El I Barómetro Nacional
sobre la relación de las personas con Enfermedades Inflamatorias Inmunomediadas
(IMID) y sus tratamientos farmacológicos en España ha revelado que el 35% de
los pacientes son tratados con medicamentos biológicos, ya sean estos
originales o biosimilares. El porcentaje de pacientes con tratamiento biológico
sube a 47% cuando el paciente padece más de una IMID.
Las IMID
son un conjunto de enfermedades crónicas que tienen origen inflamatorio y que
afectan a distintos órganos y sistemas como la piel, los ojos, el tubo
digestivo y las articulaciones. Entre ellas se encuentran la artritis
reumatoide, artritis psoriásica, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa,
espondilitis anquilosante, hidrosadenitis supurativa, lupus, psoriasis,
sarcoidosis y la uveítis no infecciosa. Tomadas en conjunto, suman una
prevalencia del 6,4%, por lo que 2.500.000 de personas en España sufren una o
varias patologías IMID.
Bajo
nivel de cocimiento sobre los biosimilares
Los
resultados de este estudio describen el grado de conocimiento y participación de
los pacientes en las decisiones que afectan a su salud, así como dar a conocer
las preferencias y preocupaciones de los pacientes en relación a sus
tratamientos, revela también que solo un 27% de los pacientes ha oído o
entiende qué son los tratamientos biosimilares. Entre los pacientes que han
oído sobre los biosimilares, se informaron principalmente por las redes
sociales, así como por la asociación de pacientes correspondiente y la prensa.
Solo un 32% manifiesta haber recibido información de este tema por parte de su
médico.
Según
Julio Roldán, presidente de UNiMiD (Asociación de Personas con Enfermedades Inmunomediadas),
“los tratamientos disponibles para tratar a los pacientes con IMID son
múltiples y complejos. Es importante que los pacientes comprendan los beneficios
y riesgos potenciales de los mismos. Un apropiado conocimiento de las
alternativas terapéuticas disponibles es parte de los derechos de los
pacientes, y tienen un impacto en su nivel de compromiso y adherencia al
tratamiento”.
Preocupación ante un
cambio de tratamiento
Este
estudio, que ha contado con la participación de más de 3.300 pacientes con
IMID, revela asimismo que el 82% de los pacientes en terapia biológica desearía
haber empezado antes con este tratamiento.
“Los tratamientos
biológicos son los más compartidos entre las distintas enfermedades IMID,
aunque habitualmente no son utilizados como primera línea terapéutica. Esto
significa que hasta llegar a ellos los pacientes han tenido que pasar antes por
el dolor y sufrimiento, físico y psicológico, de ver fracasar otras opciones”,
manifestó Roldán. “Esta problemática hace comprensible la preocupación de los
pacientes ante un cambio de tratamiento de original a biosimilar cuando están
estables”, añadió.
Según el
estudio, los aspectos que más preocupan a los pacientes son que el fármaco no
sea eficaz, que vuelvan a tener brotes y que tenga efectos secundarios; en
resumen, dejar de tener la enfermedad controlada y perder su calidad de vida.
Por otra
parte, los pacientes encuestados aceptarían un cambio en su tratamiento actual,
siempre y cuando no les esté funcionando el tratamiento actual, si su médico se
lo recomienda o si existe evidencia científica robusta para ese cambio y en
tanto se les informe de ello y esté de acuerdo con el cambio. Por el contrario,
motivos como que el farmacéutico proponga el cambio, que el medicamento cueste
menos, o por imposiciones normativas fueron descartados.
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