Los cambios de hábitos
asociados al verano, en especial al periodo vacacional, pueden provocar un mayor
riesgo de sufrir caries y erosión dental, sobre todo por el consumo de bebidas
carbonatadas, el descuido en el cepillado y el contacto con el cloro de las
piscinas, según una revisión de estudios realizada por el Instituto Dental
ImplanT. “El verano es la estación más propicia para descuidar la salud de los
dientes por el cambio en la alimentación, el aumento del consumo de bebidas
azucaradas y helados, y el mayor descuido en la limpieza de la boca“, asegura el
doctor Rodrigo Martínez Orcajo, director del Instituto Dental ImplanT. Otro
riesgo para la salud dental es permanecer muchas horas en contacto con el cloro
de las piscinas, que erosiona el esmalte dental.
La
llegada del verano suele conllevar un cambio en la dieta, con un mayor consumo
de carbohidratos, dulces y bebidas azucaradas. Un reciente estudio publicado en
la revista Biotechnology,
biotechnological equipment relaciona la
alta ingesta de hidratos de carbono con un mayor riesgo de caries en los niños.
Los resultados revelaron que el desequilibrio en la nutrición está asociado a un
mayor consumo de azúcar simple y al riesgo de caries dental. Otro estudio de la
Universidad de Valencia publicado en marzo en la revista European Journal of
paediatric dentistry
establece una correlación
entre un consumo frecuente de bebidas azucaradas y el aumento de lesiones de
caries tempranas.
La
caries es la enfermedad bucodental más común entre los españoles. Entre un 92 y
un 94 por ciento de la población adulta la padece, según datos de la última
Encuesta de Salud
Oral en España del Consejo de Dentistas. En
el caso de los niños, afecta a un 36% de los menores de 5 y 6 años; a un 45% de
los de 12 años; y a más de la mitad (54%) de los adolescentes de 15 años.
Para evitar el riesgo de caries se recomienda cepillar los dientes
después de cada comida, usar enjuagues fluorados y seda dental. “Debemos
acostumbrarnos a llevar el cepillo siempre con nosotros. En verano, es tan
importante como el uso de un protector solar. Pero en el caso de que olvidemos
el cepillo en casa y no podamos resistir la tentación de comer algún dulce a
deshoras, al menos es conveniente enjuagar muy bien la boca para disminuir la
creación de placa bacteriana y los riesgos para nuestros dientes”, insiste del
doctor Rodrigo Martínez Orcajo.
Cloro de las
piscinas
Las
caries aparecen por un ataque de los ácidos a los dientes. “Suelen aparecer en
el esmalte, pero se pueden extender a la capa interior de la pieza dental”,
añade este especialista. Los refrescos también acaban dañando el esmalte dental,
según diversos estudios, aunque es la exposición prolongada al cloro de las
piscinas lo que más erosión causa.
“Existen
muchos mitos asociados al cloro de las piscinas. Hay quienes creen que favorece
el blanqueamiento dental pero lo que hace en realidad es erosionar el esmalte,
sobre todo si los dientes pasan muchas horas en contacto con él”, explica el
doctor Martínez Orcajo.
Una
investigación publicada en Journal of dentistry for
children
indicaba que un 28% de los niños padece erosión dental. Entre quienes nadaban de
manera profesional en piscinas la erosión llegaba al 60%. El consumo de bebidas
carbonatadas era el segundo motivo
de erosión dental: un 40% de ellos. Le seguía el de zumo de naranja, con un 32%
de afectados.
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