De este tema y otros vinculados a la
enfermedad renal crónica se hablará en la 23ª Jornada de Nefrología y
Atención Primaria, organizada por la Unidad de Hipertensión y Prevención de
Daño Renal de la Fundació Puigvert y los equipos de Atención Primaria-Dreta de
Barcelona y patrocinada por Fresenius Medical Care. La formación, que tendrá
lugar mañana 18 de mayo en formato híbrido, va dirigida a médicos de
familia y equipos de enfermería con interés en reforzar su conocimiento en la
detección y atención temprana del paciente renal.
“La Fundació Puigvert es pionera en este
tipo de jornadas, porque desde sus inicios se ha concebido su realización de
manera conjunta entre nefrólogos y médicos de primaria. Se trata de un
programa de atención integrada para personas con enfermedad renal crónica.
Creemos que es la mejor manera de trabajar y todas las ediciones que llevamos
corroboran su éxito”, explica la Dra. Francesca Calero, Jefa de la
Unidad de Nefrología Clínica del Servicio de Nefrología de la Fundació Puigvert
y directora de estas jornadas.
Este año se ha establecido tratar, entre
otros asuntos, de los factores de riesgo de enfermedad renal como son la
diabetes o la hipertensión. Tener hipertensión es la segunda causa de
enfermedad renal y por eso su tratamiento es tan importante. Además, en
personas con enfermedad renal crónica e hipertensas, el control de la tensión
arterial es, probablemente, la intervención más importante para minimizar la
progresión de la enfermedad renal.
Como explica la Dra. Patricia
Fernández-Llama, responsable de la Unidad de Hipertensión del Servicio de
Nefrología de la Fundació Puigvert y co-directora de esta jornada, “el riñón
no es más que un órgano vascular muy especializado, es decir, su estructura
está formada por muchos vasos sanguíneos y la hipertensión deteriora,
precisamente, la parte interna de las venas y arterias. Por este motivo,
ese daño genera que se pierdan proteínas en la orina, que a su vez generan
inflamación del tejido, lo que conduce a una fibrosis de las nefronas y
pérdida en su capacidad de filtrar la sangre”. Otro problema añadido es que el
riñón, cuando enferma, puede generar a su vez hipertensión. De hecho, según
señala esta especialista, la tensión arterial elevada no controlada está detrás
de casi el 20% de los pacientes en diálisis por enfermedad renal crónica.
“Establecer modelos de detección precoz,
cambios en el estilo de vida y tratamiento, si es necesario para su
control, es fundamental para evitar que se dañen órganos tan importantes como
el riñón. Por este motivo, la labor de los médicos de Atención Primaria es tan
relevante, ya que ellos son los que pueden diagnosticar este problema en la
mayoría de las ocasiones. Ante una hipertensión, estos profesionales deberían
realizar un análisis de sangre y uno de orina para conocer si el riñón está
dañado. Porque detectar una enfermedad renal en su fase inicial puede permitir
frenar su evolución”, señala la Dra. Francesca Calero.
Una atención integrada en personas con
enfermedad renal crónica es fundamental para mejorar el control y cuidados
de estos pacientes. “Cursos como este son necesarios para incrementar el
conocimiento de la enfermedad renal y sus factores de riesgo entre los médicos
de primaria, ser conscientes de sus necesidades y establecer pautas de
actuación eficaces para frenar una enfermedad que no deja de aumentar en los
últimos años”, explica la Dra. Eva Baró, directora médica de Fresenius
Medical Care, empresa comprometida con la prevención y el cuidado integral de
la salud renal.
El envejecimiento de la población, factores
de riesgo como la hipertensión o la diabetes, la obesidad o el sedentarismo son
las causas que están detrás del crecimiento anual de la enfermedad renal
crónica, que está en el 3%, lo que supone que su impacto ha aumentado un 30%
en los últimos 10 años en nuestro país. Se estima que en 2040 la enfermedad
renal se habrá convertido en la quinta causa de muerte en todo el mundo.
Por este motivo, otro de los temas que se
tratarán en esta jornada será el de la atención al paciente geriátrico con
enfermedad renal crónica. “Desde hace tiempo, vemos cada vez más a pacientes
ancianos con insuficiencia renal y otras patologías. Mejorar su atención es
vital. Si controlamos los factores de riesgo, hacemos posible que su enfermedad
sea estable y que no tengamos que recurrir a un tratamiento renal sustitutivo”,
aclara la Dra. Francesca Calero.
De esta manera, se puede actuar eficazmente
en dos fases: bien a través de la prevención primaria, evitando la aparición de
la enfermedad, o en la prevención secundaria, retrasando su evolución. “Debemos
poner freno a esta progresión entre todos. Jornadas como esta permiten
mejorar el conocimiento en torno a esta enfermedad y sus factores de riesgo,
establecer diagnósticos y tratamientos precoces que ayuden a frenar o retrasar
su evolución y mejorar la atención al paciente renal”, concluye la Dra. Eva
Baró.
La Fundació Puigvert ha puesto en marcha
este mes su nueva Unidad Avanzada en Diálisis, gracias a un acuerdo estratégico
con Fresenius Medical Care. Se trata de un espacio de más de 1.500 m2 dotados con la última tecnología:
maquinaria y servicios especializados para hemodiálisis o diálisis
domiciliaria, sistemas de gestión y análisis de datos clínicos con inteligencia
artificial y herramientas de big data, todo con el objetivo de garantizar una
atención integral para mejorar la calidad de vida del paciente y establecer
modelos predictivos de evolución de la enfermedad renal.
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