Cuatro neurocientíficos que, hace 40 años, descubrieron uno de los mecanismos biológicos que desencadenan los ataques de migraña y ha dado lugar a nuevos tratamientos de gran eficacia, recibirán el galardón Brain Prize, el más prestigioso del mundo en el campo de la investigación del cerebro.
Los premiados
son los neurocientíficos de renombre internacional Lars Edvinsson (Suecia), Peter Goadsby (Reino Unido/Estados Unidos),
Michael Moskowitz (Estados Unidos) y Jes Olesen (Dinamarca). Su
trabajo pionero sobre la migraña les ha hecho merecedores del Brain Prize de la Fundación Lundbeck, dotado
con unos 1,3 millones de euros.
Los orígenes del tratamiento
preventivo de la migraña
Todo
comenzó en 1979 cuando Michael Moskowitz, estadounidense y catedrático
de neurología de la Facultad de Medicina de Harvard en el Hospital General de
Massachusetts, propuso que un episodio
de migraña implica una interacción
del nervio trigémino (que participa en la detección de las sensaciones de
la cabeza y la cara) con las meninges -finas
membranas que rodean el cerebro y únicas estructuras del interior del cráneo
que perciben el dolor- y sus vasos
sanguíneos asociados. Moskowitz demostró en modelos experimentales que el
ataque de migraña se desencadena cuando las fibras del nervio trigémino liberan
neuropéptidos que provocan la dilatación (apertura) de los vasos sanguíneos de
las meninges, inflamación y dolor, a veces en respuesta a una señal del cerebro
que se encuentra directamente subyacente. Fue el primero en proponer que el
bloqueo de la acción de los neuropéptidos liberados podría ser un nuevo enfoque para tratar la migraña.
Tras
los primeros descubrimientos del péptido relacionado con el gen de la
calcitonina (CGRP, por sus siglas en inglés) gracias a una serie de estudios
básicos pioneros, Lars Edvinsson, catedrático de medicina interna
de la Universidad de Lund (Suecia), y Peter Goadsby, director del
centro de investigación clínica NIHR-Wellcome Trust King's en el King's College
de Londres (Reino Unido) y catedrático de neurología de la Universidad de
California en Los Ángeles (EE.UU.), se unieron y demostraron que el nervio
trigémino libera el neuropéptido CGRP recién descubierto durante un episodio de migraña y que es un
dilatador especialmente potente de los vasos sanguíneos de las meninges. A
partir de estos resultados, Edvinsson y Goadsby propusieron que el CGRP podría tener una importancia crucial
en los procesos de migraña y ser la molécula clave de los trastornos de
cefalea primaria.
Gracias a esto, Jes Olesen,
profesor clínico del departamento de neurología clínica del Rigshospitalet
(Dinamarca), pudo responder a una pregunta crucial: ¿la liberación de CGRP es la causa o la
consecuencia de un episodio de migraña? Demostró que la liberación de CGRP
en pacientes con migraña podía desencadenar una crisis de migraña. A
continuación, demostró que los fármacos que bloqueaban el CGRP (antagonistas)
podían ayudar a tratarla. El trabajo de Olesen no solamente fue crucial para
demostrar la función causal del CGRP en
el desencadenamiento de la migraña, sino que también demostró que el CGRP
podría ser una nueva diana
importante en el desarrollo de nuevos
tratamientos para la misma. El primer fármaco antagonista del CGRP eficaz
en el tratamiento agudo de los ataques de migraña se probó en un gran ensayo
clínico en el que participaron Olesen y su equipo en 2004.
Desde
los primeros descubrimientos, Edvinsson y Goadsby han colaborado extensamente
en el campo de la migraña y la cefalea en racimos. En la última década, la idea de bloquear la
vía del CGRP tomó otra dirección que condujo directamente al desarrollo de
nuevos fármacos llamados anticuerpos
monoclonales (MAbs, por su acrónimo en inglés) para la prevención de los
ataques de migraña.
Nueva era en el tratamiento de
la migraña
El
desarrollo de los fármacos antagonistas
del CGRP ha supuesto una nueva era
en la investigación y el tratamiento de
la migraña. Aunque no curan la migraña, mejoran significativamente la
calidad de vida de gran parte de las personas afectadas. Además, son los
primeros fármacos que tienen un mecanismo dual, ya que sirven tanto para el
tratamiento agudo como para la prevención de los ataques, y han abierto el
camino para el estudio de otras posibles dianas.
Entender
uno de los mecanismos biológicos fundamentales que desencadenan la migraña ha
llevado al desarrollo de tratamientos totalmente nuevos y eficaces, que
recibieron la aprobación de la FDA en 2018. Los pacientes han asegurado que
estos fármacos les han "devuelto la vida".
El Profesor Richard Morris,
presidente del comité de selección del premio, explica los motivos por los que
han otorgado el actual Brain Prize: "la
migraña es una de las enfermedades neurológicas más comunes e incapacitantes.
El trabajo de los cuatro galardonados ha contribuido a clasificar con eficacia
clínica los distintos tipos de este trastorno y a desentrañar los mecanismos
clave que los causan. Esto ha conducido al desarrollo de un tratamiento
novedoso y ha abierto ventanas a otros futuros. Su trabajo sobre la migraña es
un ejemplo notable del tipo de investigación que va de la consulta al
laboratorio y de nuevo al paciente y que ha producido un beneficio clínico
tangible".
Los
cuatro neurocientíficos reconocidos
han manifestado su agradecimiento por la concesión del galardón, en un campo de
investigación al que han dedicado toda su vida profesional con el objetivo de
mejorar la calidad de vida de los millones de personas que viven con esta
enfermedad neurológica que, todavía hoy, incluso entre la comunidad científica
internacional, cuesta aceptar como tal.
Migraña, más que un dolor de
cabeza
La migraña es mucho más que un dolor de cabeza. Es una enfermedad neurológica grave con síntomas que incluyen cefalea
intensa y recurrente, náuseas, vómitos, mareos y sensibilidad extrema al
sonido, la luz, el tacto y el olor. Algunos ataques de migraña pueden
durar varios días y más de cuatro
millones de personas sufren al menos 15
episodios de migraña al mes. Para muchos, la migraña disminuye
considerablemente su calidad de vida,
incluida la capacidad de trabajar, y puede provocar depresión, ansiedad y
trastornos del sueño. Los costes
económicos y sociales asociados a la migraña son muy elevados en todo el
mundo.
Sobre el Brain Prize
El Brain Prize es el principal premio de
investigación del cerebro del mundo dotado con aproximadamente 1,3 millones de
euros. Se otorga anualmente, desde el año 2011, a
uno o más neurocientíficos en una ceremonia en Copenhage, presidida por Su
Alteza Real, el Príncipe Heredero de Dinamarca. Este año tendrá lugar el 25 de
octubre.
El Brain Prize reconoce avances muy
influyentes y originales en cualquier área de la investigación del cerebro,
desde la neurociencia básica hasta la investigación clínica aplicada. Los
ganadores pueden ser de cualquier nacionalidad y trabajar en cualquier país del
mundo. Hasta ahora la Fundación Lundbeck ha reconocido a 34 científicos de 9
países diferentes.
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