Un estudio del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico de Valencia, Incliva, ha asociado variantes genéticas a la pérdida de masa ósea en mujeres; los investigadores han detectado la existencia de una relación entre variantes genéticas de las proteínas, CD40 y CD40L, que se requieren para un normal funcionamiento del sistema inmunológico, con la osteoporosis en la mujer.
Las conclusiones se presentaron a primeros de mes en la XIX reunión de la Sociedad Española de Investigación Ósea y Metabolismo Mineral, SEIOMM, celebrada en Santiago de Compostela, y recibieron el premio a la mejor comunicación básica en forma de poster del Congreso.
Menor masa ósea
En el proyecto participaron más de 800 mujeres sanas, en edad posmenopáusica, a las que se les realizó un estudio genético y densitometría. Entre los resultados más relevantes, los investigadores detectaron que un grupo de mujeres que posee una de las variantes genéticas, muestra una menor expresión del gen CD40 y menor masa ósea.
Según Miguel Ángel García, “no se trata de una mutación genética, sino de una variante, esto es, una pequeña alteración genética, que predispondría a las mujeres que la posean a tener una menor masa ósea. De confirmarse en los estudios posteriores que vamos a realizar, el gen podría convertirse en un biomarcador potencial de riesgo óseo y fractura, de cara a poder realizar políticas preventivas en la clínica”.
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