Septiembre es el mes dedicado a la
concienciación sobre el Síndrome de Ovarios Poliquísticos (SOP), un trastorno
reproductivo que afecta a las mujeres en edad fértil, llegando a ser un
problema que sufren entre un 8% y un 13% de ellas. Aunque cada vez es más
conocido, su diagnóstico todavía genera muchas dudas. Para seguir avanzando en
la concienciación de este trastorno y ayudar a las mujeres a conocerse y cuidar
de su salud, IVI ha creado una guía, así como una campaña de normalización a
través del hashtag #SOPnoesSTOP con el que compartir los síntomas y testimonios
de mujeres a las que el SOP no les pudo ni podrá parar en su camino hacia la
maternidad.
“Somos conscientes del
desconocimiento acerca de este trastorno, por lo que esta guía nace para
informar en detalle acerca del SOP y poder actuar desde el punto de vista
médico y emocional. Conocer las implicaciones que este síndrome puede tener en
la vida de las mujeres que lo padecen es el primer paso para afrontarlo con
tranquilidad”, comenta el doctor José Serna,
director de IVI Zaragoza.
La falta de información acerca de
este trastorno ha llevado a la popularización de algunos aspectos que sería
necesario desmentir.
Una paciente con Síndrome de Ovarios
Poliquísticos tiene tumores en los ovarios. ¡FALSO! El nombre de SOP
proviene de su descripción hace ya casi 100 años y se debía al aspecto que
presentaban los ovarios con múltiples folículos de tamaño algo mayor al
habitual. Pero no son quistes, ni mucho menos tumores.
Es una enfermedad que tiene su
origen en los ovarios. ¡FALSO! “Es una enfermedad metabólica que
afecta también a los ovarios a través de la falta de ovulación y,
consecuentemente, aparece la infertilidad. Pero su origen es una alteración
global del metabolismo, con un papel muy importante en la producción excesiva
de insulina”, explica el Dr. Serna.
La paciente con SOP es estéril.
¡FALSO! Las mujeres con SOP pueden tardar más en conseguir una gestación por el
hecho de que no suelen ovular, pero SÍ ovulan en ciertas ocasiones, y es en ese
momento cuando podrán quedar embarazadas. Cabe añadir que, en manos de un
profesional de salud reproductiva, con tratamientos sencillos, puede
conseguirse que este tiempo de espera hasta alcanzar la gestación se acorte de
manera notable.
El SOP no tiene tratamiento. NO ES DEL TODO CIERTO. Aunque no existe un tratamiento que pueda
curar todos los síntomas del SOP, SÍ existen medidas para contrarrestarlos, por
ejemplo, la pérdida de peso en las mujeres con SOP obesas. Además, también
existen tratamientos puntuales para cada uno de los síntomas que la paciente
pueda mostrar, y estos, aunque no curen el síndrome de manera permanente, sí
pueden llegar a mitigar muchos de los síntomas más importantes.
“La mejor forma de ayudar a
combatir el SOP es un estilo de vida saludable con la incorporación de una
dieta sana, ejercicio físico y estrategias de comportamiento. Estas medidas se
traducen en una mejora en los resultados reproductivos, en los niveles de los
marcadores metabólicos, sobre el estatus psicológico y la calidad de vida”, concluye el Dr. Serna.
La voz del SOP
Esther fue diagnosticada de SOP a los
17 años, cuando le dijeron que no tendría problemas para ser madre. Cuando
llegó su momento, y tras varios intentos naturales sin éxito y un breve paso
por la Seguridad Social, decidió confiar en IVI su maternidad: “Las listas de espera en la Seguridad Social eran interminables
y yo era muy consciente de que la edad empezaba a jugar en mi contra (36 años
entonces)”, cuenta Esther.
Su experiencia fue tan positiva con
su primer hijo que decidió repetir y hoy es mamá de otro bebé gracias a IVI.
La historia de Laura deja un mensaje
de aliento para otras mujeres en su misma situación: “Mi primera reacción al SOP fue indiferencia. Era muy joven y
realmente no fui nada consciente de lo que implicaba. La única información que
recibí fue que los retrasos de mi menstruación se debían a este desorden y nada
más. Quiero animar a todas las mujeres que conviven con el SOP y tienen claro
que quieren ser madres a que no lo demoren. Buscad un buen asesoramiento
profesional que os acompañe en todo el proceso, y, sobre todo, ¡no os
desaniméis! Todo esfuerzo valdrá la pena”.
A nivel emocional, Mercedes tiene
mucho que decir. Descubrió que tenía SOP a los 20-22 años y eso ha condicionado
su forma de relacionarse con la gente, hacer planes, viajar, e incluso asistir
a eventos por la irregularidad de su menstruación y sus implicaciones físicas y
logísticas.
La clave del tratamiento del SOP pasa
por un diagnóstico temprano, que permita mejorar la calidad de vida de las
pacientes e identificar posibles problemas de fertilidad en el futuro. Por
ello, la primera pregunta de cualquier mujer es: ‘¿Cómo puedo saber si padezco
este trastorno?’.
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