Tras conocer las decisiones tomadas por la Comisión de Salud
Pública (CSP) (órgano
dependiente del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud [CISNS],
integrada por los directores generales de Salud Pública de las comunidades
autónomas y el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social [MSCBS]), acerca de la vacunación antimeningocócica en España,
en la reunión del día 14 de marzo de 2019, y en espera aún de información
ampliada con los fundamentos aplicados por el grupo de trabajo de vacunación
frente a enfermedad meningocócica invasora (GT-EMI) del MSCBS, la Asociación
Española de Pediatría (AEP), a través de su Comité Asesor de Vacunas (CAV-AEP),
quiere reafirmar su posicionamiento sobre el uso de estas vacunas en la población
pediátrica y añadir algunas puntualizaciones al documento de la CSP del CISNS:
1. Decisión de incluir la vacunación antimeningocócica
ACWY a los 12 años, con rescate a los 13-18 años, y no en otras edades:
-
Actualmente, el calendario vacunal
español para toda la vida del
MSCBS (última actualización en noviembre 2018), recomienda la vacunación frente
al meningococo C (MenC) a los 4 meses, 12 meses y 12 años.
-
La CSP ha decidido, en la reunión
del 14 de marzo de 2019, cambiar la dosis de los 12 años por la vacunación
frente a los meningococos ACWY (MenACWY) y vacunar a todos los adolescentes de
13 a 18 años inclusive en un periodo de 2-3 años, para que así todas las
personas de entre 12 y 18 años estén, en este plazo, inmunizadas frente a estos
microorganismos y se produzca un efecto de protección comunitaria del resto de
personas de otras edades no vacunadas. Este cambio debe estar implantado antes
del fin de 2020. Basándonos en experiencias previas, estimamos que este es un intervalo
de tiempo demasiado prolongado, lo que, unido al posible retraso para iniciar
el cambio de vacuna en algunas comunidades autónomas, dará lugar a que el
objetivo final de inmunización en este grupo de edad tarde en conseguirse hasta
4-5 años.
-
La AEP está de acuerdo con la
decisión de vacunar con MenACWY a los 12 años con un rescate a los 13-18 años, tal y como aparece en sus recomendaciones de
vacunación del 1 de enero de 2019.
A la vez, solicita que, salvando la tradicional lentitud de los procesos de
adquisición de vacunas, estos se agilicen al máximo y se comience la
vacunación lo antes posible, dado el aumento progresivo de casos por
meningococos W e Y que se está produciendo en España y el resto de Europa, y
que han sido el motivo de la decisión de la CSP. Algunas comunidades/ciudades
autónomas, como Castilla y León y Melilla, ya están vacunando con
MenACWY a los 12 años, y Canarias y Andalucía ya lo han anunciado
recientemente y antes de la decisión de la CSP. La AEP solicita que se tomen
todas las medidas necesarias para que se vacune al mayor número de adolescentes
de esa franja de edad en el menor tiempo posible, incluyendo la vacunación escolar,
si es necesaria, dado que el impacto global será mayor cuanto más adolescentes
vacunados haya.
-
La AEP recomienda la vacunación
frente a MenACWY a los 12 meses. Incluso se valora si, después de la
previsible modificación en las próximas semanas de la ficha técnica de una de
las vacunas, recomendar la vacunación a los 6 meses de edad. Por tanto, la
AEP discrepa de la decisión del MSCBS de no vacunar a los 12 meses. Se está
apreciando un aumento progresivo de casos en lactantes y niños pequeños, tal y
como ha ocurrido en otros países, y es necesario actuar, no sólo en
adolescentes, sino también en estas edades, ya que todas las formas de
enfermedad meningocócica invasora (EMI) son más frecuentes en niños menores de
1 año, seguido de los de 1 a 4 años.
-
La AEP recomienda una
monitorización exhaustiva de los casos de EMI por los serogrupos ACWY, que
ayude al seguimiento y valoración del impacto epidemiológico que puedan tener
las decisiones tomadas por cada una de las comunidades autónomas.
2. Decisión de no incluir la vacunación antimeningocócica
B.
- La CSP, en la reunión del 14 de marzo de 2019, ha
decidido “no incluir la vacunación frente a meningococo B en la
infancia. Teniendo en cuenta la situación epidemiológica actual, junto con la
información disponible sobre la vacuna, que muestra una corta duración de la
protección tras la vacunación, ausencia de protección en la población no
vacunada, falta de datos de efectividad y alta reactogenicidad cuando se
administra junto a las vacunas del calendario en la etapa infantil”.
- La Asociación
Española de Pediatría no está de acuerdo con la decisión tomada y estima que
las razones aducidas no están fundamentadas. El CAV-AEP recomienda la
vacunación sistemática con 4CMenB (Bexsero) de todos los lactantes desde los
2-3 meses de edad, siguiendo un esquema 3+1 o 2+1, según la edad de
comienzo. Para el resto de las edades pediátricas, incluyendo la adolescencia,
el CAV-AEP aboga también por el uso de cualquiera de las dos vacunas
disponibles frente al meningococo B según la edad, realizando una recomendación
de tipo individual.
