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16 November 2022

Las personas con diabetes tipo 2 que desarrollan cáncer tienen más probabilidades de ser diagnosticadas con una enfermedad avanzada

 

 

 Un estudio de 11.945 personas en seis países europeos ha demostrado que las personas con diabetes tipo 2 que desarrollan cáncer tienen más probabilidades de ser diagnosticadas con una enfermedad avanzada si la afección no se somete a exámenes de detección de forma rutinaria.

En una presentación en el 13.º Congreso Europeo sobre el Cáncer de Mama, la Dra. Anna Jansana, investigadora postdoctoral del grupo de Nutrición y Multimorbilidad del Cáncer de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) en Lyon (Francia) ha asegurado que, a diferencia de la mama y el intestino (o en el 'cáncer colorrectal'), para el cual se dispone de detección de rutina en la población en muchos países, cánceres como el de pulmón, ovario y próstata, no cuentan con programas nacionales de detección y tenían más probabilidades de ser diagnosticados en personas con diabetes tipo 2 solo una vez que el cáncer había comenzado extenderse más allá del tumor original a otras partes del cuerpo (es decir, cuando hay metástasis). 

“Nuestros resultados subrayan la importancia de prestar especial atención a los pacientes con enfermedades preexistentes del corazón, los vasos sanguíneos o el metabolismo, como la diabetes tipo 2, para que los signos de cáncer puedan identificarse en una etapa más temprana, cuando es más probable que se puedan tratarse con éxito”, dijo.

Hasta ahora no se sabía si las personas tienen mayor riesgo de que se les diagnostique un cáncer cuando se encuentra en una etapa avanzada si tienen una enfermedad cardiometabólica preexistente, como la diabetes, las enfermedades cardíacas o los accidentes cerebrovasculares.

La Dra. Jansana y sus colegas identificaron 11.945 casos de cáncer diagnosticados entre 1992 y 2012 entre 400.577 participantes en el estudio de Investigación Prospectiva Europea sobre el Cáncer y la Nutrición (EPIC, en sus siglas en inglés). Examinaron aquellos casos en los que a los pacientes ya se les había diagnosticado enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, ambas o ninguna de ellas, y realizaron análisis basados ​​en cánceres que podían detectarse (cáncer de mama y colorrectal) y cánceres para los que no había programas de cribado en los seis países europeos incluidos en el estudio (todos los demás tipos de cáncer). [1]

En general, durante una mediana (promedio) de 15 años de seguimiento, entre las 11.945 personas diagnosticadas con cáncer, el 87% no tenía enfermedades cardiometabólicas preexistentes en el momento en que se les diagnosticó el cáncer, el 5% de los cánceres ocurrieron en personas con un diagnóstico preexistente de enfermedad cardiovascular, un 7% en personas con diagnóstico de diabetes tipo 2 y un 1% en personas con diagnóstico de enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2.

Un total de 2.623 personas tenían cáncer de mama y 1.722 tenían cáncer colorrectal. Para estos dos cánceres no se encontró una asociación estadísticamente significativa entre una etapa posterior del diagnóstico y enfermedades cardiovasculares preexistentes y diabetes tipo 2. Sin embargo, para los 7.400 casos de cánceres no cribados, los investigadores hallaron que las personas que tenían diabetes de tipo 2 antes presentaban un aumento estadístico significativo (un 26%) del riesgo de ser diagnosticados de cáncer cuando su enfermedad ya había metastatizado, en comparación con aquellos que no tenían problemas cardiometabólicos preexistentes. 26 casos fueron detectados antes de que se extendiera el cáncer y 41 después de metastatizar.

“La buena noticia es que para los pacientes con cáncer de mama o colorrectal, los programas nacionales de detección parecen estar detectando el cáncer a menudo antes de que comience a propagarse, tanto para aquellos con diagnóstico como para aquellos sin diagnósticos preexistentes de enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2. Nuestros hallazgos subrayan la importancia de que el paciente participe en la detección cuando se le invita a un cribado”, señala la Dra. Jansana.

“Sin embargo, para los cánceres para los que no existen programas nacionales de detección, nuestros resultados pueden incitar a los legisladores a ampliar el alcance de las recomendaciones de salud pública para abarcar a los pacientes afectados por enfermedades cardiometabólicas y cáncer. En la actualidad, las pautas de detección del cáncer no incluyen recomendaciones sobre la detección del cáncer entre las personas con enfermedades cardiometabólicas. Puede ser necesario que los involucrados en la atención médica y la formulación de políticas consideren si las recomendaciones necesitan algún ajuste en términos de detección del cáncer”, apunta la experta.

“Además, los profesionales de la salud deben prestar especial atención a las personas con condiciones cardiometabólicas preexistentes. Nuestros hallazgos sugieren que podría valer la pena desarrollar intervenciones y tratamientos para abordar las vías comunes involucradas en estas enfermedades no transmisibles”, añadir la Dra. Jansana.

Se sabe que los factores de estilo de vida, como la dieta, la ingesta de alcohol, el ejercicio y el peso corporal, están asociados con la aparición tanto del cáncer como de la enfermedad cardiometabólica. Se ha demostrado que los niveles altos de azúcar en la sangre que están involucrados en la diabetes aumentan la señalización celular por el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), lo que puede provocar cánceres más avanzados y una menor supervivencia. Otros mecanismos biológicos que comparten tanto el cáncer como las enfermedades cardiometabólicas incluyen la inflamación causada por la obesidad, una condición llamada estrés oxidativo, que puede dañar el ADN y las células, y el mal funcionamiento de la actividad de las hormonas sexuales, o el factor de crecimiento insulínico tipo 1

que está involucrado en el crecimiento prenatal y posnatal, o la leptina, que interviene en la regulación del almacenamiento de grasa.

