La Sociedad Española
de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) insiste en que
los padres y cuidadores de los niños con alergia alimentaria deben estar muy
pendientes del etiquetado de los alimentos que ingieren para evitar los
alérgenos ocultos que puedan contener. Además, es importante educar a la
población en el reconocimiento de los síntomas de anafilaxia y el manejo de la
adrenalina autoinyectable para actuar en caso de necesidad urgente y salvar
vidas. Por otro lado, recuerdan que lleven siempre consigo el autoinyector de adrenalina.
Esta semana una niña de 9 años ha fallecido tras ingerir un helado en un hotel
en Málaga. Los resultados preliminares de la investigación apuntan a que tenía
alergia a la leche y a los frutos secos, por lo que pudo sufrir una anafilaxia que requirió
de atención urgente por los servicios de emergencias.
Las muertes debidas a reacciones anafilácticas
graves podrían evitarse con el uso de adrenalina inmediato tras notar los
primeros síntomas. Por ello se insiste en la importancia “de concienciar a la sociedad
de favorecer un entorno seguro para los niños con alergias alimentarias y de estar
preparados para atender de forma precoz los casos de anafilaxia, desde
colegios, campamentos, hoteles y restaurantes y, en general, cualquier sitio en
el que se sirva comida, ya que la mayoría de los casos se producen fuera de
casa”, comenta el doctor Juan Carlos Juliá, coordinador del Grupo de Trabajo de
Educación Sanitaria de la SEICAP. Por
otro lado, “el personal que se ocupa de la preparación, elaboración y entrega
de estas comidas debería estar formado en alergias alimentarias para que tengan
todos los conocimientos necesarios sobre ellas”, añade. En este sentido, desde
SEICAP se suelen realizar diversos talleres dirigidos a profesionales de la
restauración.
Además, es fundamental que las familias “no olviden llevar
siempre dos autoinyectores de adrenalina, algo que suelen descuidar en
vacaciones y que al mismo tiempo es cuando más fácilmente se pueden producir
los incidentes”, asegura el doctor Juliá. Según se detalla en la revisión de la
Guía para el uso de Epinefrina (Adrenalina)
en la Anafilaxia la incidencia de anafilaxia en Reino Unido aumentó
de uno a siete casos por año durante un período de 20 años y que su
presentación clínica varía de manifestaciones cutáneas en el 80-90% de los
niños, a síntomas respiratorios en el 60-70% y afectación cardiovascular entre
el 10-30% de ellos. Además concluye que la epinefrina (adrenalina) es el
medicamento de elección para el tratamiento de primeros auxilios de la
anafilaxia.
Del mismo modo, SEICAP recuerda la necesidad de
educar a las familias y pacientes diagnosticados de alergia alimentaria. “Deben
conocer el grado de severidad de la enfermedad del niño, las medidas
preventivas posibles, la importancia de la dieta de evitación y estar
entrenados en el uso del tratamiento con adrenalina autoinyectable”, afirma el
doctor Juliá. Además, “es importante prestar mucha atención a los etiquetados
de los alimento, pues puede haber ingredientes ocultos, y solicitar las cartas
de alérgenos en restaurantes y hoteles que ya están obligados por normativa
europea a disponer de ellas”, asegura.
Por último, el conocimiento de los síntomas que permiten
identificar que se trata de una reacción anafiláctica también es importante. En
general, una anafilaxia puede comenzar con síntomas en un solo órgano: en la
piel, con ronchas o habones en la cara, enrojecimiento, picor en boca y en
labios. También el niño puede presentar hinchazón en labios, párpados, manos u
otras partes del cuerpo; así como dolor abdominal, náuseas, vómitos o diarreas.
Pueden darse síntomas respiratorios como picor de ojos o nariz, estornudos
frecuentes, mucosidad abundante, ojos rojos o lagrimeo. “La situación será de
emergencia cuando los síntomas afectan a dos o más órganos o presente además
opresión en la garganta, voz ronca o afónica y tos repetitiva, respiración
dificultosa, voz entrecortada, tos seca y repetitiva, pitos, ahogo, piel o
labios azulados, así como palidez, pulso
débil, pérdida de conocimiento, mareo o sensación de muerte inminente. En los
casos que presente pulso débil con descenso de tensión arterial se habla de
shock anafiláctico. En todos estos casos lo más importante es la administración
precoz de adrenalina”, advierte el doctor Juliá.
Protocolos
de actuación en alergias
La SEICAP considera que una de las medidas que se
deberían instaurar para favorecer un entorno seguro en los colegios y las
actividades extraescolares a los niños con alergia alimentaria y riesgo de
anafilaxia es la elaboración de protocolos de actuación. En comunidades como
Galicia y Baleares existe el programa Alerta Escolar, que consiste en
identificar a los niños de riesgo para actuar en estas situaciones de riesgo
vital. “Con ello se consigue que el personal a cargo del menor tenga formación
en alergias alimentarias y reciba del personal sanitario la información
necesaria sobre cada caso en situaciones de emergencia”, explica el doctor Juliá.
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