La cirugía de hernia inguinal es la intervención programada que más ocupa a los profesionales de la Cirugía General y Digestiva, cuyo abordaje se realiza por vía abierta o por laparoscopia. Actualmente, en España el abordaje laparoscópico de hernias inguinales está por debajo del 25%. Sin embargo, más de 10 años de experiencia en esta técnica del Hospital Quirónsalud Málaga la han convertido en su modelo estándar; de modo que “más del 80% de las hernias inguinales que se tratan en nuestro centro se realizan por cirugía mínimamente invasiva, con los consiguientes beneficios para el paciente”, destaca el doctor César Ramírez, jefe del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Málaga.
El compromiso de este
referente equipo médico por la calidad asistencial se refleja en datos aún
mejores en lo que va de año 2022, en el que ha ampliado al 95% el
abordaje inguinal por laparoscopia, cifra que representa la casi totalidad
de las cirugías de hernia inguinal.
Históricamente, el
tratamiento quirúrgico de la hernia inguinal se ha realizado por cirugía
abierta, a través de una incisión en la ingle que permite llegar a la hernia y
a la zona de músculo que está defectuosa tras romper de forma traumática
distintas estructuras musculares de la zona. Por ende, el posoperatorio
requiere de un mínimo de tres o cuatro semanas para poder recuperar una
actividad física básica y, al menos de seis semanas, para comenzar a hacer
deporte.
Sin embargo, en los últimos
25 años, la imparable irrupción de la cirugía laparoscópica (también conocida
como mínimamente invasiva) no ha dejado al margen a la hernia inguinal,
haciéndola menos traumática y dolorosa, lo que permite, al mismo tiempo, que
los pacientes se incorporen mucho antes a realizar una vida física laboral y
deportiva plenas.
Considerando las evidencias
científicas actuales, “la vía de abordaje laparoscópica debe ser la de elección
para pacientes con hernias inguinales unilaterales, bilaterales (en ambos
lados), para mujeres y para hernias reproducidas, pues sus beneficios son
indudables: los pacientes reciben el alta en el mismo día o a la mañana
siguiente, muchos de ellos sin necesidad de analgesia en el posoperatorio
inmediato. Acuden por su propio pie a la revisión tras una semana y en dos
semanas están haciendo una vida de diario absolutamente normal, pudiendo
incorporar el deporte prácticamente con plenitud a la tercera”, añade el cirujano
César Ramírez.
A mayor profesionalidad, más
beneficios para el paciente
La vía laparoscópica para el
abordaje de la hernia inguinal requiere de cirujanos con experiencia en cirugía
mínimamente invasiva y que sean capaces de alcanzar la curva de aprendizaje y
reproducir los estándares de calidad de la cirugía abierta, que se cifran en
una tasa de recaída o recurrencia a medio-largo plazo que ronda el 2%. “Hemos
superado esta curva hace años, igualando o mejorando los resultados, la
seguridad y las cifras de recaída que la cirugía abierta, lo que nos ha
permitido la incorporación de la vía laparoscópica a la cirugía de la hernia
inguinal de forma progresiva por parte de todos los cirujanos del equipo”,
indica Ramírez. Solo existe un pequeño porcentaje de pacientes, por debajo del
5%, que por edad avanzada o patologías asociadas sigue siendo intervenido por
vía abierta para evitar los riesgos de una anestesia general.
La cirugía del siglo XXI
demanda cirujanos que sean capaces de abordar enfermedades con el menor trauma
posible para el paciente y, en la cirugía de la hernia inguinal, el abordaje
laparoscópico es ya un estándar de calidad que deben demandar los pacientes
cuando van a ser sometidos al procedimiento. Tal y como recalca el Dr. César
Ramírez, este desafío médico se trata de un “win to win profesional” puesto
que hace “mejores a los cirujanos” y estos, a su vez, “producen un bien mayor a
sus pacientes”.
“Ninguno de nosotros, si
tuviese que afrontar una cirugía de la hernia inguinal en la actualidad,
pensaría en someterse a un abordaje distinto al laparoscópico por los múltiples
beneficios que se genera en nuestros pacientes”, afirma el cirujano que, teniendo
en cuenta el coste de este método, hace un balance: “la vía laparoscópica, al
ser más tecnológica, es más cara, pero cuando consideramos el impacto social,
es decir, el ahorro en bajas laborales, en medicación, en complicaciones
tardías y en lo que es tener a una persona en plenitud física en una situación
de no productividad, estas diferencias de costes quedan ampliamente
compensadas”.
Por último, el Dr. César
Ramírez mantiene su compromiso de mejorar unas cifras de por sí muy favorables:
“en el Hospital Quirónsalud Málaga vamos a seguir reforzando nuestra
política de menos del 5% de cirugías de la hernia inguinal por abordaje
abierto, ofreciendo siempre las ventajas de la cirugía mínimamente invasiva en
esta patología a nuestros pacientes”.
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