Los puntos fuertes del estudio son que incluye un gran número de personas de varios países europeos y métodos estándar validados para diagnosticar el cáncer. Las limitaciones, que solo se puso a disposición de los centros del estudio EPIC el primer evento coronario no fatal y no los posibles eventos sucesivos; que no había datos sobre cómo se manejaba la diabetes —por ejemplo, si se usaba metformina, que se asocia con un menor riesgo de problemas cardíacos y vasculares y algunos tipos de cáncer—; que cuatro de los países participantes de EPIC no pudieron ser incluidos en el estudio debido a la falta de datos sobre la etapa del cáncer cuando se diagnosticó y sobre los problemas de salud relacionados con la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

La Dra. Laura Biganzoli, presidenta de EBCC13 y directora del Centro de Mama del Hospital Santo Stefano, Prato, Italia, no ha participado en la investigación. Preguntada al respecto, ha valorado: “Estos hallazgos, que provienen del estudio EPIC de larga duración, brindan una evidencia valiosa adicional sobre la utilidad de los programas nacionales de detección para el cáncer de mama e intestino. La presentación del Dr. Jansana muestra que el cribado tiene éxito en la detección de estos cánceres particulares en una etapa más temprana, independientemente de las condiciones cardiometabólicas preexistentes. Lamentablemente, este no es el caso de otros cánceres, para los que no existen programas nacionales de cribado, y que se detectan con mayor frecuencia en estadios avanzados en pacientes que presentan enfermedad cardiometabólica”.

“Se trata de una información importante para compartir con la comunidad médica, pero desafortunadamente, en esta etapa, no se pueden proporcionar recomendaciones sobre procedimientos de monitoreo específicos para implementar en esta población, aparte de recomendar la participación en programas de detección ya existentes”, añadió.

 
 
 

 

 

14 October 2021

Fármacos híbridos para la curación definitiva de la diabetes tipo 2

 

 

  • “Medicamentos que combinan tanto el control glucémico como el de peso, junto con beneficios cardiovasculares relevantes, pueden llevar a una auténtica curación de la enfermedad”, según el doctor Manuel Gargallo
  • Sistemas de infusión dotados de inteligencia artificial consiguen un control casi perfecto de la diabetes tipo 1 sin necesidad de ajustes externos permanentes

 

  • El estudio Di@bet.es aporta como novedad la asociación entre el déficit severo de yodo y la mortalidad en la población general, especialmente por causa cardiovascular

 

  • La doctora Maldonado-Araque aconseja corregir la yododeficiencia en cualquier etapa de la vida, así como hacer una campaña de difusión para informar a la población   

 

  Cuando se cumplen 100 años del descubrimiento de la insulina, los expertos ya apuntan la posibilidad de que innovadores fármacos híbridos consigan la curación definitiva de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2). Precisamente de estas novedades se está hablando en el 62 Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), que se celebra en Sevilla del 13 al 15 de octubre.

 

El doctor Manuel Gargallo, coordinador del Área de Trabajo de Diabetes de la SEEN, ha destacado los principales avances en el abordaje de esta enfermedad. “Por un lado, el desarrollo de fármacos podría prevenir o retrasar el desarrollo de la diabetes tipo 1 en personas susceptibles. Por otra parte, han aparecido sistemas de infusión dotados de inteligencia artificial que consiguen un control casi perfecto sin necesidad de ajustes externos permanentes”.

 

En cuanto a la DM2, este especialista ha hablado del desarrollo de “fármacos híbridos que combinan tanto el control glucémico como el de peso, junto con beneficios cardiovasculares relevantes, que pueden llevar a una auténtica curación de la enfermedad”.

 

También se ha referido a la tecnología, que, además de formar parte de estos sistemas de infusión, ha revolucionado el aspecto de la motorización y el control de la enfermedad. “Estas funciones nos han permitido conocer de forma instantánea y continua a la largo de 24 horas los niveles de glucosa. De esta forma, se ha iluminado totalmente la situación exacta de cada paciente cada día en cada momento, de forma que los ajustes terapéuticos sean absolutamente precisos”.

 

Cien años de insulina

El descubrimiento de la insulina supuso el poder disponer, por primera vez, de un fármaco para tratar a las personas con diabetes, como ha recordado el doctor Gargallo. “Hay que tener en cuenta que los primeros antidiabéticos orales surgieron en los años 40, por lo que antes de la insulina el tratamiento de las personas con diabetes se limitaba a unos consejos dietéticos”.

 

Según el coordinador del Área de Trabajo de Diabetes de la SEEN, su calidad de vida cambió de forma espectacular, sobre todo para las personas con DM1, a las que “literalmente, la insulina salvó la vida”. “Simplemente, debemos recordar la famosa foto del primer paciente tratado, Leonard Thompson, que de tener un aspecto casi cadavérico se transformó en un adolescente con un aspecto excelente al ser puesto en terapia con insulina”.

 

“Históricamente, es indudable que el desarrollo de las técnicas de ingeniería genética que permitieron comenzar a sintetizar de forma ilimitada una insulina idéntica a la humana y liberarse de la extracción animal, con sus limitaciones y problemas de hipersensibilidad, supuso un tremendo paso adelante”, ha dicho.

