VIU – Universidad Internacional de Valencia ha inaugurado el Ciclo de Masterclass Online Cáncer, investigación y cuidados, unas jornadas en la que analiza la situación actual del cáncer desde diferentes perspectivas: investigadora, clínica y ética. El Ciclo se enmarca en las celebraciones de la Semana del Honoris Causa de VIU, organizadas por la Universidad Internacional de Valencia, con el fin de dar relevancia al trabajo de la Dra. Maria A. Blasco, una de las científicas españolas más influyentes en la investigación oncológica, que será investida Honoris Causa por VIU.
Con un total de 6 Masterclass programadas hasta el
11 de mayo, el Ciclo de Masterclass Online Cáncer, investigación
y cuidados ha
sido inaugurado con las dos sesiones: “Un atlas inmunológico del ser humano”
y “Avances en biología molecular de cáncer: repercusiones en salud pública”,
impartidas por la Dra. Paula Soler, profesora colaboradora de VIU y el Dr.
Federico Lucantoni, investigador postdoctoral
senior en el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF).
La Dra. Paula Soler es doctora en Biomedicina y
cuenta con una extensa trayectoria postdoctoral en bioinformática. Participa
activamente en la Facultad de Ciencias de la Salud de VIU, como profesora
colaboradora en Másteres como Epidemiología y Salud Pública o el de
Bioinformática. Por su parte, el Dr. Federico Lucantoni, graduado en Biología
Molecular y Celular, desarrolló su tesis doctoral en el Royal College of
Surgeons in Ireland y actualmente se ha incorporado como investigador
postdoctoral senior en el laboratorio de la Doctora Mar Orzaez en el Centro de
Investigación Principe Felipe.
Un Google Maps
humano para analizarnos mejor
En su sesión titulada “Un atlas inmunológico del
ser humano”, la Dra. Paula Soler, profesora colaboradora de VIU, ha realizado
una retrospectiva de cómo, gracias a la bioinformática, se organizan nuestras
células. El ser humano está compuesto por 37 millones de estas, agrupadas en
200 tipos celulares distintos, por lo que, es imprescindible conocer cómo se
comportan y se relacionan entre ellas para poder detectar cánceres y otras
enfermedades.
Soler explica que actualmente es fácil analizar el
sistema celular humano gracias a los diferentes tipos de análisis: análisis bulk,
permite conocer el conjunto total de las células; single cell analysis,
para saber qué tipos de células hay; y single cell spatial analysis,
para saber cuántas células hay, cuáles son y dónde están (Single
cells vs. Bulk technologies). Esto ha permitido conocer el
comportamiento de las células tumorales, lo cual es esencial para elegir un
tratamiento. Además, esto ha promovido la elaboración de un Atlas humano por
parte de diferentes países, conocido como un Google Maps del cuerpo
humano, que permite navegar por cualquier parte del cuerpo y analizar cómo está
formado.
“Esta iniciativa es interdisciplinar en la que
han participado muchas personas y han dedicado mucho tiempo en la que ha sido
esencial una cohesión entre los grupos experimentales y computacionales”
recalca la Dra. Paula Soler, profesora colaboradora de VIU, quien añade que “gracias
a la bioinformática se pueden aunar disciplinas como ciencia computacional,
biología, matemáticas, estadística, bioquímica, ingeniería, biofísica, química.
Gracias a esta unión se puede investigar la complejidad de nuestro genoma”.
En el grupo de investigación en el que participa
activamente la Dra. Soler, se analizó el compuesto celular de las amígdalas.
Esto fue posible gracias a la toma de muestras de un total de 9 donantes, de
diferentes edades y sexos procedentes del CIMA (Pamplona) y del Hospital
Clínico (Barcelona), las cuales dieron lugar a un total de 360.217 células.
Como resultado, se estudió cómo se produce el Linfoma de células del manto
(LCM). Los investigadores concluyeron que este tumor se produce debido a una
acumulación descontrolada de glóbulos blancos que acaban transformándose en
células malignas. Esto significa un gran paso para conocer en profundidad los
cánceres, su evolución y cómo tratarlo.
Por otro lado, el Dr. Federico Lucantoni, en su
sesión titulada “Avances en biología molecular de cáncer: repercusiones en
salud pública”, recalcó la importancia de la investigación contra el cáncer y
cómo han evolucionado las técnicas de diagnóstico y pronóstico de esta
enfermedad.
El cáncer es una enfermedad en la que algunas
células del cuerpo se multiplican sin control y se diseminan a otras partes del
cuerpo. Nuestro cuerpo contiene una programación genética que, si ve modificada
su trayectoria, puede dar lugar a células cancerígenas. El Dr. Lucantoni, en
este aspecto, resalta “cómo la investigación biomédica en biología molecular
identifica cómo actúa una célula cancerígena cuando es maligna”.
Foco en la
investigación para el diagnóstico del cáncer
Las enfermedades oncológicas son importantes de
tratar porque son un problema de salud pública. El Dr. Lucantoni explica que en
el 2018 se diagnosticaron un total de 9.555.027 casos de cáncer y lo comparó
con los 16.388.459 casos (+71,1%) que se estiman en el 2040. Esto se debe,
según el Dr., a diversos factores: el aumento de la esperanza de vida, el
estilo de vida (consumo de alcohol y tabaco, por ejemplo) y por los avances
técnicos que permiten una mayor detección. No obstante, también ha aumentado la
supervivencia de la enfermedad, gracias a los programas de cribado (detección
precoz), tratamientos eficaces (radioterapia, quimioterapia) y prevención
(vacunas contra el papiloma, por ejemplo).
Asimismo, el investigador postdoctoral senior en el
Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF), explica que “el cáncer es un
problema de salud pública porque es difícil de detectar, hay veces que los
síntomas tienen un desarrollo tardío y las células cancerígenas consiguen
mimetizarse; además, puede ser difícil de tratar, en algunos casos no hay
terapias específicas y las células cancerígenas sobreviven”. Por último,
recalcó el Dr. Lucantoni, todavía hay mucho que no se sabe acerca del cáncer.
En esta línea, el Dr. Federico Lucantoni insistió
en la necesidad de investigación por varios motivos: para encontrar nuevos
biomarcadores y poden añadirlos a El Atlas Humano, encontrar nuevos
tratamientos y análisis específicos, desarrollar herramientas predictivas para
saber si el paciente oncológico va a responder correctamente al tratamiento y,
finalmente, para mejorar nuestra comprensión del cáncer para mejorar la calidad
de vida del paciente. “Sin investigación esto no lo sabríamos, la
investigación cuesta dinero por los materiales, equipos, publicaciones y
salarios de los investigadores.” Subrayó el ponente antes de finalizar la
sesión con la siguiente cita: “Los países no investigan porque sean ricos,
son ricos porque investigan”.
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