Los aneurismas de aorta son dilataciones anormales de la arteria
principal, que cuando crecen demasiado tienen un riesgo elevado de rotura. Si
eso ocurre, muchos de los pacientes no sobreviven, por lo que la cirugía es la
mejor opción. Desde hace años, el tratamiento endovascular mediante cirugía
mínimamente invasiva se ha convertido en la mejor opción para muchos pacientes,
aunque no está exento de complicaciones. Consiste en introducir a través de una
pequeña incisión en la ingle o vía percutánea una prótesis dentro de la aorta
que la recubre por dentro, evitando que el aneurisma siga creciendo y, por
tanto, anulando el riesgo de rotura. Sin embargo, en algunos casos la prótesis
puede desplazarse, originando lo que se llama una endofuga. En ese caso, la
sangre sigue rellenando el aneurisma y requiere la colocación de una nueva
endoprotesis para sellar el defecto.
Para evitar
esto, Vithas Parque San Antonio ha implantado un novedoso sistema para resolver
y evitar futuras complicaciones en la cirugía de los aneurismas de aorta, y lo
ha hecho a través una novedosa intervención realizada por primera vez dentro de
la sanidad privada andaluza dirigida por el Dr. José Francisco Valderrama
Marcos y el Dr. Alberto Martín Palanca, miembros de la Unidad de Cirugía
Cardiovascular e Intervencionista de este hospital.
Objetivo principal: sellar perfectamente el
injerto y la pared de la aorta
Según explica
el Dr. Valderrama, «hay casos en los que la aorta presenta una gran
angulación o hay poca distancia para anclar el dispositivo, por lo que el
riesgo de que la nueva endoprótesis se desplace es elevado. Para solucionar
esto hemos empleado un sistema que impide que esto ocurra; mediante la
introducción de unas espirales conseguimos ‘atornillar’ la nueva prótesis a la
pared arterial evitando su desplazamiento y mejorando significativamente el
sellado entre el injerto y la pared de la aorta».
Toda esta
operación se realiza a través de la misma incisión que se usa para colocar la
endoprotesis, por lo que el postoperatorio en el hospital es mínimo. «El
sistema tiene capacidad para colocar adecuadamente entre 4 y 10 espirales de
forma precisa, aprovechando la excelente visualización radioscópica de la que
disponemos, lo que permite orientarlas de forma que queden colocadas a lo largo
de toda la circunferencia de la prótesis; con ello evitamos la futura aparición
de fugas y por tanto aumentamos la fiabilidad del implante» afirma el
radiólogo vascular Alberto Martín Palanca.
El paciente,
que presentaba un aneurisma que había crecido desde los 67 hasta los 86 mm en 6
meses debido al desplazamiento de la prótesis y la subsiguiente endofuga, fue
dado de alta tras la realización de un escáner de control donde comprobó que
esta fuga había quedado perfectamente sellada.
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