 

Datos del estudio Di@bet.es

Por su parte, la doctora Cristina Maldonado-Araque, especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Regional de Málaga (IBIMA, CIBERDEM), ha presentado en Sevilla los resultados del estudio Di@bet.es, que analiza la asociación del déficit severo de yodo con una mayor mortalidad por cualquier causa, y más específicamente por motivo cardiovascular.

 

“La población en general está en riesgo de déficit de yodo”, ha sentenciado esta facultativa. “Clásicamente hemos prestado más atención a los niños y las mujeres en edad fértil por sus implicaciones en la gestación y desarrollo intelectual; sin embargo, este estudio debe hacernos replantear ese foco, porque unos adecuados niveles de yodo parecen ser importantes a lo largo de toda la vida”.

 

En concreto, la doctora Maldonado-Araque ha indicado que una yoduria por debajo de 50 microg/L se ha relacionado con un aumento de la mortalidad, pero “no causa la muerte”, es decir, no hay una relación directa causa-efecto. “Hemos observado una asociación entre baja yoduria y mayor mortalidad”, ha resumido. En este sentido, ha recordado que el déficit de yodo es fácilmente prevenible con una adecuada nutrición mediante el consumo de sal yodada y productos lácteos, pero hace falta concienciar de este riesgo a la población.

 

Población de mayor riesgo

En su intervención, la especialista del Hospital Regional de Málaga se ha referido a la población de mayor riesgo, como las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. “A lo largo de todo el periodo gestacional se refuerza la suplementación con ioduro potásico o la ingesta diaria de productos lácteos y sal yodada en cantidad suficiente. No debería hacerse solo durante el embarazo, sino antes del mismo y, según nuestros datos, durante toda la vida, por la salud cardiovascular de la población”.

 

“Nuestro estudio no se centra en la infancia o el embarazo, que son periodos en los que se suele tener especial cuidado con los aportes de yodo”, ha comentado la doctora Maldonado-Araque. El estudio Di@bet.es incluye población mayor de 18 años, excluyendo gestantes. “Nuestros hallazgos son más generales y extendidos a toda la población; de hecho, hablamos de mortalidad por cualquier causa y mortalidad cardiovascular, que son hallazgos relativamente novedosos y menos estudiados que los efectos en niños y gestantes”, ha concluido.

 

31 August 2020

La falta de sueño está asociada al riesgo de desarrollar obesidad y diabetes tipo 2


Existen numerosos estudios epidemiológicos que aseguran que, la falta de sueño está asociada al riesgo de desarrollar obesidad y diabetes tipo 2. Al tratarse de dos patologías muy prevalentes y fácilmente prevenibles, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) alerta de que dormir poco produce un aumento de concentración de ghrelina, una hormona secretada principalmente por la mucosa gástrica que estimula la ingesta, al mismo tiempo que reduce la leptina, de efecto saciante, procedente del tejido adiposo. Esta subida y bajada de valores hormonales, favorece un comportamiento alimentario que promueve la ganancia de peso.

En esta línea, el Dr. Javier Salvador, miembro del Área de Neuroendocrinología de la SEEN, advierte de que la ausencia de sueño “tiene como consecuencia un modelo de estrés y activación del sistema nervioso simpático, que puede traer consigo el desarrollo de obesidad abdominal y resistencia a la insulina. Ambos fenómenos, aumentan la probabilidad de desarrollar diabetes y otras complicaciones como hipertensión arterial”. Del mismo modo, aclara que cuando existe apnea obstructiva del sueño los fenómenos derivados de la hipoxia tisular intermitente también contribuyen al deterioro metabólico y al aumento de la masa grasa y del peso corporal, así como de sus comorbilidades asociadas.

Como consecuencia de todos estos factores se produce una somnolencia diurna y un cansancio que favorece el sedentarismo, lo que también promueve el desarrollo de obesidad y diabetes.

Pero según los expertos, el sistema regulador del metabolismo no es tan sencillo: “Se debe tener en cuenta los diferentes mensajes procedentes del sistema nervioso, el aparato digestivo, el tejido graso, el hígado y el páncreas, ya que tienen influencias sobre la acción de una u otras hormonas. Además hay que tener presente otros fenómenos periféricos como son la inflamación y la termogénesis”, asegura el Dr. Salvador.

Alimentación y falta de sueño

Existen estudios en los que se ha comprobado que existe un aumento en el consumo de carbohidratos, siendo la variación del porcentaje de ingesta un factor que puede contribuir al riesgo de obesidad, resistencia insulínica y diabetes. No obstante, tratar de controlar la ingesta no es fácil, dado que su alteración está determinada por factores biológicos.

De este modo, “la apuesta más segura para mantener una buena salud metabólica es seguir una dieta mediterránea, en la que predominen frutas y verduras, así como fibra y grasas de origen vegetal, y prestando especial atención a limitar el consumo de carne roja y grasas animales. Esto debe ir acompañado de un periodo de descanso nocturno regular de una duración de 7-8 horas, y de una frecuente actividad física, siempre adaptada a las circunstancias clínicas individuales” recuerda el experto en neuroendocrinología.

