Más del 60% de los varones y del 50% de las mujeres han estado expuestos a traumas psicológicos . Haber vivido acontecimientos traumáticos es uno de los principales factores asociados al desarrollo de trastornos psiquiátricos, especialmente, depresión.
Además, “el trauma infantil aumenta el riesgo de
depresión y puede aumentar también, en la vida adulta, el riesgo de inicio
temprano, recaída y cronicidad de esta enfermedad. Más allá de los efectos
negativos sobre la salud mental, el trauma infantil impacta también a nivel
neurobiológico, físico, conductual y psicosocial”, según ha puesto de
manifiesto el doctor Guillermo Lahera, profesor
titular de Psiquiatría en la Universidad de Alcalá, vinculado al Hospital
Universitario Príncipe de Asturias, e investigador CIBERSAM, en la Jornada de Trastornos Afectivos, organizada por Lundbeck hoy en Barcelona.
Pero, ¿qué es una experiencia
traumática? Cualquier situación en la que una
persona se ve expuesta a escenas de muerte real o inminente, lesiones físicas
graves o agresión sexual, ya sea en calidad de víctima directa, cercana a la
víctima o como testigo.
Un elevado porcentaje de adultos con depresión presenta antecedentes de trauma
infantil, el 62,5% frente al 28,4% de personas sanas,
lo que se asocia a una peor respuesta al
tratamiento antidepresivo o remisión, especialmente si
han sufrido abuso antes de los 7 años.
Como explica el Dr. Lahera, “existe una fuerte evidencia de asociación entre el trauma infantil
y la enfermedad mental posterior. Esta asociación es particularmente evidente
para la exposición al bullying, el abuso emocional, el maltrato y la pérdida temprana
de los padres”.
El trauma psicológico multiplica por cuatro el riesgo de depresión tras múltiples experiencias adversas en la infancia El 24,2% de niños y
adolescentes expuestos a trauma cumplen los criterios de
depresión, siendo el trauma por violencia interpersonal el de mayor prevalencia
y nivel de depresión. Este grupo de población cuenta con 2,6 veces más de probabilidad de
desarrollar depresión que aquellos niños y adolescentes no expuestos al trauma. Sin olvidar que el trauma psicológico aumenta el riesgo de suicidio de
2 a 5 veces.
La
importancia del diagnóstico temprano y el tratamiento especializado
Los expertos insisten en la importancia de estudiar
los posibles traumas de forma temprana, dado su efecto preventivo, y en no subestimar su incidencia e
importancia ya que la depresión asociada al trauma infantil
requiere de una atención y tratamiento especializados.
El tratamiento recomendado para el TEPT se basa en psicoterapias como la terapia cognitivo-conductual focalizada en el trauma, la
exposición prolongada y EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing)
como primera línea terapéutica.
El tratamiento farmacológico puede ser
también necesario. En este sentido, “vortioxetina ha mostrado eficacia a
corto y largo plazo en los síntomas depresivos y de ansiedad, y en el
funcionamiento general en pacientes con depresión que reportaron trauma
infantil o reciente”, concluye el Dr.
Lahera.
No comments:
Post a Comment