- En el Reino
Unido, se comenzó la vacunación en calendario frente al meningococo B a los
2, 4 y 12 meses en septiembre de 2015, y las coberturas que se están obteniendo
son superiores al 90 % para las dos primeras dosis y de casi el 90 %
para las 3 dosis, lo que significa que al menos 9 de cada 10 de esos niños
están recibiendo la pauta completa. El sistema público de salud del Reino Unido
cuenta con uno de los mejores sistemas de vigilancia epidemiológica del
mundo. A fecha de 31 de agosto de 2018, se analizaron los datos obtenidos después
de 3 años de esta campaña de vacunación, que han sido dados a conocer por
las autoridades sanitarias británicas en publicaciones y reuniones científicas,
y que, por tanto, se encuentran a disposición de los expertos relacionados con
la toma de decisiones. Los datos más relevantes son los siguientes:
·
Se han administrado más de 3 millones de dosis, por lo que la
experiencia acumulada es ya importante y la capacidad para obtener conclusiones
también.
·
La vacuna ha demostrado ser efectiva. Durante la última
campaña 2017-2018, en los niños de entre 18 y 52 semanas de edad (es decir,
después de haber recibido dos dosis de la vacuna a los 2 y 4 meses de edad), la
vacuna ha logrado prevenir un 70 % (IC 95 %: 51-81) de todos los casos
esperados de EMI por serogrupo B a tenor de las tendencias previas. Después de
haber recibido las 3 dosis, en los niños de entre 1 y 2 años los casos han
descendido un 80 % (IC 95 %: 64-89) y en aquellos de entre 2 y 3 años un 57 %
(IC 95 %: 26-75). La efectividad estimada frente a las cepas de meningococo B
para las que la vacuna ha sido diseñada es del 70,5 %. Dicho de otra manera,
gracias a la vacunación se han evitado, durante esos 3 años, aproximadamente
277 casos de enfermedad por meningococo B, por lo que probablemente se ha
prevenido que unos 30 niños fallecieran por esta enfermedad y que entre 27 y 54
niños quedaran con secuelas permanentes importantes (asumiendo aproximadamente
un 10 % de mortalidad asociada a la EMI y una supervivencia con secuelas
permanentes de un 10-20 %), lo que, sin duda, es motivo de una enorme
satisfacción para la ciudadanía y el sistema sanitario británico.
·
La vacuna ha demostrado ser segura, no se han detectado señales
de alarma que hayan puesto en entredicho su seguridad. Como todas las vacunas,
puede producir fiebre, quizás en un porcentaje mayor que el resto de las
vacunas, efecto que se puede aliviar con paracetamol, como se ha recomendado en
el Reino Unido. La fiebre, que ocurre en menos de la mitad de los vacunados, es
un efecto secundario menor que puede controlarse fácilmente, y que no debe ser
un impedimento para la administración de la vacuna a los niños.
·
Actualmente, no se conoce cuánto tiempo dura la inmunidad y
la protección conferida por la vacuna, debido a que no ha transcurrido el
tiempo suficiente para documentarlo. Esto ocurre con muchas vacunas, algunas
incluidas en el calendario oficial español, y no por ello se justifica
prescindir de ellas. A día de hoy, sí se puede afirmar que en los primeros
niños que se vacunaron en el programa británico en 2015-2016, la vacuna sigue
mostrando efectividad.
·
Tampoco se conoce por el momento si la vacuna produce inmunidad de
grupo, pero existen otras vacunas que tampoco la producen y, aun así, están
incluidas en el Programa nacional de vacunaciones.
·
El comité responsable de esta medida preventiva en Reino Unido (JCVI,
Joint Committee on Vaccination and Immunisation) ha manifestado que los
datos son satisfactorios y recomienda seguir con este programa.
- En
la temporada 2017-2018, en España, el 40 % de los casos de enfermedad
meningocócica invasora han estado provocados por el meningococo B, y casi el 40
% de ellos en niños menores de 5 años, edad en la que se produce el porcentaje
más elevado de casos y más graves. No se concibe que un programa de
inmunización no incluya como objeto de la vacunación al grupo de máxima
incidencia.
- Se
estima que, en España, dos de cada tres familias están adquiriendo la vacuna
del meningococo B para sus hijos desde los primeros meses de edad. Como
pediatras, defendemos que cualquier lactante tenga acceso a esta vacuna en este
país, independientemente de la renta familiar. Las Consejerías de Salud de Castilla
y León y Canarias, tras analizar la evidencia disponible, han anunciado que
comenzarán la vacunación frente a meningococo B en todos los lactantes en
próximos meses, y Andalucía ha adelantado que valorará esta opción para
2020. En esta tesitura, resultan desafortunadas las afirmaciones infundadas del
Ministerio sobre la evidencia existente con esta vacuna.
3. Cerrar el
círculo de prevención de la meningitis.
Actualmente,
disponemos de vacunas para mejorar la prevención frente a prácticamente todos
los tipos de meningitis bacterianas adquiridas en la comunidad que se producen
en la edad infantil (fuera del periodo neonatal). Algunas se han ido
introduciendo en las últimas dos décadas en los calendarios oficiales, como Haemophilus
influenzae tipo b, meningococo C y neumococo, en ese orden. La inclusión de
todas las vacunas frente a meningitis que disponemos en este momento podría
conducir a la prevención de la mayoría de las meningitis en la infancia y la
adolescencia. Tanto desde los puntos de vista médicos, como éticos y de
equidad, la AEP insiste en la necesidad de que las vacunas del meningococo B y
de los meningococos ACWY sean introducidas en los calendarios oficiales.
Tenemos en nuestras manos la posibilidad de cerrar el círculo de prevención
frente a las meningitis en la infancia, y como pediatras no podemos renunciar a
que los niños se beneficien de los avances que nos ofrece la investigación
biomédica en la prevención de una enfermedad tan grave como las infecciones
meningocócicas.
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