Influencia hormonal en el apetito de las mujeres

El especialista comenta que los ciclos hormonales de hombres y mujeres influyen en el apetito y en la ganancia de peso de manera diferente. En el caso femenino las variaciones propias del ciclo menstrual hacen que la situación sea más cambiante que en el varón.
Atendiendo el periodo previo a la menstruación, cuando hay valores elevados de estradiol y progesterona en la mujer fértil, existe, en algunas personas, una tendencia a aumentar de peso y a experimentar un comportamiento alimentario más compulsivo. En los casos con síndrome premenstrual disfórico (caracterizado por síntomas cíclicos, somáticos, psicológicos y conductuales, agravados en la fase luteal del ciclo menstrual), se relacionan con un mayor apetito por los alimentos dulces que contienen una alta densidad energética.

Igualmente, en el periodo de lactancia es posible contemplar un aumento de la ingesta compensador que puede ser como consecuencia de cambios en el tono dopaminérgico y noradrenérgico centrales derivados de la hiperprolactinemia, caracterizada por un alto nivel de la hormona prolactina en la sangre y estimulada por la succión del pezón a la vez que la desaparición de las hormonas sexuales de producción placentaria.

En lo que respecta a la etapa de la menopausia, se hallan diferentes opiniones al respecto. Algunos estudios aseguran que “el aumento de la masa grasa y del peso corporal se da por una influencia de la edad. Sin embargo, otras investigaciones han demostrado que la deficiencia hormonal de estrógenos y progesterona, resultado de la detención de la función ovárica, está asociado con un patrón masculino de distribución de grasa abdominal y visceral que aumenta el riesgo de diabetes, dislipemia, hipertensión y de otras complicaciones relacionadas a la obesidad”, señala el experto. En este periodo de la vida, añade: “Es aconsejable aplicar medidas preventivas y terapéuticas encaminadas a reducir el exceso de masa grasa, además de mantener las medidas higiénico-dietéticas y de estilo de vida saludables” apunta.

Influencia hormonal en el apetito de los hombres

En el caso de los hombres, se ha demostrado que la testosterona produce un incremento del peso corporal bajo administración crónica. Sin embargo, en repetidas ocasiones aparece obesidad cuando se produce hipogonadismo masculino, resultado de una disminución de la concentración de testosterona endógena como consecuencia de su toma exógena. Esto muestra diferentes efectos de esta hormona en función del escenario biológico.

La etapa de la andropausia también afecta a los varones, sin embargo es más progresiva que la menopausia femenina, y puede suponer un incremento de peso, aunque algo menor. Pese a esto, “no se debe dejar de vigilar el efecto modulador de la ingesta que produce la concentración de andrógenos en el varón. No obstante, su actuación principal sobre el control del peso corporal está más ligado con sus poderosos efectos anabolizantes sobre la masa magra, que disminuyen con la edad y participan, de ese modo, en el aumento de grasa asociado al envejecimiento”, apunta el Dr. Salvador.



27 June 2019

Investigadores de IBIMA diseñan una herramienta para identificar barreras de autocuidados en personas con diabetes tipo 2

El estudio ha sido publicado en “Value in Health”, revista oficial de la International Society for Pharmacoeconomics and Outcomes Research (ISPOR), la tercera revista mundial en investigación en Servicios de Salud.
El grupo ‘Cronicidad, Dependencia, Cuidados y Servicios de Salud’, perteneciente al área de ‘Neurociencias, cronicidad, envejecimiento y salud en poblaciones vulnerables’ del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA), ha diseñado una herramienta para ayudar a identificar a los pacientes y los profesionales las barreras para el autocuidado en personas con diabetes tipo 2. Además, el instrumento, que está disponible en una aplicación online accesible desde los ordenadores de las consultas de los centros de salud de Málaga y provincia, forma parte de un estudio clínico aletoreizado actualmente en curso, en el que se está probando un nuevo modelo de atención a los pacientes con diabetes tipo 2 en las consultas de crónicos de Atención Primaria, mediante intervenciones individualizadas adaptadas a estas barreras.
El proyecto, que se ha desarrollado durante 5 años en una quincena de centros de Atención Primaria del Distrito Sanitario Málaga-Valle del Guadalhorce y del Distrito Costa del Sol, ha constado de dos fases. En la primera, mediante métodos cualitativos, pacientes y expertos de varias disciplinas en la atención a diabéticos identificaron áreas que habitualmente suponen obstáculos importantes en el cuidado de la diabetes y que conducen a un empeoramiento de esta enfermedad. En la segunda, mediante métodos clinimétricos, se ha validado una herramienta (denominada EBADE) que evalúa estas barreras, conceptualizadas bajo el marco conceptual de la Teoría de Conducta Planificada, en una muestra de 410 personas con diabetes tipo 2.
Las barreras que esta herramienta valora tienen que ver con la alimentación, la actividad física, la interacción con el sistema sanitario, el apoyo familiar y social, el cuidado de los pies y el afrontamiento de las complicaciones. A su vez, los análisis con esta herramienta han permitido comprobar cómo las personas con más barreras de autocuidados tienen casi el doble de probabilidad de desarrollar complicaciones asociadas a la diabetes como la retinopatía, neuropatía, nefropatía o pie diabético.
Por su parte, José Miguel Morales Asencio, investigador responsable del grupo de investigación, además de profesor titular en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Málaga, destacó que este tipo de publicaciones en una revista de alto impacto supone “por una parte el reconocimiento a un trabajo riguroso que ha conseguido superar las limitaciones de muchos instrumentos disponibles hasta ahora, además de conseguir visibilizar investigación de servicios de salud llevada a cabo en Málaga, en el seno de la UMA, del Servicio Andaluz de Salud y de IBIMA”. Por último, el investigador responsable también señaló que esta publicación “significa un refuerzo a las estrategias de incentivación de la investigación en Atención Primaria, que es donde residen las grandes soluciones al problema de la cronicidad“.
Estos estudios están financiados por el Instituto de Salud Carlos III y por la Consejería de Salud y Familias, en su convocatoria de Atención Primaria y la de intensificación de recursos humanos para la investigación.
El grupo ‘Cronicidad, Dependencia, Cuidados y Servicios de Salud’ está integrado por investigadores de la Universidad de Málaga, el Distrito Sanitario Málaga-Valle del Guadalhorce, la Agencia Sanitaria Costa del Sol y el Hospital Universitario Virgen de la Victoria.

