En España, el buen ritmo de vacunación frente a la COVID-19, con cerca de un 80% de la población vacunada, ha logrado frenar los contagios. Sin embargo, las autoridades han aconsejado reforzar la inmunidad con el suministro de una tercera dosis a los colectivos de riesgo, entre los cuales las personas con diabetes vuelven a no ser una prioridad para el Ministerio de Sanidad, tal y como sucedió al comienzo de la vacunación, a pesar de que los estudios que se han publicado señalan que el 30% de las personas que fallecieron por el SARS-CoV-2 padecían diabetes. Por todo ello, desde la Federación Española de Diabetes (FEDE) se continuará trabajando para instar a que Ministerio de Sanidad priorice, en estos momentos, a las personas con diabetes, a la hora de vacunar con la tercera dosis contra la COVID-19.
Paralelo a todo esto se encuentra en marcha también
la campaña de vacunación antigripal, sobre la que la FEDE está
informando y recomendando, como cada año, que el colectivo de pacientes con
diabetes se vacune, por los beneficios que esto conlleva para su salud. Pero al
coincidir en estos momentos el suministro de ambas vacunas (contra la gripe y
contra la COVID-19), surgen varias dudas sobre cuándo proceder a recibir cada
una. En este sentido, desde FEDE se deriva a la recomendación del Centro para
el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y su Comité Asesor sobre
Prácticas de Inmunizaciones (ACIP), que ratifican la viabilidad de la doble
vacunación contra la COVID-19 y la gripe. Pero precisan que la vacuna contra la
COVID-19 es prioritaria en el caso de no haber completado la pauta o estar en
el grupo recomendado para la dosis de refuerzo.
Desde FEDE, se informa cada año sobre ventajas de la
vacunación antigripal, y siempre se hace apoyándose en la evidencia científica,
la cual demuestra que está asociada a un menor porcentaje de hospitalizaciones
en este colectivo crónico, concretamente, un 79% menos. El objetivo centrar de
esta acción de FEDE es contribuir a mejorar las tasas vacunales, como ya pasó
en la temporada de 2020 – 2021, cuyos porcentajes aumentaron sustancialmente, sobre
todo en los mayores de 65 años de edad, aunque sin llegar al 75% fijado por las
autoridades sanitarias internacionales.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se
calcula que las vacunas salvan entre 2 y 3 millones de vidas al año alrededor
de todo el mundo, por lo que son una de las herramientas de prevención
clave con la que se cuenta hoy en día para evitar no sólo enfermedades
infecciosas, sino también complicaciones de la salud provocadas por éstas, de
ahí la importancia de seguir fomentando medidas de salud pública de este tipo
entre la población general y entre el colectivo de personas con diabetes en
particular.
En el caso de las personas con diabetes, existe un
riesgo mayor que en el resto de la población, aun cuando están bien
controladas, de presentar un agravamiento de la salud por virus como el de la
gripe, pudiendo derivar en hospitalizaciones, de las que, en los últimos años
en España, cerca del 30% de los adultos que ingresaron por esta enfermedad
aguda tenía diabetes, o incluso en la muerte.
En este sentido, Juan Francisco Perán, presidente
de la Federación Española de Diabetes (FEDE), ha destacado que “es muy
importante que, desde las federaciones y asociaciones, continuemos trabajando
por conseguir que las personas con diabetes sean reconocidas como un colectivo
de riesgo ante la COVID-19. Asimismo, y en paralelo, seguiremos informando, en
general, sobre la vacunación frente al resto de enfermedades infecciosas, por
el beneficio que tiene para la salud de los pacientes con diabetes”.
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