En los últimos meses se ha constituido el Grupo HD, un
panel de expertos cuyo objetivo es impulsar y dinamizar estrategias de mejora
en el manejo del déficit de vitamina D a través del sistema sanitario nacional.
Este grupo está formado por profesionales de distintas especialidades
(reumatología, dermatología, geriatría, endocrinología, gastroenterología,
medicina interna, nefrología, ginecología, metabolismo óseo y mineral, y
atención primaria) y niveles asistenciales.
El
Grupo HD se encuentra actualmente en una fase inicial de trabajo, en la que,
mediante un cuestionario Delphi, se analizarán los resultados validados por
este conjunto de expertos para establecer un consenso profesional publicable en
revistas científicas.
“Actualmente
existen estudios que generan cierta controversia tanto en los beneficios óseos
como extraóseos de la vitamina D. En este sentido, las discrepancias
científicas existentes hacen necesario llegar a un consenso de expertos sobre
los temas más controvertidos, con el objeto de sentar unas recomendaciones que
puedan servir a todos los profesionales en el manejo de la vitamina D”,
asegura el Dr.
Francisco Javier Aguilar, responsable de la Unidad de Metabolismo Óseo del
Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de
Málaga y coordinador del Grupo HD.
Vitamina D, o mejor,
hormona D
En
los últimos 20 años han surgido distintos estudios que establecen que el 3% del
genoma humano está regulado directa o indirectamente por la vitamina D. El
déficit de esta vitamina, cuya incidencia se estima entre el 37-50 % de la
población sana, tiene un número considerable de repercusiones, de diverso
alcance, sobre la salud.
“La
frecuentemente conocida como vitamina D es, en realidad, una hormona. De ahí
que los especialistas nos sintamos más cómodos denominándola hormona D. El
papel más clásico de esta hormona es asegurar una adecuada absorción del calcio
de la dieta para contribuir a un correcto estado de la salud ósea. Pero,
además, hoy conocemos que la hormona D activa se comporta como un factor de
transcripción que ayuda a regular centenares de genes que juegan un papel
fundamental en la regularización de la diferenciación y proliferación celular,
control de la presión arterial, glucemia o inmunidad”,
explica el Dr.
Esteban Jódar, jefe de servicio de Endocrinología del Hospital Quirón Salud de
Madrid y coordinador del grupo HD.
Reducir el déficit de
vitamina D, una solución coste-efectiva para el sistema sanitario español
En
nuestro país, existe una deficiencia de vitamina D en todos los grupos de
población, con tasas que oscilan desde el 30% en jóvenes hasta el 87% en
ancianos. Aunque la exposición solar durante el año es abundante, se ha
propuesto la falta de suplementación o fortificación de los alimentos como uno
de los problemas principales. Asimismo, la contaminación, la oblicuidad de los
rayos solares, el color de la piel y la utilización de protectores solares podrían
dificultar la formación de vitamina D.
“Existen
diferentes estudios que demuestran que el tratamiento de la deficiencia de
vitamina D es coste-efectivo”, asegura el Dr. Aguilar.
A lo que añade, “el déficit de vitamina D se asocia a una pérdida de masa ósea,
presencia de osteoporosis y una mayor prevalencia de fracturas. En este
sentido, las fracturas, especialmente las de cadera, suponen una carga
económica muy importante para el sistema sanitario de un país”.
Adicionalmente,
se han sugerido que niveles adecuados de vitamina D producen beneficios
económicos en distintos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares (ECV),
diabetes mellitus (DM), infecciones bacterianas y víricas o enfermedades
autoinmunes.
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