05 June 2017

Las personas con diabetes tipo 2 tienen hasta cinco veces más riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular

Las personas con diabetes tipo 2 tienen hasta cinco veces más riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular que las personas sin diabetes. Y es que “el elevado nivel de azúcar en sangre, característico de esta enfermedad, se asocia frecuentementea tensión arterial alta, alteración de los lípidos y obesidad, lo que acaba produciendo que dos de cada tres pacientes con diabetes tipo 2 fallezcan de una enfermedad cardiovascular, en especial, cardiopatía isquémica e ictus”, tal y como ha explicado el doctor Edelmiro Menéndez, jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Central de Asturias y presidente de la Sociedad Española de Diabetes (SED).

Por tanto, como recuerda la doctora Almudena Castro, responsable del Grupo de Diabetes de la Sociedad Española de Cardiología, “el abordaje de estos pacientes debe ser multifactorial y multidisciplinar, con un correcto seguimiento y una buena coordinación entre Atención Primaria, Endocrinología y Cardiología”.

Ambos expertos participaron, en el marco del XXVIII Congreso Nacional de la SED, en los “Coloquios, de corazón, en diabetes”, un espacio, patrocinado por Novo Nordisk, en el que se profundizó en la relación entre la diabetes y la enfermedad cardiovascular.

Aproximadamente el 14% de la población española padece diabetes, lo que supone más de 5,3 millones de personas. La diabetes tipo 2 es la más prevalente; de hecho, en España la tiene entre el 90% y 95% de los pacientes con diabetes.

Prevención del riesgo CV
La diabetes implica unos niveles de glucosa en la sangre elevados que, además de dañar diversos órganos, también afecta a los vasos sanguíneos, favoreciendo la aparición de la placa de ateroma, lo que provoca que el flujo de la sangre cada vez sea más difícil y que los vasos puedan acabar obstruyéndose.

No obstante, la mayoría de las enfermedades cardiovasculares pueden prevenirse siguiendo unos hábitos de vida saludables y controlando los principales factores de riesgo, como la diabetes. Para disminuir este riesgo, y como recomienda el doctor Menéndez, “las personas con diabetes tipo 2 deben seguir las mismas recomendaciones que hay para el resto de la población: hacer actividad física, dieta mediterránea y no fumar”.

En cuanto a la actividad física, la doctora Castro aclara que lo importante es mantenerse activo. “No sirve de mucho practicar deporte una hora al día y el resto del tiempo llevar una vida sedentaria o estar sentado casi todo el tiempo. Hay que moverse más, es decir, incrementar la actividad física. No sólo es ejercicio físico sino tener una vida activa”, matiza.

Por tanto, continúa esta experta, “lo más importante para favorecer unos buenos hábitos de vida es seguir fomentando las políticas de salud pública y la educación a la persona sana para que no enferme y, si ya lo está, fomentar el autocuidado para un control óptimo de la diabetes”.

“Sin duda, hay que transmitir al paciente la importancia que tiene la diabetes tipo 2. Sin generar miedo, pero siendo conscientes de que tenemos que motivarle para que comprenda que un control inadecuado de la misma puede originar trastornos y complicaciones graves para su salud”, indica el presidente de la SED.

Avances terapéuticos
Junto a la dieta y el ejercicio, el tratamiento es el otro pilar básico en el tratamiento de esta enfermedad y las patologías asociadas. En los últimos años se han desarrollado tratamientos, como liraglutida, que permiten un mejor control de las personas con diabetes y enfermedad cardiovascular.
“Contar con estas nuevas opciones terapéuticas contribuye a reducir drásticamente la mortalidad cardiovascular de nuestros pacientes, así como el riesgo de sufrir un infarto o un ictus. Además de sus efectos favorables en la presión arterial y otros factores de riesgo vascular”, asegura la doctora Castro.

03 May 2017

Suprimir el gluten sin supervisión médica aumenta la probabilidad de diabetes de tipo 2

 

En Estados Unidos, el 30 % de la población ha dejado de consumir gluten sin ser celíaca y en Europa se ha extendido la percepción de que es perjudicial. En cambio, los investigadores alertan de que no es conveniente eliminarlo sin supervisión médica, porque a su vez se podrían suprimir otros micronutrientes beneficiosos para el organismo. En el peor de los casos, aumentan las probabilidades de desarrollar diabetes de tipo 2 o de sufrir algún desequilibrio nutricional.

El gluten se ha convertido, junto con la lactosa, en uno de los alimentos más demonizados de la última década. En el caso del gluten, como mínimo, las afirmaciones no tienen rigor científico. «No hay ninguna evidencia que demuestre que el gluten es perjudicial para la salud, en términos generales o a largo plazo», afirma Pilar Garcia Lorda, profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC. «Es necesario un diagnóstico médico que justifique su exclusión», añade.

