El área de
Oftalmología del Hospital Costa del Sol y, en concreto, su unidad de Glaucoma, se
ha sumado hoy a la celebración del Día Mundial de esta patología con la
instalación de una mesa informativa en el hall principal. A través de esta
iniciativa, que ha tenido lugar de 9 a 13.30 horas, profesionales de esta área
–oftalmólogos, enfermeras y auxiliares- prentenden concienciar a la población
de la importancia de esta patología y, sobre todo, de su diagnóstico precoz. Para
ello, han ofrecido información a través de la entrega de dípticos y carteles
informativos y, además, han tomado la tensión ocular a todos aquellos usuarios
que así lo han solicitado.
Además, han
explicado cómo es la visión de las personas que padecen esta patología a través
de vídeos que lo muestran en realidad virtual. La unidad ha programado también
las pantallas de televisión de las zonas comunes de los tres centros de la
agencia (además, del Hospital Costa del Sol, el Hospital de Alta Resolución de
Especialidades de Benalmádena y el Centro de Alta Resolución de Especialidades
de Mijas) para que proyecten distintos vídeos explicativos de qué es y cómo
afecta esta patología.
Desde esta
unidad, se pretende ofrecer la mayor información posible con el objetivo de subrayar
la importancia del diagnóstico precoz de esta patología, que posibilita su
ralentización y progresión y así retrasar el daño que, una vez se produce, es
irreversible. La prevención del glaucoma está orientada, por tanto, a estas
campañas de detección, divulgación y concienciación de la población, a la que
ahora se suma este hospital, por quinto año consecutivo.
El glaucoma es
una enfermedad del nervio óptico crónica y progresiva que produce alteraciones
del campo visual. Aunque no tiene tratamiento curativo, sí se puede controlar. Esto
significa que si no se trata, su evolución puede alterar gravemente la función
visual y llevar a la ceguera de forma irreversible. De hecho, es la segunda
causa de ceguera en los países desarrollados.
El glaucoma
supone la segunda causa de ceguera en países desarrollados y afecta entre el 2
y el 3 por ciento de la población., una prevalencia que aumenta en personas con
edades más avanzadas. No obstante, puede afectar a gente más joven, de hecho,
existen glaucomas congénitos y juveniles que son más infrecuentes y de peor pronóstico.
El principal factor de riesgo para desarrollar glaucoma es la presión
intraocular elevada, aunque también puede darse, con mucha menor frecuencia, en
personas con presión normal en el ojo.
El principal
problema de esta patología es el elevado porcentaje de personas que la padecen
y que están sin diagnosticar, ya que la enfermedad no da síntomas hasta que
está muy avanzado el daño del campo visual. Se ha comprobado que incluso los
pacientes con daño glaucomatoso leve o moderado pueden tener limitadas algunas
actividades, como la búsqueda de objetos, la lectura o la conducción.
Se recomienda
una revisión oftalmológica en torno a los 40 años, sobre todo si se tienen
factores de riesgo, como son los antecedentes familiares y la miopía media y
alta.
Existen varios tipos de glaucomas. El más frecuente es el
llamado glaucoma primario de ángulo abierto (el ángulo es el lugar anatómico
del ojo por donde sale el humor acuoso que circula por su interior). Son
también glaucomas de ángulo abierto el glaucoma pigmentario y el
pseudoexfoliativo, este último es muy prevalente en países nórdicos, por lo que
se diagnostica frecuentemente en la población nórdica radicada en la Costa del
Sol. El otro gran grupo son los clásicamente llamados de ángulo estrecho o
glaucomas por cierre angular. La particularidad de éstos es que puede subir la
presión de forma brusca hasta cifras muy altas, originando dolor intenso,
incluso náuseas y vómitos, lo que se conoce popularmente como el “dolor de
clavo”. Este tipo de glaucoma agudo debe ser tratado de forma urgente porque
puede llevar a la ceguera en pocos días.
Esta patología se trata mediante técnicas médicas y
quirúrgicas. El objetivo de ambas es preservar la función visual y la calidad
de vida del paciente. Como el principal factor es la presión intraocular
elevada, se utilizan fármacos hipotensores en colirio para disminuirla, tanto
en pacientes con hipertensión ocular con riesgo de desarrollarlo, como en
aquéllos con glaucoma diagnosticado. Al ser una enfermedad crónica que no se
cura el tratamiento es “de por vida” habitualmente. En este sentido, es muy
importante que se cumpla estrictamente con la medicación y no olvidar las gotas.
Cuando el tratamiento médico (gotas) no es suficiente para controlarlo,
se recurre al quirúrgico, cuyo objetivo no es otro que disminuir la presión
intraocular por diferentes técnicas. La cirugía –que es imprescindible en un
glaucoma no controlado- debe ser bien explicada por el oftalmólogo y consensuada,
ya que no está exenta de riesgos. Para disminuir estos riesgos, el área de
Oftalmología del Hospital Costa del Sol incorpora continuamente nuevas técnicas
quirúrgicas, como la esclerectomía profunda no perforante, implantada desde
hace años y con buenos resultados.
Unidad
de Glaucoma del Hospital Costa del Sol
El Hospital Costa del Sol dispone de una Unidad de Glaucoma
dentro del Área de Oftalmología en la que trabajan cuatro facultativos y dos
enfermeros (especializados en técnicas de campimetría y estructurales
tomográficas para la valoración del nervio óptico).
Atiende anualmente
a más de 6.000 pacientes con esta patología, cifra que supone un 15% de la
actividad total de esta área.
La unidad trata de
mantenerse al día en los últimos adelantos en esta subespecialidad y colabora
en estudios multicéntricos relacionados con esta patología. Se atienden seis
consultas específicas de glaucoma semanalmente, además de la actividad
quirúrgica y de láser que genera.
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