Sunitinib es un tratamiento con el nivel de evidencia más alto en las guías clínicas en primera línea contra el cáncer renal metastásico ya que aumenta la supervivencia de los pacientes. Esta es la principal conclusión del encuentro “10.000 vidas cambiadas”, organizado en el marco del simposio de SOGUG (Grupo Español de Tumores Genitourinarios) y al que acudieron más de 100 oncólogos especialistas en cáncer renal.
Según José Alonso, director de la Unidad de Oncología de Pfizer España: “Queremos rendir un homenaje a los pacientes y a los especialistas en cáncer renal, personas unidas por una enfermedad en un viaje que puede durar toda la vida. Hace 10 años pusimos a disposición de pacientes y oncólogos Sutent®, que no solo supuso un cambio radical del tratamiento hasta ese momento disponible, sino también un avance definitivo en el conocimiento del manejo de una nueva familia de fármacos en el tratamiento de otros tumores”. “Seguimos apostando por la investigación y por transformar los mejores avances científicos en nuevos tratamientos para los pacientes con cáncer”, concluye Alonso.
“Sunitinib fue el primer medicamento de una nueva generación de inhibidores de tirosin-kinasa aprobados específicamente para el tratamiento de primera línea del carcinoma renal metastásico”, ha explicado el doctor José Ángel Arranz, Jefe de la Unidad de Tumores Urológicos y Ginecológicos del Hospital Gregorio Marañón y presidente del SOGUG. “Su mecanismo de acción novedoso y sus resultados de eficacia superior a otros agentes disponibles, supusieron un cambio de paradigma en el tratamiento del carcinoma renal metastásico”, ha añadido.
El principal beneficio que ha demostrado este fármaco de administración oral es que “prolonga el tiempo hasta la progresión del tumor, estabilizando la enfermedad en muchos casos, reduciendo su tamaño en otros e, incluso, haciéndola desaparecer en algunos pacientes. Ahora podemos hablar de pacientes ‘largos respondedores’”, ha indicado este especialista que resalta que “el mayor control del tumor se asocia con una mejoría en la calidad de vida de los pacientes, al disminuir la sintomatología asociada a la enfermedad”. “Además de los avances en el tratamiento de la enfermedad localizada, que permiten hoy la resección selectiva de la lesión tumoral sin necesidad de extirpar el riñón en la mayoría de los pacientes, se han producido importantes avances en el manejo de la enfermedad metastásica”, ha dicho el doctor Arranz.
El doctor Arranz también ha resaltado otra ventaja: “Su mecanismo de acción, siendo multifactorial, se dirige hacia la inhibición de algunos mecanismos responsables del crecimiento y multiplicación celular, pero también de forma específica hacia la inhibición de la neovascularización tumoral, uno de los mecanismos más frecuentes que utiliza el carcinoma renal para crecer y diseminarse”.
Aunque los avances registrados en la última década son bastante importantes, el doctor Arranz ha comentado que todavía tienen por delante retos como “optimizar la secuenciación y/o combinación entre los tratamientos actualmente disponibles, así como utilizar estos medicamentos en estadios más precoces de la enfermedad son los desafíos en los que estamos trabajando para intentar prevenir incluso la aparición de metástasis en pacientes con tumores localizados. La suma de todos estos esfuerzos se va a traducir, sin duda, en una mayor supervivencia y una mejor calidad de vida para nuestros pacientes”.
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