Diabetes de tipo 2 y desequilibrio nutricional

Un estudio de investigadores de Harvard publicado por la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA) establece que las personas que, sin ser celíacas, dejan de ingerir gluten, tienen un 13 % más de probabilidades de tener diabetes de tipo 2 que las que consumen productos con gluten de forma generalizada.

«El estudio apunta que los individuos en observación que hacían una dieta libre de gluten consumían menos productos ricos en fibra procedentes de los cereales y que este es un factor que contribuye a la prevención de la diabetes de tipo 2», matiza Alicia Aguilar, profesora los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC.

«La dieta, pues, debe ser equilibrada. A menudo, cuando se restringe el consumo de gluten, también se eliminan lácteos y otros grupos de alimentos. Si esto no se compensa, puede desembocar en dietas con un exceso de proteínas o hidratos de carbono simples», asegura Anna Bach, profesora del máster de Nutrición y Salud de la UOC.

Mitos

En los últimos años, las dietas libres de gluten se han asociado a un estilo de vida saludable, entre otros aspectos porque parte de la población occidental cree que adelgazan. «A menudo, buscamos otorgar beneficios exagerados a productos o dietas. Y, en este caso, ha sido así. La dieta sin gluten se ha mitificado y se le han atribuido mejoras en la condición física o bien en la pérdida de peso. Sin embargo, por ahora no hay ninguna evidencia científica de que exista una relación causal entre eliminar el gluten y la pérdida de peso», afirma Aguilar.

De hecho, Laura Esquius, profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, recuerda que, en general, el gluten que se consume nos llega por vía de productos ultraprocesados y poco recomendables, en vez de cereales enteros, como el arroz o el pan integral. «Mucha gente pierde peso porque deja de consumir alimentos ultraprocesados», indica.

Por lo tanto, si no existe ninguna reacción adversa relacionada con el consumo de alimentos que contienen gluten, los médicos recomiendan seguir las indicaciones asociadas con la pirámide de alimentación saludable y la dieta mediterránea, que indican que hay que consumir cereales (arroz, pan, pasta...) a diario y mejor si son integrales. «En nuestra cultura el trigo es el cereal habitual y, de hecho, es uno de los símbolos de la tríada de la dieta mediterránea», afirma Anna Bach.

Celiaquía: un trastorno infradiagnosticado

La patología más conocida relacionada con el gluten es la celiaquía. El 1 % de la población occidental la padece; en España, 450.000 personas. Sin embargo, se estima que hay más celíacos sin diagnosticar. Hay que distinguir la celiaquía de la alergia al trigo, así como de la sensibilidad al gluten no celíaca (SGNC). Este último trastorno se ha detectado recientemente y se calcula que afecta a entre el 2 % y el 6 % de la población.

A diferencia de la celiaquía, la SGNC se relaciona no solo con desórdenes gastrointestinales, manifestaciones sistémicas, sino incluso con enfermedades de tipo inflamatorio o autoinmune, o de ambos tipos a la vez, diferentes de la enfermedad celíaca.

«Cada vez más, la tendencia a eliminar el gluten de la dieta se extiende entre la población afectada, lo que conlleva una evolución positiva de los síntomas y una mejor calidad de vida. La SGNC es un trastorno relevante y aceptado por la mayoría de la población, pero actualmente no existen suficientes estudios científicos como para determinarlo de forma estricta en quien lo padece», explica Garcia Lorda. 

14 March 2017

La diabetes gestacional incrementa hasta en ocho veces la probabilidad de que el niño desarrolle diabetes tipo 2

La diabetes gestacional puede afectar la salud a largo plazo tanto de la madre como del bebé. Por ejemplo, los hijos de madres con diabetes gestacional tienen hasta ocho veces más probabilidad de desarrollar diabetes tipo 21u obesidad en la adolescencia o en la edad adulta. Así se ha puesto de manifiesto durante el 9º Simposio de Diabetes en el Embarazo, con Novo Nordisk como patrocinador principal, y que acaba de celebrarse en Barcelona.

Como advierte el doctor Alan Moses, director médico de Novo Nordisk, “aunque la diabetes gestacional no es tan severa como la diabetes tipo 1, tiene un gran impacto en el desarrollo del bebé, los riesgos asociados con el parto y eleva el riesgo de tener diabetes años más tarde, también para la madre”. De hecho, aproximadamente el 50% de las mujeres con diabetes gestacional desarrollan diabetes tipo 2 antes de los cinco años posteriores al embarazo.

Por estas razones son tan importantes las pruebas para detectar la diabetes durante el embarazo o controlarla si la madre ya es diabética, ya que ofrecen la posibilidad de reducir la morbilidad y la mortalidad prevenibles de las madres y frenar la diabetes tipo 2. 

Y es que en los últimos años se ha producido un notable aumento en el número de mujeres que desarrolla diabetes durante el embarazo, “soliendo aparecer en el último trimestre de la gestación”, indica este experto. En algunos países, el riesgo de desarrollar diabetes gestacional oscila ya entre un 20-30%, lo cual está asociado a la mayor prevalencia de obesidad.

