La anafilaxia,
‘Cuándo las alergias pueden ser graves y fatales’, es el lema que centra esta
edición de la Semana Mundial de la Alergia que se celebra del 7 al 13 de abril
de 2014.
La
anafilaxia es una reacción alérgica grave, de instauración brusca, y que puede
poner en peligro la vida. Se trata de la manifestación más grave que existe de
una enfermedad alérgica, explica el presidente del Comité Asesor Científico del
Colegio de Médicos de Málaga (Commálaga) y alergólogo, Dr. José Luis de la
Fuente Madero.
Se
estima que, en conjunto, la anafilaxia afecta a entre 3 y 30 individuos de cada
100.000 personas cada año y que, una vez presentada, de un 0,05 % a un 2 % de
casos podrían resultar mortales. No obstante, una gran mayoría de estos cuadros
podrían evitarse cuando un buen diagnóstico permite al paciente conocer su
alergia y actuar en consecuencia.
Las
causas más frecuentes de anafilaxia son los medicamentos, los alimentos y las
picaduras de insectos himenópteros (fundamentalmente abejas y avispas). En los
adultos, la causa más común son los fármacos, entre los cuales destacan
antibióticos como las penicilinas y sus derivados.
Los
alimentos, que ocupan el segundo lugar en general, son sin embargo la causa más
frecuente en niños (huevo, leche, frutos secos, determinadas frutas como el
melocotón, pescado y mariscos son los que con más frecuencia causan alergia).
Otras posibles causas de anafilaxia (como el látex, presente en productos de
goma, o el anisakis, un parásito del pescado) son menos comunes, si bien no por
ello menos graves cuando dan lugar al cuadro tras entrar en contacto con
personas alérgicas.
La
anafilaxia es una reacción alérgica que, a diferencia de los casos en que
únicamente se implica un órgano u aparato (la piel en el caso de la urticaria,
la nariz en el caso de la rinitis, ...), afecta a todo el organismo (por ese
motivo, recibe el nombre de reacción sistémica), pudiendo dar lugar a síntomas
variados en los distintos órganos o aparatos.
Es
una reacción de presentación rápida, aparece en un periodo de tiempo inmediato
al contacto con la sustancia que la produce: pocos minutos, característicamente
no más allá de 30 minutos, aunque en algunos casos su presentación puede ser más
tardía.
“Como
hemos dicho, puede ser muy grave, hasta el punto de poner en riesgo la vida”,
resalta el experto. Por lo general, la mayor gravedad del cuadro se relaciona
con la afectación del aparato respiratorio (con dificultad para respirar y
asfixia) y del sistema cardiovascular (con caída de la tensión arterial y
pérdida de conocimiento, lo cual recibe el nombre de shock anafiláctico o choque
anafiláctico). Las manifestaciones cutáneas, por su parte, generalmente con
enrojecimiento, hinchazón o sobreelevación en forma de habones (típicos de la
urticaria) y prurito (picor intenso), siendo las más frecuentes, no revisten, en
sí mismas, tanta gravedad.
La
anafilaxia o reacción anafiláctica constituye, por lo dicho, una urgencia médica
y precisa una atención rápida y adecuada. Lógicamente, una vez tratado y
resuelto el episodio de urgencia, el paciente debe ser derivado a un alergólogo
para concretar la causa, seguir el tratamiento correspondiente y aprender cómo
evitar nuevos episodios.
PREVENCIÓN
Y TRATAMIENTO
La
educación del paciente y su entorno es fundamental para conseguir una adecuada
prevención. Los pacientes deben ser debidamente informados de las sustancias que
les provocan alergia, cuál debe ser la conducta adecuada para evitarla y cómo
deben actuar si, a pesar de todo, aparecen los síntomas.
El
tratamiento de la anafilaxia requiere una serie de medidas que implican
valoración y una actuación lo más precoz posible por personal médico, pero
existe una medida que el propio enfermo puede poner en práctica en cuanto
detecta la presentación del cuadro: la administración de adrenalina.
Existen
dispositivos de adrenalina autoinyectables comercializados en España, que
permiten que el paciente se la aplique en caso de presentar una reacción
anafiláctica. Son instrumentos con aspecto similar a bolígrafos, de fácil
utilización, con dosificaciones diferentes para que puedan utilizarse en adultos
o en niños, y que administran una dosis de adrenalina adecuada por vía
intramuscular. Se prescriben a personas que tienen un riesgo importante de
padecer anafilaxia (generalmente cuando se conoce una alergia que podría dar
lugar a ella, y no existe certeza de poder evitar el contacto con la sustancia
responsable), debiendo el paciente llevarla consigo y saber cuándo y cómo
utilizarla.
La Semana Mundial de la
Alergia se celebra del 7 al 13 de abril de 2014 y está promovida por
The
World Allergy Organization (WAO), una organización internacional fundada en 1951
y formada por un total de 92 Sociedades Científicas de Alergología e Inmunología
Clínica, de ámbito nacional (entre ellas la Sociedad Española de Alergología e
Inmunología Clínica), regional o incluso supranacional (como la European Academy
of Allergy and Clinical Immunology).
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