Más de un millón de personas sufren trastorno bipolar en España y únicamente 300.000
han sido diagnosticadas, lo que se traduce en
que siete de cada diez personas no saben que padecen
este trastorno mental. Además, los expertos estiman que hasta un 45% de los
pacientes con este diagnóstico se han sentido discriminados en
alguna ocasión por presentarla, lo que genera que la puedan ocultar, evitar
situaciones sociales y laborales e incluso abandonar el tratamiento, con el
consiguiente riesgo asociado.
El diagnóstico tardío y la estigmatización que muchas veces
sufren las personas con trastorno
bipolar son dos de los principales problemas de esta enfermedad que afecta a los mecanismos que regulan el estado de
ánimo. Y es precisamente en este
contexto en el que nace la exposición #BipolarNoEsBroma,
impulsada por Lundbeck y el Hospital Universitario y Politécnico La Fe. Una iniciativa divulgativa que persigue combatir
el estigma asociado y destacar la importancia de un diagnóstico correcto y
precoz de las personas afectadas. La muestra, totalmente gratuita, estará
abierta al público del 12 al 14
de junio y se podrá visitar en la entrada principal del recinto
hospitalario.
En palabras de la Dra. Pilar Sierra médico psiquiatra, coordinadora de la
Unidad de Trastornos Bipolares del Hospital Universitario y Politécnico La Fe: “Se estima que existe
un mínimo de cinco años de retraso en el diagnóstico. Aunque sí es cierto que
en los últimos años se ha reducido el tiempo en diagnosticar esta enfermedad,
existen factores que dificultan un diagnóstico precoz. Entre ellos, destaca el
hecho de que en muchos casos los primeros síntomas son depresivos y el
diagnóstico no puede realizarse hasta que se presenta el primer episodio
maníaco. Por otro lado, el inicio puede ser atípico con síntomas psicóticos
idénticos a los de otras enfermedades mentales o bien puede aparecer en el
contexto del consumo de drogas. Sin duda, el diagnóstico temprano es
fundamental, ya que iniciar un tratamiento estabilizador de forma
temprana influye en el curso de la enfermedad, en la adherencia al tratamiento
y previene el deterioro personal y el estigma asociado”.
La banalización de la enfermedad también dificulta el diagnóstico.
Se suele creer erróneamente que los síntomas no son más que un problema
relacionado con el carácter de la persona, cuando en realidad se deben a un mal
funcionamiento del cerebro. Sara Montero, directora de la
Unidad de Sistema Nervioso Central de Lundbeck Iberia, apunta al respecto
que: “el trastorno bipolar es una de las enfermedades mentales que conlleva
más repercusiones a nivel social y a su vez, mayor riesgo de generar estigma y
rechazo social. La exposición a los cambios de humor, tanto en fases de alegría
exacerbada como de profunda tristeza, puede resultar desconcertante para las
personas próximas. Por ello, es de especial relevancia que las personas del
entorno próximo, familia y amigos íntimos, conozcan la enfermedad y sus
particularidades, para poder reaccionar adecuadamente en un momento de
emergencia”. Y añade: “De aquí nuestro interés desde Lundbeck en impulsar
campañas de sensibilización como #BipolarNoEsBroma
para mejorar el conocimiento social sobre esta enfermedad y contribuir al
desarrollo de actitudes más favorecedoras de integración”.
Las asociaciones de
pacientes y familiares juegan un papel clave como herramientas de ayuda en este
ámbito. Aquellos pacientes que conocen bien la enfermedad son capaces de
manejarla y afrontarla mejor. Como apunta Isabel Gómez Bustos, gerente de la
Asociación Valenciana de Trastorno Bipolar: “Informar, orientar,
difundir y sensibilizar son objetivos prioritarios para nuestra Asociación.
Pero ante todo nuestro valor radica en la acogida que brindamos, la faceta
puramente humana de atención inmediata y cercana a las personas que se ven
dentro de esta patología para dar respuesta a la desorientación y falta de
manejo que les sobrecoge”.
Programa eterapia para evitar recaídas y favorecer
la estabilidad
En los últimos cinco años, la Unidad de Trastorno Bipolar del Hospital
Universitario y Politécnico de La Fe ha diagnosticado el trastorno bipolar a
400 personas. En esta misma Unidad se atienden anualmente 200 nuevos casos
relacionados con esta enfermedad y se realizan alrededor de 2.400 consultas,
además de la organización de cursos psicoeducativos que ayudan al paciente a
conocer y afrontar la enfermedad. Asimismo, están inmersos en un proyecto
innovador: el programa eterapia, una aplicación móvil que se encuentra en prueba piloto con la
participación del 20% de nuevos pacientes, y que persigue ayudar tanto a los profesionales
como a los propios pacientes a la detección temprana de episodios depresivos y maníacos,
favoreciendo así de forma precoz un plan de acción para evitar recaídas y propiciando
la estabilidad.
Sobre #BipolarNoEsBroma
La exposición #BipolarNoEsBroma cuenta
este 2019 con el aval y la colaboración de la Dra. Pilar Sierra,psiquiatra
coordinadora de la Unidad de Trastornos Bipolares
del Hospital Universitario y Politécnico La Fe. La muestra, que estará abierta al público del 12 al 14 de junio en la
entrada principal del mismo recinto hospitalario, ofrece información detallada
sobre el trastorno bipolar con el objetivo de darlo a conocer. Para más información
www.bipolarnoesbroma.com.
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