Las terapias: un antes y un después
Antes de 1922, cuando se usó por primera vez la insulina, las mujeres en edad fértil con diabetes tipo 1 no podían concebir o morían durante el embarazo. Sin embargo, “en los últimos 30 años se ha hecho un gran esfuerzo para evitar la mortalidad y las nuevas insulinas basales, como insulina detemir, proporcionan un excelente control de la glucosa con menor riesgo de reacciones hipoglucémicas. Un trabajo que ha permitido que haya menos riesgo de mortalidad perinatal, malformaciones congénitas y otros efectos adversos en la madre”, señala el doctor Alan Moses.

“Tanto es así, que debido a la eficacia de los tratamientos cada vez más mujeres con diabetes tipo 1 están dispuestas a asumir los riesgos del embarazo”, afirma el doctor.

Como explica, “en Novo Nordisk, nos esforzamos cada día para desarrollar nuevos análogos de la insulina que reproduzcan mejor el perfil de la insulina secretada en alguien que no tiene diabetes. Por ejemplo, pronto probaremos con la insulina de nueva generación degludec en mujeres embarazadas con diabetes. Además, acaba de ser aprobada la insulina aspart de acción ultra rápida que proporciona un mejor control de los niveles de glucosa tras las comidas en personas con diabetes tipo 1. Una nueva formulación de la insulina aspart que ya tiene un largo historial de uso seguro y eficaz en el embarazo”.
 
Por lo tanto, gracias a estos avances terapéuticos, iniciar o intensificar el tratamiento de la diabetes en el embarazo reduce notablemente las complicaciones en la madre y el recién nacido. Pero como aclara el doctor, “esto no sólo implica la elección de los medicamentos adecuados, sino también asegurar que la mujer es educada en relación con el autocuidado (tomar la medicación, controlar la glucosa en la sangre, ajustar la dieta y el ejercicio, mantener un seguimiento médico). De esta manera, con un buen cuidado y un continuo seguimiento, las mujeres tendrán un embarazo satisfactorio”.

El desafío: hiperglucemia e hipoglucemia
Uno de los principales retos del profesional sanitario a la hora de atender a mujeres embarazadas con diabetes es evitar las hiperglucemias y las hipoglucemias. “Manejar con éxito la diabetes en esta etapa de la vida de la mujer implica tener en la sangre un nivel promedio de glucosa menor que las demás personas diabéticas. Y esto aumenta el riesgo de hipoglucemia”, señala Alan Moses. Si ésta es grave puede causar un importante daño permanente tanto en la madre como en el bebé.

No obstante, asegura el doctor, “el manejo actual de la diabetes en la madre ha reducido el riesgo de sufrir tanto hiperglucemias como hipoglucemias”. El cambio en el estilo de vida, con una alimentación saludable y ejercicio, y medicación si fuera necesario, son suficientes para alcanzar los niveles de control de glucosa en sangre casi normales4.

Proyectos en la India y Nicaragua
En 2009, Novo Nordisk lanzó el programa Cambiando la Diabetes® en el Embarazo para crear conciencia de los riesgos de la diabetes en esta etapa y mejorar el acceso a los diagnósticos y a la atención sanitaria.

Un programa llevado a cabo en distintos países junto con las asociaciones de diabetes y de salud materna, la colaboración de los profesionales sanitarios y las autoridades de Gobierno. Ejemplo de ello son el Proyecto en Nicaragua, con el apoyo de la Fundación Mundial de la Diabetes, la Organización Panamericana de Marketing Social (PASMO) y Healthy Lives, measurable results (PSI); y el Proyecto en la India, llevado a cabo junto al Gobierno del Estado de Madhya Pradesh (India) y Jhpiego.

“Un programa del que estamos muy orgullosos y con el que estamos consiguiendo aumentar los diagnósticos de diabetes en el embarazo, reducir la mortalidad infantil y mejorar la salud de las madres”, concluye Alan Moses, director médico de Novo Nordisk.

06 March 2017

La FDA aprueba Qtern (dapagliflozina y saxagliptina) para el tratamiento de la diabetes tipo 2

La compañía biofarmacéutica AstraZeneca ha anunciado que la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado Qtern (10 mg de dapagliflozina y 5 mg de saxagliptina) en comprimidos, administrado una vez al día, para el tratamiento de pacientes adultos con diabetes tipo 2. El nuevo medicamento está indicado como complemento a la dieta y al ejercicio físico para mejorar el control de la glucemia (niveles de azúcar en sangre), en adultos con diabetes tipo 2 en los que no se ha podido controlar con dapagliflozina (10 mg) o que ya están siendo tratados con dapagliflozina y saxagliptina1.

“La diabetes tipo 2 es una enfermedad compleja que está adquiriendo proporciones de epidemia mundial y que, actualmente, afecta a más de 29 millones de personas sólo en Estados Unidos”, según afirmó Elisabeth Björk, vicepresidenta y directora de enfermedades cardiovasculares y metabólicas del departamento de Desarrollo Global de Medicamentos de AstraZeneca. “La autorización de la combinación de dapagliflozina y saxagliptina representa una excelente noticia para los pacientes con diabetes tipo 2 al poder beneficiarse de un mejor control de la glucemia al añadir, en un solo comprimido de administración diaria, un inhibidor de la DPP-4 a un inhibidor del SGLT-2”, añadió.

Los inhibidores del SGLT-2 ayudan a los pacientes a controlar su nivel glucémico porque reducen la reabsorción de la glucosa en sangre y facilitan su excreción en la orina. Se ha demostrado que los inhibidores del SGLT-2, como Forxiga (dapagliflozina), reducen la HbA1c y, además, el peso y la tensión arterial. Los inhibidores de la DPP-4 disminuyen, a su vez, los niveles de glucosa en sangre en términos de HbA1c.

