- “Medicamentos que
combinan tanto el control glucémico como el de peso, junto con beneficios
cardiovasculares relevantes, pueden llevar a una auténtica curación de la
enfermedad”, según el doctor Manuel Gargallo
- Sistemas de infusión dotados de inteligencia artificial consiguen
un control casi perfecto de la diabetes tipo 1 sin necesidad de ajustes
externos permanentes
- El estudio Di@bet.es aporta como novedad la asociación entre el
déficit severo de yodo y la mortalidad en la población general, especialmente
por causa cardiovascular
- La doctora
Maldonado-Araque aconseja corregir la yododeficiencia en cualquier etapa
de la vida, así como hacer una campaña de difusión para informar a la
población
Cuando se cumplen 100 años
del descubrimiento de la insulina, los expertos ya apuntan la posibilidad de
que innovadores fármacos híbridos consigan la curación definitiva de la
diabetes mellitus tipo 2 (DM2). Precisamente de estas novedades se está
hablando en el 62
Congreso de la Sociedad Española de
Endocrinología y Nutrición (SEEN), que se celebra en
Sevilla del 13 al 15 de octubre.
El doctor Manuel Gargallo, coordinador del Área de
Trabajo de Diabetes de la SEEN, ha destacado los
principales avances en el abordaje de esta enfermedad. “Por un lado, el
desarrollo de fármacos podría prevenir o retrasar el desarrollo de la diabetes
tipo 1 en personas susceptibles. Por otra parte, han aparecido sistemas de
infusión dotados de inteligencia artificial que consiguen un control casi
perfecto sin necesidad de ajustes externos permanentes”.
En cuanto a la DM2, este especialista ha hablado del
desarrollo de “fármacos híbridos que combinan tanto el control glucémico
como el de peso, junto con beneficios cardiovasculares relevantes, que pueden
llevar a una auténtica curación de la enfermedad”.
También se ha referido a la tecnología, que, además de
formar parte de estos sistemas de infusión, ha revolucionado el aspecto de la
motorización y el control de la enfermedad. “Estas funciones nos han permitido
conocer de forma instantánea y continua a la largo de 24 horas los niveles de
glucosa. De esta forma, se ha iluminado totalmente la situación exacta de cada
paciente cada día en cada momento, de forma que los ajustes terapéuticos sean
absolutamente precisos”.
Cien años de insulina
El descubrimiento de la
insulina supuso el poder disponer, por primera vez, de un fármaco para tratar a
las personas con diabetes, como ha recordado el doctor Gargallo. “Hay que
tener en cuenta que los primeros antidiabéticos orales surgieron en los años
40, por lo que antes de la insulina el tratamiento de las personas con diabetes
se limitaba a unos consejos dietéticos”.
Según el coordinador del Área
de Trabajo de Diabetes de la SEEN, su calidad de vida cambió de forma espectacular,
sobre todo para las personas con DM1, a las que “literalmente, la insulina
salvó la vida”. “Simplemente, debemos recordar la famosa foto del primer
paciente tratado, Leonard Thompson, que de tener un aspecto casi cadavérico se
transformó en un adolescente con un aspecto excelente al ser puesto en terapia
con insulina”.
“Históricamente, es indudable
que el desarrollo de las técnicas de ingeniería genética que permitieron
comenzar a sintetizar de forma ilimitada una insulina idéntica a la humana y liberarse
de la extracción animal, con sus limitaciones y problemas de hipersensibilidad,
supuso un tremendo paso adelante”, ha
dicho.
Datos del estudio Di@bet.es
Por su parte, la doctora
Cristina Maldonado-Araque, especialista en Endocrinología y Nutrición del
Hospital Regional de Málaga (IBIMA, CIBERDEM), ha presentado en Sevilla los
resultados del estudio Di@bet.es, que analiza la asociación del déficit
severo de yodo con una mayor mortalidad por cualquier causa, y más
específicamente por motivo cardiovascular.
“La población en general está
en riesgo de déficit de yodo”,
ha sentenciado esta facultativa. “Clásicamente hemos prestado más atención a
los niños y las mujeres en edad fértil por sus implicaciones en la gestación y
desarrollo intelectual; sin embargo, este estudio debe hacernos replantear ese
foco, porque unos adecuados niveles de yodo parecen ser importantes a lo largo
de toda la vida”.
En concreto, la doctora
Maldonado-Araque ha indicado que una yoduria por debajo de 50 microg/L se ha
relacionado con un aumento de la mortalidad, pero “no causa la muerte”,
es decir, no hay una relación directa causa-efecto. “Hemos observado una
asociación entre baja yoduria y mayor mortalidad”, ha resumido. En este
sentido, ha recordado que el déficit de yodo es fácilmente prevenible con una
adecuada nutrición mediante el consumo de sal yodada y productos lácteos, pero
hace falta concienciar de este riesgo a la población.
Población de mayor riesgo
En su intervención, la
especialista del Hospital Regional de Málaga se ha referido a la población de
mayor riesgo, como las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. “A lo
largo de todo el periodo gestacional se refuerza la suplementación con ioduro
potásico o la ingesta diaria de productos lácteos y sal yodada en cantidad
suficiente. No debería hacerse solo durante el embarazo, sino antes del mismo
y, según nuestros datos, durante toda la vida, por la salud cardiovascular de
la población”.
“Nuestro estudio no se centra
en la infancia o el embarazo, que son periodos en los que se suele tener
especial cuidado con los aportes de yodo”, ha comentado la doctora Maldonado-Araque. El estudio Di@bet.es incluye
población mayor de 18 años, excluyendo gestantes. “Nuestros hallazgos son
más generales y extendidos a toda la población; de hecho, hablamos de
mortalidad por cualquier causa y mortalidad cardiovascular, que son hallazgos
relativamente novedosos y menos estudiados que los efectos en niños y gestantes”,
ha concluido.
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