La astenia, síntoma caracterizado por una sensación generalizada de cansancio,
fatiga, debilidad física y psíquica, es una de las complicaciones más
frecuentes en los pacientes con lupus y una de las manifestaciones que más
impacto negativo tiene en su calidad de vida. De hecho, hasta el 90 por ciento
de los pacientes lúpicos pueden llegar a presentar astenia a lo largo de su
vida. Así lo ha expresado el Dr. Enrique de Ramón Garrido, que desarrolla su
labor asistencial e investigadora en el Servicio de Medicina Interna del Hospital
Universitario de Málaga, durante las XXIII Jornadas divulgativas de lupus, inauguradas
por Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, y organizadas
por la Asociación Malagueña de Lupus (ALA), con la colaboración de GSK.
“Pese a que la astenia supone una manifestación del
lupus con un impacto negativo, el sistema sanitario en general, incluidos los
médicos que atienden a estos pacientes, no son conscientes de la repercusión
que tiene este síntoma para ellos, ni de su trascendencia. El conocimiento del
problema, su frecuencia y características es el primer paso para su solución”, explica este experto.
En
este sentido, en su opinión, “ante la
complejidad del problema, los responsables de los servicios sanitarios deberían
entender la necesidad de la creación de unidades específicas para este tipo de
pacientes crónicos que, habiendo mejorado sus expectativas vitales en las
últimas décadas, mantienen en el curso evolutivo de su enfermedad un deterioro
funcional progresivo de sus capacidades físicas, mentales y sociales”.
Actualmente,
el número de pacientes con lupus en la provincia de Málaga es de 500-640. Teniendo
en cuenta que un 30 por ciento de los casos aún no están diagnosticados o
registrados, podría haber hasta 800 enfermos con lupus en la provincia. Según
Josefa Guerrero, presidenta de la ALA, “la
astenia es uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos los
pacientes lúpicos. Por eso, hemos decidido centrar esta jornada en este
síntoma, con el fin de resolver dudas y de aumentar la concienciación, ya que
el profesional médico no le da tanta importancia a esta problemática, frente a
otras”.
¿Cómo reducir la astenia?
Existen
diferentes intervenciones para reducir la astenia, pudiendo ser de tipo no
farmacológico y farmacológico. Entre las primeras destaca el ejercicio físico
aeróbico, con el objetivo de mantener en forma al paciente, “uno de los únicos tratamientos que, por
ahora, se ha mostrado eficaz”, según el Dr. de Ramón. Otras posibilidades
en este sentido, tal y como indica este experto, incluirían distintas formas de
intervención psicosocial dirigidas a la comprensión por parte de los pacientes
de su situación, junto con modificaciones de sus creencias y formas de afrontar
la enfermedad, así como del apoyo social que reciben.
Respecto
a las opciones terapéuticas para abordar este síntoma, el Dr. de Ramón incide
en que los tratamientos farmacológicos clásicos, salvo por el efecto que puedan
tener sobre la mejoría de la actividad general de la enfermedad y las comorbilidades
acompañantes, no consiguen grandes resultados. Sin embargo, “algunos fármacos biológicos, como belimumab
y epratuzumab, han conseguido mejorar de manera significativa, con suficiente
trascendencia como para que el paciente lo aprecie, la astenia en el lupus,
tanto en su vertiente física como mental”.
Además,
este experto pone de manifiesto la necesidad de que se realicen estudios que
determinen la frecuencia de la enfermedad, los factores responsables y las
consecuencias que tiene para ellos, junto con la efectividad de las
intervenciones disponibles en la actualidad para aliviar este grave síntoma que
es la astenia de los pacientes con lupus.
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