La Comisión Europea (CE) aprobó en julio del pasado año la combinación de saxagliptina y dapagliflozina para el tratamiento de la diabetes tipo 2 en los 28 países miembro de la UE más Islandia, Liechtenstein y Noruega. Se trata de la primera combinación de DPP-4i/SGLT-2i autorizada en Europa. Actualmente, este medicamento se encuentra en fase de obtención de precio y reembolso por parte de las Autoridades Sanitarias españolas.

12 November 2016

Los antioxidantes del cacao ayudarían a retrasar la aparición y la progresión de la diabetes tipo 2

 Los antioxidantes de la dieta podrían tener un papel protector frente a la aparición y desarrollo de la diabetes mellitus tipo 2 y, más concretamente, los flavanoles del cacao, gracias a su capacidad para mejorar el metabolismo de la insulina. Así lo han puesto de manifiesto los expertos reunidos en el II Workshop Anual INSA “Cacao y chocolate: ciencia y gastronomía”, organizado por la Universidad de Barcelona y el Instituto de Nutrición y Seguridad Alimentaria (INSA), con la colaboración del Observatorio del Cacao, para analizar las propiedades y los usos de este alimento en la historia y las últimas investigaciones.

La diabetes mellitus tipo 2 (DM2), de la que el próximo 14 de noviembre se celebra el Día Mundial, es la patología metabólica más común. Actualmente, y según el estudio Di@betes, afecta a casi 5 millones de españoles y su prevalencia está creciendo: en el mundo hay casi 400 millones de diabéticos y las previsiones son de casi 600 millones en 2035. Esto supone un aumento de casi el 50% en 20 años.

El Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), concretamente el grupo de Metabolismo y Bioactividad de Fitoquímicos (BIOCELL) que dirige la Dra. Laura Bravo, ha realizado varios estudios sobre el efecto del cacao el inicio de la diabetes.

Los flavanoles del cacao protegen las células del páncreas, manteniendo su número y funcionalidad y también mejoran la respuesta a la insulina en células hepáticas, lo que podría ayudar a retrasar la aparición y la progresión de la diabetes tipo 2”.

Actualmente, BIOCELL también está estudiando “si este papel protector de los flavanoles del cacao frente al inicio de la diabetes se mantiene en las fases más avanzadas de la enfermedad, protegiendo otros órganos y tejidos implicados en las complicaciones asociadas a la diabetes, como el endotelio vascular y el riñón, muy frecuentes en estos pacientes”. De hecho, la principal causa de muerte en estas personas es la enfermedad cardiovascular, responsable del 86% de los fallecimientos y del 75% de hospitalizaciones y, además, en España casi la mitad de los pacientes que están en tratamiento sustitutivo renal son diabéticos, todo por un mal control de la DM24

Estos efectos beneficiosos se atribuyen fundamentalmente a los polifenoles del cacao, “si bien otros componentes como la fibra o la teobromina también contribuyen a dichos beneficios. El consumo de cacao en polvo o chocolate con un elevado contenido en cacao (superior al 70%) y, por tanto, con mayor contenido en polifenoles, es recomendable en el marco de una dieta variada y equilibrada”, según la Dra. Bravo.

Más de 15 años estudiando los efectos del cacao, también cardioprotector

El grupo BIOCELL del ICTAN-CSIC de Madrid ha estudiado los efectos beneficiosos del cacao y sus compuestos antioxidantes, los flavanoles, sobre la salud en distintos modelos experimentales, desde cultivos celulares hasta voluntarios humanos pasando por modelos animales, a lo largo de los últimos 15 años.

En particular, los estudios llevados a cabo por BIOCELL han demostrado que el cacao tiene un efecto protector ante el cáncer de colon en animales de experimentación. Concretamente, “aumentando las defensas antioxidantes del colon e inhibiendo las rutas de señalización celular que promueven la proliferación y supervivencia celular”.

Los polifenoles del cacao son potentes antioxidantes, pero también son capaces de modificar distintos mecanismos implicados en la aparición de determinados cánceres. “Los mecanismos por los que los flavanoles del cacao ejercen su posible papel quimioprotector frente al cáncer es variado. Se ha descrito que pueden aumentar la apoptosis, es decir, la muerte celular programada de células cancerígenas, inhibiendo rutas de supervivencia y proliferación celular, y otros procesos como la metástasis o la angiogénesis, fundamental en la transformación maligna del crecimiento tumoral”. 

Los polifenoles del cacao también reducen los niveles de colesterol, aumentan el colesterol beneficioso (HDL) y promueven una disminución de la presión arterial y los niveles de glucemia . Según el Dr. Ramon Estruchconsultor sénior en Medicina Interna del Hospital Clínic,Profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona y presidente del comité científico del Observatorio del Cacao, “este alimento tiene un efecto protector sobre el sistema cardiovascular, retrasando la aparición de los principales factores de riesgo: la hipertensión arterial y las alteraciones del metabolismo del colesterol, entre otros”. 

El consumo de cacao estimula la producción de óxido nítrico, que ejerce de vasodilatador y actúa contra la hipertensión arterial. Además, mejora el perfil lipídico de la sangre. De hecho, la capacidad antioxidante y antiinflamatoria de los componentes del cacao puede reducir el colesterol de forma significativa, elevando el colesterol HDL o protector y reduciendo el colesterol LDL o perjudicial. 

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