Añadir
cacao natural de manera regular a una alimentación como la mediterránea,
es una opción placentera y a la par saludable que puede ayudar a reducir
la incidencia de numerosas enfermedades crónicas, como las
cardiovasculares y las neurodegenerativas. Principalmente gracias al
elevado contenido de polifenoles del cacao natural, que ejercen
importantes efectos antioxidantes y antiinflamatorios en el organismo.
Así se pondrá de manifiesto durante la XXVIII Reunión de la Sociedad
Española de Nutrición (SEN), que tendrá lugar del 20 al 22 de junio en
Soria.
Aumentan las evidencias científicas sobre
los beneficios del cacao natural
Numerosos ensayos clínicos han observado
que los componentes del cacao natural producen un efecto vasodilatador
que favorece el control de la tensión arterial, aumentan la sensibilidad
a la insulina mejorando el metabolismo de la glucosa, mejoran el perfil
lipídico e inhiben la activación y la adhesión de las plaquetas, además
de tener un potente efecto antioxidante y antiinflamatorio.
“Este
último es un efecto muy interesante, porque la inflamación es la base de
muchas enfermedades crónica, como las cardiovasculares, el cáncer, el
deterioro cognitivo…”, explica el Dr. Ramon Estruch,
consultor sénior en Medicina Interna del Hospital Clínic, Profesor de la
Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona y presidente del
Comité Científico del Observatorio del Cacao.
Gran parte de estos efectos se deben al
alto contenido en polifenoles del cacao natural (entre 10 mg y 50 mg por
gramo), concretamente en flavonoides del tipo flavanoles (epicatequina,
catequina y procianidinas). De hecho, el cacao natural es una de las
fuentes más ricas en flavanoles de la naturaleza. “Y estos componentes son los
encargados de estimular la producción del óxido nítrico en las arterias,
que dilata los vasos sanguíneos, mejorando la circulación y reduciendo la
presión arterial” explica el Dr. Estruch.
El Dr.
Ramón Estruch también señala que los estudios sobre los
efectos protectores del cacao natural sobre la salud han aumentado en los
últimos años. En este sentido, destaca que “además de un efecto
ansiolítico o relajante, aumentando la síntesis de serotonina, tiene un
efecto anti-obesidad, reduciendo el peso corporal y la grasa visceral.
Asimismo, el cacao natural también actúa sobre las funciones cerebrales,
aumentando el flujo sanguíneo al cerebro y el rendimiento cognitivo y
reduciendo la incidencia de deterioro cognitivo y su progresión a la
demencia. Y también tiene un efecto protector de la salud ósea,
reduciendo el riesgo de fracturas por osteoporosis, y un efecto
antitumoral disminuyendo la incidencia de algunos cánceres, como el
colorrectal”. “El efecto beneficioso se deriva de su consumo de manera
regular en el marco de un alimentación variada, el cacao natural lo
podemos introducir en un yogur natural, con frutas, o en el caso de
los niños, se puede añadir a la leche,
lo que contribuye a mantener un adecuado consumo de lácteos que son
importantes para su desarrollo cognitivo y la obtención de la vitamina D”,
comenta el Dr. Estruch.
Es importante que el cacao sea lo más
natural posible
Cabe tener en cuenta que sólo el cacao
natural mantiene al 100% las propiedades antioxidantes y
antiinflamatorias (los flavanoles), así como su típico color marrón y su
sabor amargo al no haber pasado por ningún proceso químico de
alcalinización.
La alcalinización se utiliza para reducir
el sabor amargo propio del cacao natural y para facilitar su disolución
en un líquido, como por ejemplo la leche. Pero según una reciente revisión
científica llevada a cabo por el Instituto de Ciencia y Tecnología de
Alimentos y Nutrición del CSIC (ICATN-CSIC), durante este proceso se
reducen drásticamente los antioxidantes, “entre un 60% o un 78% en función de la intensidad de
dicho proceso”.
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