El tiempo medio de espera para una cirugía bariátrica actualmente en España es de más de 13 meses según datos de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO ) recogidos por Metronic incluso se identifican pacientes que han esperado más de 4 años y medios para acceder a la cirugía. Actualmente, se estima que hay más de 11.000 pacientes en las listas de espera de las cirugías bariátricas.
Este retraso en la práctica de las
intervenciones puede provocar en las personas con obesidad un empeoramiento de las comorbilidades asociadas con la obesidad
y un mayor riesgo de mortalidad a medida que aumenta su índice de masa
corporal. En palabras del doctor José María Balibrea, especialista
sénior del servicio de Cirugía Gastrointestinal del Hospital Clínic de
Barcelona, profesor titular de cirugía de la Universitat de
Barcelona y miembro de la junta sección de cirugía bariátrica de la Asociación
Española de Cirujanos, “aunque el criterio más común para
priorizar a los pacientes es el tiempo en la lista de espera, en este tipo de
pacientes, y de manera similar a lo que ocurre en las listas de trasplante,
necesitamos valorar el estado general de salud y así poder priorizar la operación.
Es frecuente que durante el tiempo de espera muchas de las enfermedades que ya
sufren estas personas empeoren y, si no existe un soporte adecuado, el control
de su peso no sea óptimo. La suspensión de la cirugía bariátrica durante las
diferentes olas de la pandemia por COVID nos ha enseñado que prolongar el
tiempo de espera en estos pacientes supone operarlos en peores condiciones y
probablemente obtener peores resultados.”
La experiencia de los cirujanos manifiesta
a su vez que en los hospitales se realiza un número
insuficiente de procedimientos de cirugía bariátrica a la semana. Sobre todo, siendo conscientes de los beneficios
que ha demostrado la cirugía bariátrica en la reducción de las comorbilidades
asociadas a la obesidad y la mejora de la calidad de vida de los pacientes.
La cirugía bariátrica reduce los costes de
la obesidad
Por otro lado, la cirugía bariátrica ha
demostrado ser una alternativa coste-efectiva en el tratamiento de la obesidad
mórbida al mejorar el estado de salud de los pacientes y ahorrar costes al
Sistema Nacional de Salud. Como explica el doctor Andrés Sánchez Pernaute, jefe de la Sección de Cirugía
Esofago-Gástrica y de la Obesidad en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid y
presidente de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO),
“al reducir las comorbilidades que afectan a las personas con obesidad
estamos reduciendo así mismo su volumen de vistas al médico de Atención
Primaria y de Urgencias, su consumo de medicamentos, el número de
hospitalizaciones e incluso las consultas de atención psicológica, esenciales
para una gran mayoría de personas con obesidad tipo II con tendencia a la
depresión. Se trata por tanto de un beneficio común.”
En este sentido, recientes estudios han
comprobado que la cirugía bariátrica reduce la incidencia de la diabetes tipo 2
y el riesgo cardiovascular de los pacientes. Concretamente,
acorde con los datos presentados por la compañía, la cirugía de reducción de
peso está relacionada con una remisión del 86% de la diabetes y con la mejora
de la hipertensión en un 61% de los casos. Dos patologías con una
alta carga para el sistema nacional de salud.
En cuanto al consumo de fármacos, en el
caso por ejemplo de la diabetes, un estudio retrospectivo en 400 pacientes en
un centro español reveló que la cirugía bariátrica favorece una reducción del
gasto en hasta 507€ mensuales, contribuyendo así a un mayor ahorro
de costes para el Sistema Nacional de Salud. Actualmente el coste de la obesidad en España ronda los 2.500 millones de
euros al año.
Los costes asociados a la obesidad podrían
duplicarse entre 2020 y 2060
Los hábitos de vida actuales están
aumentando los casos de obesidad. En 2016 se estimaron más de 23 millones de
personas con exceso de peso en el país. En base a estas cifras, se calcula que hasta el año 2030 aparecerán 3 millones más de
casos, con un sobre coste médico directo de unos 3.000 millones
de euros al año7. Más aún si se suma el impacto generado por el
confinamiento provocado por la pandemia de Covid19, momento en que la ansiedad,
junto con una mayor ingesta y el sedentarismo, desembocaron en una mayor
ganancia de peso en la población en general.
Es por ello que muchos profesionales
sanitarios piden el reconocimiento de la obesidad como una enfermedad crónica
por parte de la Unión Europea. Este reconocimiento permitiría facilitar su
abordaje en la sanidad pública y acercar los diferentes tratamientos
disponibles a los pacientes que los necesiten. En este sentido, la Sociedad
Española de Obesidad (SEEDO) trabaja ya en una propuesta de Plan Europeo para
la Obesidad con la que defender las necesidades de estos pacientes. El objetivo
final debe ser reducir el impacto de obesidad, una condición que provoca 5
millones de muertes al año a nivel global debido a las enfermedades asociadas.
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