mayoría de las ocasiones el pronóstico es bueno, especialmente
cuando el niño no tiene ninguna otra enfermedad del sistema nervioso previa al
comienzo de la epilepsia. En esta línea, el presidente de la SENEP asegura que,
“si bien algunos tipos de epilepsia no precisan tratamiento farmacológico,
en otras formas de la enfermedad resulta necesario para evitar la aparición de
nuevas crisis”. De hecho, tal y como se señalan en la web de EnFamilia,
entre el 50 y el 90 % de los niños se mantiene sin crisis gracias a la
administración de un único fármaco, mientras que entre el 20 y el 30 % de los
menores afectados logra controlar la enfermedad con un segundo tratamiento.
En este sentido, los expertos han hecho hincapié en el papel
del neuropediatra como experto encargado de decidir el tratamiento más
apropiado, ya que actualmente existen más de 20 opciones de antiepilépticos con
diferentes mecanismos de acción sobre el cerebro. A este respecto el doctor
Málaga señala que “la principal preocupación de los padres es la aparición
de efectos secundarios”, y aclara que “si bien ningún fármaco
antiepiléptico está exento de ellos, en los nuevos tratamientos cada vez son
menos frecuentes”.
En palabras del doctor Málaga, “tras la incertidumbre y el
temor iniciales que puede provocar el diagnóstico, los padres tienen que saber
que hay motivos para el optimismo, ya que en la mayoría de los casos, la
epilepsia es una enfermedad controlable, y en muchos casos, curable”. Y es
que, según señala este experto, “con un correcto diagnóstico y la ayuda de
los nuevos avances médicos dos tercios de los niños con esta enfermedad se curan
al alcanzar la adolescencia. El pronóstico a nivel global es bueno, aunque
existe un porcentaje de pacientes que, a pesar de distintos tratamientos,
continuarán presentando la enfermedad a lo largo de su vida”.
No comments:
Post a Comment